sábado, 7 junio 2025 - 18:29

General Pacheco. Justicia por Alan Paz

El domingo 25 de mayo por la tarde nos enteramos de una noticia tremenda: la muerte dentro del Frigorífico Rioplatense de Alan Paz, víctima de la desidia y desprecio por la vida en pos de aumentar las ganancias multimillonarias de la patronal de Constantini, gran beneficiaria de la política antiobrera de Milei y su banda.

Alan era un pibe de 28 años, vivía en el Barrio Las Tunas de Gral. Pacheco, pegado al frigorífico. Era padre de familia que había estudiado en la escuela secundaria 15, muy querido y conocido en el barrio. Trabajaba en el sector de Mantenimiento de obra del Frigorífico Rioplatense y el jueves 22/5 enfermo de paperas fue obligado a volver al trabajo por el Servicio Médico de la empresa, a cargo del Dr. Daniel Mouriño.

La empresa estaba apuradísima por instalar un tanque en el sector de secado de sangre y mandó a practicar una abertura en un paredón que no contaba con vigas  y sin ninguna medida de seguridad, evaluación de riesgo ni siquiera cascos para los compañeros. A Alan le tocó la peor parte.

La reacción de la Comisión Interna, de sus compañeros de trabajo y de la familia hizo que estalle la bronca y un paro por 3 días paralizó desde la faena a la despostada y todos los sectores, salvo la carga en la que trabajó un grupo de supervisores.

La de Alan era una muerte evitable, como la de tantos compañeros y compañeras que día a día arriesgan sus vidas para que los empresarios acumulen ganancias.

El 5/6 participamos desde el MST en el FIT-Unidad,  junto a muchas organizaciones sociales, compañeros, familiares, vecinos, SUTEBA Tigre, Polo Obrero, Bachillerato Raíces, delegados y trabajadores de línea 60, Eva Puente (madre de David Ramallo, víctima de accidente en la 60), trabajadores del INTI, Volkswagen, la UTEP de Ricardo Rojas y otros en el acto en la puerta del Frigorífico, en el que intervino Carlos Zerrizuela, delegado general. Y después marchamos hasta la Clínica de Mouriño y hasta la Fiscalía de Pacheco a más de 3 kilómetros exigiendo justicia y castigo a los responsables y acompañando en el dolor a David Paz y a Alejandra Sereno, padre y madre de Alan, familia, amigos y a su tío Martín, jubilado de la 60.

El grito de Justicia para Alan Paz recorrió toda la marcha y dejamos claro que está muerte no va a quedar impune. Por Alan y por todas las muertes obreras evitables.

Sergio Paz

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