El martes 23 de noviembre asistimos a una jornada histórica contra la Justicia patriarcal, el jurado de enjuiciamiento de la Provincia de Buenos Aires aceptó los cargos y el inicio del jury contra Juan Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas, dos de los jueces que dejaron impune el femicidio de Lucía Pérez. A su vez se ordenó la suspensión preventiva de los mismos mientras dure el proceso, lo que trae aparejado la reducción de su salario al 40%.
Este paso importantísimo fue sin dudas producto de la lucha de la familia de Lucía y del movimiento feminista que viene acompañando e impulsando la movilización, exigiendo justicia por Lucia y el juicio político a los jueces. Nuestras compañeras de Juntas y a la Izquierda han sido motor de esa pelea.
Cabe recordar que el fallo que dejó impune el femicidio de Lucía, dictado por los integrantes del Tribunal Criminal N° 1 de Mar del Plata, absolvía a tres imputados por los delitos de abuso sexual y femicidio; y realizaba consideraciones machistas, misóginas, violentas y sin perspectiva de género.
Esto generó el repudio y la indignación del feminismo, llevando a impulsar el 5 de diciembre de 2018 el primer paro nacional contra la justicia patriarcal, los femicidios y travesticidios.
Más adelante, también gracias a la lucha, ese fallo fue anulado y se ordenó realizar un nuevo juicio con perspectiva de género, el cual hoy se encuentra pendiente, razón por la que también exigimos nueva fecha ya.
El inicio del jury y la suspensión de los jueces Viñas y Gómez Urso – el tercer juez Aldo Carnevale accedió a la jubilación durante la gobernación se Vidal – constituye un avance muy importante contra el Poder Judicial y su accionar violento y revictimizante de las mujeres y disidencias que padecen violencia. Lo que se viene exige seguir organizadas y en las calles, porque si bien la suspensión es un paso enorme, todavía debemos lograr la expulsión de estos jueces.
A su vez, sabemos que el problema de la Justicia no son solo uno o dos jueces, sino que es todo el sistema el que debe transformarse. No alcanza con una reforma superficial, es necesario tocar privilegios, que los jueces se elijan por el voto popular y sus mandatos no sean vitalicios, que se democratice el ingreso al Poder Judicial y que las condiciones de trabajo de les trabajadores sean parte de la discusión de esa reforma. Porque sin presupuesto, sin salarios que superen la inflación y sin mejoras en las condiciones de trabajo, no habrá reforma con perspectiva de género en el Poder Judicial.
Junto a estas medidas es necesario contar con presupuesto real para combatir la violencia de género, para la construcción de refugios y la asistencia integral; la aplicación sin restricciones de la ESI, la IVE y separar iglesia y Estado.
Los derechos y libertades aún pendientes chocan de frente con la hoja de ruta de un gobierno que ha decidido pagar la deuda de la usura con el FMI, en lugar de pagar la deuda social con nosotras y nosotres.
Las feministas trabajadoras, desocupadas y estudiantes tenemos por delante el desafío de construir una alianza estratégica con los movimientos sociales y la izquierda para enfrentar lo que se viene.
Te invito a que debemos esa pelea juntes.
Débora Bertone
Alternativa Judicial en la Multicolor – Juntas y a la Izquierda