jueves, 14 noviembre 2024 - 02:18

FMI. Ayuda a Massa para que se cumpla el acuerdo

La conducción del FMI y el ministro de Economía acordaron, en el marco de la reunión del G20, flexibilizar las revisiones trimestrales sobre el nivel de reservas. Mientras el gobierno sigue ajustando, necesita juntar los miles de millones de dólares exigidos para pagar la fraudulenta deuda externa.

Aunque el comunicado oficial de lo acordado entre Massa y Kristalina Georgieva en la India no se dio a conocer aún, su contenido ha trascendido en los medios.  

La información periodística señala que dadas las dificultades que atraviesa la economía del país se habría llegado a un acuerdo para que las metas de reservas se revisen anualmente. Actualmente la revisión es trimestral y no alcanzarían los dólares. Los objetivos de reducción del déficit fiscal y emisión monetaria quedarán inalterados. En resumen, le dan más tiempo para que junte las divisas necesarias para pagarles, pero el súper ajuste en curso seguirá adelante.

La reunión realizada durante este sábado 25 en horas del mediodía del país asiático, contó además con la presencia de la subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, y el secretario de Asuntos Económicos y Financieros Internacionales y titular del Indec, Marco Lavagna. Fue calificada por las autoridades del FMI como “muy buena”.

Según distintos economistas todos los índices de la economía se encuentran al borde del colapso. Por un lado, la promesa electoral de bajar el índice inflacionario al 3% mensual a partir de abril, con el índice del 6% de enero quedó en el olvido. Aunque el ministro suele ratificarlo –cada vez menos-, ya el vice ministro Rubinstein señaló que era una meta posible para fin de año.

La sequía dejaría una pérdida de aproximadamente U$S 14.000 millones, sin contar otras pérdidas todavía no cuantificadas, sobre las consecuencias de la helada reciente. A lo cual hay que sumar la necesidad de restringir las importaciones dada la falta de dólares, lo que sumado a tasas de interés positivas y la baja del consumo que origina la pérdida del poder adquisitivo de la población trabajadora, están produciendo una notoria baja de la actividad económica.

Otros nubarrones que en una crisis pueden tomar una dinámica explosiva, como una cuantiosa deuda en pesos que crece geométricamente y que tiene vencimientos a cortísimos plazos, han sido calificada de “bomba por la oposición, que teme estalle en una futura gestión de Juntos por el Cambio.

Las metas de reservas anuales no cambian

En este marco, la meta de reservas pactadas para el primer trimestre de este 2023 –U$S 7.825 millones- y las pactadas para junio – U$S 11.000 millones- sería inalcanzable, planteándole al gobierno la necesidad de solicitar una waiver (excención) a los funcionarios del Fondo, no una sino varias veces.

Según varios analistas, quedarían apenas 4 mil millones de dólares en las reservas, en una dinámica en la que el Banco Central gastó en los últimos 40 días U$S 1,400 millones para evitar que se dispare el valor de la divisa norteamericana. Las negociaciones a todo trapo con los bancos internacionales por un crédito “repro”- contra títulos del Tesoro argentino y con obligación de recompra- por U$S 1.000 millones, tampoco alcanzarían para tapar semejante agujero.

Según Lilita” Carrió, a Massa se le estaban acabando los conejos a sacar de la galera. Sin embargo, a la líder de la Coalición Cívica e integrante de JxC parece que se le escapó el apoyo del gran conejo: del FMI y su directora gerente Kristalina, que destacaron el sobrecumplimiento del país de las metas de ajuste impuestas por el organismo, en torno a la reducción del superávit fiscal y ajustes en la emisión monetaria durante el 2022. Esto haría que se aprobara la revisión del cuarto trimestre, con la asignación al país de U$S 5.400 millones destinados a pagarle al propio FMI los vencimientos de capital próximos del fraudulento crédito Stand By por U$S 45.000 millones contraído por Macri, reconocido por oficialismo y oposición en el acuerdo de Facilidades Extendidas aprobado por el Congreso argentino.

Lo que los medios oficiales marcan como una gran conquista del superministro es en realidad una política del imperialismo para dar más plazos en aspectos parciales del acuerdo y que no estalle todo.

