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Noviembre trajo movimiento en Cancillería. El presidente visitó a Trump en Mar-a-Lago, recibió a Macron en la Rosada y ahora fue a Río de Janeiro a la cumbre de los 20.
El loco y el mendigo
Se renovó la Cancillería con la salida de Mondino y el ingreso de Werthein. Parece ser que la salida “a la cubana” de la excanciller estaba más asociada a las distintas responsabilidades en materia de relaciones internacionales que tiene el gobierno en estos días, que a un voto en la asamblea de la ONU.
Milei está en la dinámica del loco y el mendigo. Cuando actúa el loco, vocifera en contra de los mandatarios de otras naciones y quiere demostrar su convicción en la batalla cultural. Esta semana lo hizo con dos votaciones reaccionarias en la ONU y el retiro de nuestra delegación de la COP29.
Por un lado, vota en soledad contra la protección de derechos de las comunidades originarias y de prevenir todas las formas de violencia en mujeres y niñas. Por otro, se retira de la cumbre contra el cambio climático, ya que piensa que es “un invento del comunismo”. Accionar que incluso incómodo al PRO, que se despegó y remarcó que “vota en soledad y contra el resto de la humanidad”.
Además, sostuvieron: “Desde el PRO estamos convencidos de la necesidad de tener una política exterior equilibrada. No se trata de encolumnarse, ya sea con Estados Unidos o Israel, ni con China”. Pero esa es solo una cara de la excéntrica política exterior de Milei. Los vencimientos de deuda del 2025 comienzan a quitarle el sueño al mandatario argentino, que tiene que edulcorar su tono en pos de su propia supervivencia.
Ya lo demostró este año, limitando sus críticas a China para conservar el SWAP, demoliendo las declaraciones anteriores donde sostenía: “no voy a hacer negocios con China. No voy a hacer negocios con ningún comunista”, que dio un giro de 180° para expresar: “me sorprendí muy gratamente con China. Es un socio comercial muy interesante, porque no exige nada, lo único que piden es que no los molesten”.
En un nuevo foro del G20, espacio que involucra a los 20 países con las economías más grandes del mundo, se verá nuevamente la tensión entre el guerrero de la batalla cultural y el endeudado que mendiga inversiones.
Voyages et visites
Este mes volvieron los viajes del presidente. Antes de la asunción de Trump fue a reconocerlo por su victoria electoral y a jurar lealtad a la bandera yanqui en el suelo de Mar-a-Lago. Pero no pudo quedarse mucho en territorio norteamericano, tuvo que pegar la vuelta para recibir este domingo en la Casa Rosada a Emmanuel Macron, presidente francés.
La idea de Macron es rociar de perfume francés a los intensos discursos del presidente argentino previo al G20, sosteniendo que la reunión buscó “conectar al presidente Milei con las prioridades del G20″.
“No siempre pensamos lo mismo sobre muchos temas, pero es muy útil debatir”, sostuvo el francés que fue repudiado por franjas de la sociedad francesa que está dando su propia batalla contra las ultraderechas. A Macron también le interesa negociar sobre los metales críticos, luego de que el grupo minero Eramet inaugurara una mina de litio en la provincia de Salta, como así también defender sus intereses en materia agropecuaria, que se ven afectados por un posible acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
El grupo de los 20
Desde este lunes se lleva adelante la cumbre del G20 en Río de Janeiro, coordinada por Lula Da Silva, presidente de Brasil, con quien Milei tuvo un frío saludo al llegar al evento. Eso no evitó que ambas naciones avancen en un acuerdo sobre la exportación de gas de vaca muerta al vecino país.
La gran ausencia en esta edición del G20 es la de Vladimir Putin, presidente ruso que continúa la guerra con Ucrania. La misma puede incrementar sus tensiones tras el triunfo de Donald Trump.
A propuesta de Lula Da Silva, la cumbre conformó una alianza contra el hambre y la pobreza. Sobraban dudas sobre si Milei firmaría o no dicho acuerdo, al que terminó ingresando.
Posteriormente, Javier Milei rechazó lo relativo a la denominada agenda 2030, el fantasma con el que debate y realiza la batalla cultural en “defensa de occidente”.
El presidente sostendrá este martes reuniones bilaterales con Xi Jinping, máximo mandatario chino; Kristalina Gueorguieva, directora del FMI y Narendra Modi, Primer Ministro de la India.