La policía Bonaerense comandada por Sergio Berni reprimió a las afueras del estadio de Gimnasia a simpatizantes del Lobo que querían ingresar a ver el encuentro contra Boca por la fecha 23 de la Liga Profesional de Fútbol.
El partido fue suspendido a los 9 minutos del primer tiempo por el intenso gas lacrimógeno que ingresaba desde las afueras del estadio que afectó a los protagonistas del espectáculo.
La represión habría comenzado cuando la Bonaerense empujara a una nena y los hinchas reaccionaron a ese maltrato, lo cual desató una intensa ráfaga de balas de gomas y gases lacrimógenos por parte de la policía. Hasta el momento se conoce un herido con 3 balas de goma, un camarógrafo del canal TyC Sports.
El comunicado de la liga dice que las garantías no estaban dadas para continuar el espectáculo. Uno de los detonantes de la situación fue la venta de entradas por fuera de la capacidad del estadio. Un negocio que los hinchas del Lobo le endilgan al presidente Gabriel Pellegrino.
Hace instantes, se confirmó la muerte de un hincha de Gimnasia, César Gustavo Regueiro. Murió camino al hospital, en la ambulancia.
Una vez más el negocio de los vivos del fútbol, y el desastroso accionar de la Bonaerense arruinó lo que debía haber sido una fiesta del deporte. Un capítulo negro más de la historia del fútbol argentino.