Massa viajó al G20 con el discurso de que debía considerarse que el país perdió cerca de 5 mil millones de dólares por la sequía y la guerra; que si bien éramos deudores financieros, éramos acreedores ambientales y de producción de productos naturales que el mundo necesita; que había que exigirle al FMI que elimine la sobretasa que pesa sobre el país y las economías más pobres, etc., etc.

Además, aunque no se conocen los detalles de lo acordado, han trascendido las presiones del Fondo para que el ministro dé un impulso mayor todavía a los sectores exportadores que traen los dólares que el Fondo necesita se acumulen para pagarle, y menos importaciones de productos necesarios para el desarrollo de industrias y servicios ligados al consumo interno. Es decir, continuar con la profundización de un modelo extractivista con un achique permanente de los salarios, jubilaciones y planes sociales.

Cada vez más endeudados

Hace unos días los economistas y dirigentes de Juntos por el Cambio salieron a protestar por el curso de la deuda en pesos. Es que pese a que los economistas del oficialismo salieron a señalar que su tamaño con respecto al PBI sería menor que el que tienen otros países, lo cierto es que para un país engrillado por el pago de una fraudulenta y cuantiosa deuda externa, sin acceso al mercado de capitales, la seguidilla de sus vencimientos y el peso de sus intereses haría imposible sostenerla mucho tiempo sin “reperfilarla”. Esto es estirar forzadamente sus vencimientos hacia un futuro incierto al día de hoy.

Pese a que su advertencia fue calificada de “golpista por los funcionarios del gobierno porque podrían desatar una nueva corrida y estos optaron por bajar el tono de su discurso, son claras las declaraciones a CNN Radio de Agustín Monteverde, economista, profesor del CEMA, consultor de bancos y empresas, y consejero académico de Fundación Libertad y Progreso:  “Empezamos mal si comenzamos con la hipocresía de sostener que no se va a reperfilar la deuda del tesoro en pesos. Es absolutamente insostenible este volumen de deuda a estos plazos y en estas circunstancias de la Argentina. Hay varios frentes donde son una suerte de bombas armadas, es muy difícil que algo no se desate de camino a las elecciones”. (23/02/2023)

La deuda que está renovando Massa a razón de más de un billón de pesos por mes lo está haciendo a tasas de interés altísimas, “que hacen crecer aún más la montaña de compromisos por casi $ 13 billones que ya se acumularon para los próximos siete meses” [i]. Según la consultora EcoGo, la deuda en pesos total estriba en los 19,9 billones de pesos, de los cuales el 37% está en manos privadas y el resto en organismos públicos (entre ellos el Fondo de Sustentabilidad de la ANSES)[ii]

Un panorama incierto

Con una inflación imparable, un constante deterioro de los salarios e ingresos populares, una sequía récord, la economía entrando en recesión, la enorme sangría de la deuda en pesos y los pagos en moneda dura al Fondo y los acreedores internacionales –que solo en enero significaron U$S 4.000 millones-; sumados a una importante crisis política, la conducción del Fondo acordó flexibilizar los tiempos para la acumulación de las reservas pautadas para que se pueda cumplir con las duras metas de ajuste exigidas para este 2023, en un panorama de gran incertidumbre e inestabilidad política y económica.

Es que más allá de las ayuditas de Georgieva a su protegido ministro, y de las necesidades del gobierno de Biden de que pase el ajuste sin un estallido social, la suerte de las variables económicas va a terminar de resolverse en las calles y en las luchas, en la resistencia de los trabajadores y enormes sectores de la población a este plan de ajuste y entrega implementado por el gobierno del Frente de Todos y avalado, más allá de tal o cual matiz, acuerdo con el FMI mediante, por toda la derecha liberal de Juntos por el Cambio, Milei y toda la casta político y empresarial de la Argentina.

La única salida para los que levantamos este país con nuestro trabajo todos los días es la opuesta. Como propone el MST en el Frente de Izquierda Unidad, hay que romper de inmediato con el FMI y los acreedores buitres de la deuda, para implementar otro plan económico radicalmente opuesto, al servicio de las necesidades de nuestro pueblo.


[i] La Nación 25/02/2023.

[ii] “Deuda en pesos: diez datos claves para entender el duro debate entre el Gobierno y la oposición”, Noticias de Bariloche, 12/02/2023

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