El 14 de abril de 2023, casi tres años después del asesinato de Néstor Ramón Costilla, o Lito, como era conocido por sus amigos y familiares, salió a la luz una decisión judicial que mantiene a los policías responsables de la muerte del joven en prisión.
Esta decisión se produjo luego de que los abogados particulares de Damián Aquino, Sergio Martínez y Mauricio Medina, apelaran la decisión del 3 de febrero del mismo año, que convirtió la detención de los imputados en prisión preventiva, garantizando que los tres esperen su juicio en prisión.
Para ello, los abogados intentaron, en su recurso, convencer a la jueza de la falta de materialidad del caso. Sin embargo, esto va en contra de las numerosas pruebas de expertos, imágenes de cámaras y relatos de testigos oculares. Además, aseguraron que sus clientes no suponían un riesgo de fuga: todos tienen residencia fija y lazos familiares que impedirían tal acto.
Pero, en respuesta al recurso, se decidió mantener la prisión preventiva, ya que las circunstancias en que ocurrió el hecho delictivo, así como las actuaciones posteriores al hecho, como intento de falsificación de documentos, demuestran dolo y capacidad de uso de sus posiciones y conexiones personales para evadir la responsabilidad por el asesinato.
De esta forma, mantenerlos en libertad sería un riesgo para el avance del proceso judicial, además de una afrenta a la familia y la memoria de Lito.
Pero, como destaca el propio documento judicial, esta prisión preventiva no va en contra de la presunción de libertad de que gozan todos los que son imputados en casos de este tipo.
El asesinato de Lito
Lito fue asesinado el 7 de octubre de 2020, a los 28 años, cuando conducía su motocicleta. Fue perseguido por los tres policías que, en un acto de pura cobardía, empujaron a Lito durante la persecución a alta velocidad y provocaron directamente su muerte.
Esos mismos policías, además de asesinarlo intentaron encubrir el hecho y hacer que pareciera un accidente. Y para eso tenían a su favor todo el aparato estatal.
“Estamos yendo contra toda una institución que está toda podrida. Y no es fácil, porque entre ellos se encubren“, dice Daiana, la hermana de Lito, en una entrevista concedida en 2021.
Pero, como cada vez más personas pueden atestiguar, la policía es una institución fallida, un brazo armado del Estado que está para reprimir y controlar a la población, con el fin de defender los intereses de quienes realmente gobiernan: los que tienen fuerza económica.
Esta cara no tan oculta de la policía es aún más visible para quienes conforman la capa más vulnerable de la población, es decir, jóvenes trabajadores, inmigrantes, pertenecientes a alguna minoría o simplemente pobres. Para el Estado y su brazo armado, estas personas son delincuentes potenciales, y siempre deben ser vistos como tales.
“Si sos un chico de barrio, si usas un equipo deportivo y una visera, ya sos un delincuente“, continúa Dai.
La lucha continua
Aun con la decisión favorable a la familia de Lito, y con el mantenimiento de los tres policías en prisión, la lucha por la justicia está lejos de terminar: aún hay que esperar el juicio y la sentencia definitiva.
La detención de tres policías tampoco cambia el hecho de que este tipo de delitos forman parte del arsenal represivo del Estado, que ve al pueblo como un enemigo y utiliza sus herramientas para abatirlo a toda costa.
Por tanto, es necesario seguir luchando por el fin de la represión estatal, disolviendo a la Bonaerense y pasando a un sistema basado en la prevención del delito con participación vecinal.
Marcela Gottschald
A continuación conmpartimos la resolución judicial: