En la última conferencia de prensa, la vocera del Fondo, Julie Kozack, se refirió al estado de las relaciones del gobierno argentino con los objetivos propuestos en el programa de Facilidades Extendidas vigente. En la sede de Washington, la funcionaria dio pocos indicios sobre los resultados de las últimas dos revisiones, y al mismo tiempo elevaron ciertas advertencias al gobierno de Milei a causa de los índices de pobreza conocidos en los últimos días.
En el marco de la octava y novena revisión del programa, Kozack, dio algunas impresiones sobre el trabajo realizado por la gestión libertaria para la aprobación de los objetivos que sentencia este acuerdo generado por Mauricio Macri en 2018, y revalidado por Martín Guzmán en 2022.
“La implementación del programa resultó en una significativa reducción de la inflación y del déficit fiscal, y hay signos de recuperación naciente en la actividad y los salarios reales”. Por el momento y con algunas de estas declaraciones el Fondo, por medio de Kozack, deja entrever que el apoyo a Milei se mantiene. Además de que estas evaluaciones sufrieron modificaciones desde el lado del FMI, las cuales desde la perspectiva del presidente argentino pueden ser beneficiosas. Por otro lado, la institución decidió cambiar al chileno Rodrigo Valdés por el venezolano Luis Cubeddu para seguir el caso argentino, quien según los papeles se encuentra en la misma sintonía que Milei.
En lo relacionado a los números y con un ajuste durísimo en contra de los trabajadores como método, el trabajo económico encabezado por el ministro de Economía, Luis Caputo y el presidente del BCRA, Santiago Bausili, hizo que se puedan cumplir algunos de los objetivos como el equilibrio fiscal, el financiamiento cero del Central al Tesoro y el cumplimiento de metas de pago.
En el lado del debe, al gobierno argentino le quedó a medio camino el objetivo referido al nivel de reservas netas acordado para el Banco Central. Al BCRA, según la consultora LGC, le faltaron cerca de U$S 2000 millones para cumplir con las exigencias del programa. Un resultado que tiene relación con la falta de ingreso de dólares por poca liquidación de la cosecha y también por la intervención que realizó Caputo en el mercado cambiario para que los dólares financieros (MEP y CCL) se mantengan estables y la brecha con el oficial no se dispare.
Frente a este diagnóstico sobre el estado del acuerdo, el aprobado por parte del Fondo Monetario no aparece y Kozack solo admitió que tanto para la octava revisión que finalizó en junio como la novena que cerró el pasado 30 de septiembre, el equipo técnico del FMI está estudiando los puntos de cumplimiento. En caso de que no se cumpla con alguna meta, el Fondo ofrecería la opción de utilizar un Waiver (un perdón por algún incumplimiento leve). En función a esto, tanto el ministro de Economía como el director del Central tienen una cita el 22 de octubre en Washington para asistir a la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, acto donde el destino de esta negociaciones puedan tener otro signo.
La situación social, ¿una preocupación para el Fondo?
En la conferencia brindada por la vocera Kozack, los números de la pobreza recientemente publicados por el INDEC se filtraron en la conversación, de manera que se presentaron advertencias hacia la gestión libertaria.
“Reconocemos la muy delicada situación social, lo que se ha demostrado en los datos de pobreza recientemente publicados“. Así, la vocera del Fondo se refería al 52,9% de pobreza conocido hace unos días, y continuó: “Abordar estas altas tasas de pobreza, y asegurar que el crecimiento es más inclusivo, sigue siendo una prioridad para las autoridades que siguen dando pasos en proteger a los más vulnerables“.
De esta última declaración se pueden ver por lo menos dos cuestiones. Una, que la preocupación social de los argentinos por parte de esta organización solo queda en lo discursivo, y tal vez el Fondo la utilice para despegarse del derrotero que tenga este gobierno en el futuro si el ajuste sigue siendo el norte. Y por otro lado hay una mentira, no existe una prioridad para las autoridades a la hora de proteger a los más vulnerables, algo chequeable con las medidas del Ministerio de Capital Humano. En relación a esto, Kozack afirmó que “las autoridades han ampliado programas de asistencia social bien focalizados que benefician a las mujeres y los niños pobres”, una cuestión que no condice con la realidad, en donde cualquier tipo de ayuda social no puede cubrir ni una cuarta parte del valor de una canasta básica alimentaria.
Más allá de las aprobaciones, las advertencias o contradicciones que el FMI dicte sobre el papel del gobierno de Milei, el horizonte para las mayorías trabajadoras y los sectores populares, con estos actores no va a sufrir ningún cambio. Sobre todo, cuando uno de los posibles caminos que tome Milei con el Fondo es el de poner en marcha una nueva negociación para un nuevo programa que le permita el ingreso de dólares, con destino a financiar vencimientos de deuda.
El momento actual para el gobierno hace tiempo no viene siendo el óptimo, y la calle demostró, en otro episodio de defensa a la educación pública, que fuerza para enfrentar este plan de ajuste y entrega, sobra. Un programa que ordene y organice la bronca es más que necesario, para que además de enfrentar al gobierno de Milei se pueda romper todo tipo de negociación con la estafa perpetua del FMI. Desde el MST en el FIT-U entendemos que todos los recursos actualmente destinados para saldar el negocio usurero con el Fondo podrían ponerse al servicio de las necesidades de las grandes mayorías, en donde se podría dar respuesta al problema de la pobreza, de los salarios, del trabajo, la educación y la salud, sin atender a los intereses de los sectores más concentrados de la economía.