Luego de que en la semana el Fondo Monetario Internacional haya recibido un nuevo pago del gobierno de Alberto Fernández por 315 millones de dólares para mantener la membresía como integrante del organismo internacional y conservar la posibilidad de tomar más deuda, Kristalina Georgieva dio declaraciones sobre la situación de la negociación para otorgarle un nuevo préstamo al país.
La titular del FMI, en una conferencia de prensa, afirmó el viernes pasado que “está trabajando fructíferamente con la Argentina para alcanzar una visión común sobre el futuro programa”. Si bien dejó en claro que “aún es prematuro hablar de un programa”, todo indica que la forma en que el país afrontará el pago del préstamo stand by tomado por Mauricio Macri, será a través de un préstamo de Facilidades Extendidas, un acuerdo que se estima en 10 años y contempla exigencias de reformas estructurales.
Por más que Kristalina insista en que el carácter del Fondo cambió rotundamente, algo que el gobierno del Frente de Todos también quiere hacer creer, la realidad demuestra lo contrario. Si bien en su retórica afirma que piensa en un nuevo acuerdo para “brindar apoyo a las personas más vulnerables de una manera focalizada”, lo concreto es que las economías afectadas por préstamos del Fondo se ven obligadas a recortar partidas presupuestarias en áreas como salud y educación para afrontar distintos pagos.
Como indicó la número uno del FMI: “Se necesitan dos para bailar el tango, así que ambas partes tenemos que hacer nuestra parte y encontrar un camino hacia un acuerdo”. Seguramente en esas tareas solicitadas está mantener los números en órdenes, dictados en el Presupuesto 2021, que antes de ser votado por el Congreso tuvo su visto bueno en Washington.
A pesar de que aún no hay un acuerdo total, otro funcionario del Fondo, Gerry Rice, comentó que es posible que las negociaciones pueden llegar a buen puerto para el mes de mayo. Remarcó que “los intercambios entre la Argentina y el equipo del FMI siguen adelante; estamos trabajando con las autoridades para un programa que pudiera apuntalarse con un servicio ampliado del FMI”.
Legitimar la estafa
Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, esperan con ansias cerrar el acuerdo cuanto antes. Piensan volver ley los nuevos acuerdos, por medio de votar un proyecto en la Congreso, para respaldar el nuevo saqueo.
La denuncia efectuada en campaña por parte del Frente de Todos al gobierno de Cambiemos por el endeudamiento ilegal, parece haber quedado en el pasado. Tanto que piensan devolver dólar por dólar y atar, nuevamente, de pies y manos al país con el Fondo.
La región está ante una nueva arremetida del organismo imperialista, al punto que de las propias declaraciones se desprende que el nivel de deuda de América Latina alcanzó el 79% del PIB, diez puntos porcentuales más que el último año, y más de la mitad de los fondos comprometidos por el FMI.
Aprobar nuevos acuerdos solo es sellar un derrotero de reformas laborales, previsionales e impositivas, un presente y futuro devastador. Suspender todos los pagos de manera unilateral, investigar la deuda y declarar un default soberano, son las únicas decisiones que priorizarían de verdad los intereses de los trabajadores y las mayorías populares.