En medio de negociaciones para lograr un nuevo préstamo del organismo, el gobierno omite al Congreso y lanza un decreto.
Todo sea por la inflación
Entre denuncias por estafas y coimas, el gobierno necesita defender con uñas y dientes la desaceleración de los índices inflacionarios. Es así como pasaron gran parte de este 2025 liquidando reservas para sostener la brecha cambiaria y, por lo tanto, evitar que se abra un nuevo ciclo inflacionario.
En Periodismo de Izquierda, te contábamos que en febrero se perdieron USD 312 millones, y en la suma de los dos primeros meses de 2025, en total se quemaron USD 1.612 millones. Tal situación fue advertida desde un amplio espectro político, incluso grupos empresariales presionan hacia una devaluación.
Ante esta situación, la estrategia del gobierno fue la de prender velas en la Casa Rosada y pedirle como deseo al Tío Sam un nuevo desembolso del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, los señores del norte no otorgan regalos; siempre desean algo a cambio.
Las arduas negociaciones con el organismo internacional derivaron en el anuncio que hizo la Oficina del Presidente a través de las redes sociales, donde sostuvo que “se dictará y remitirá al Congreso Nacional un Decreto de Necesidad y Urgencia para obtener su apoyo en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional“.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) March 6, 2025
Esta formulación busca ser engañosa adrede para que el presidente haga una pose de tener algún tipo de compromiso con la institucionalidad y demostrarle al Fondo el fuerte apoyo político y social que pide. Lo cierto es que el DNU, desde su momento de publicación, tiene validez, aunque el Congreso no lo trate; y si así lo hiciera, bastaría con que una sola cámara lo apruebe o no lo rechace para que este se mantenga.
La dinámica de gestionar por DNU fue una lógica que el gobierno imprimió desde su asunción y fue permitida por todo el arco de la política institucional, al que se le desvanecían los votos cada vez que tenía que oponerse en el recinto. Hoy, muchos de ellos vuelven a cacarear, cuando actuaron con complicidad durante este tramo de la gestión libertaria.
Según explicó el gobierno en el comunicado, este acuerdo permitiría fortalecer el balance del Banco Central, como “hito esencial para consolidar la estabilidad monetaria, financiera y macroeconómica y continuar con el proceso de desinflación y de liberación de las restricciones cambiarias”.
Para no dejar equívocos, en el último párrafo remarca que “convertir la lucha contra la inflación en una política de Estado constituye la clara señal de que los representantes del pueblo han comprendido el mandato expresado en las urnas”.
El mismo discurso, donde el aumento en la pobreza, los sueldos miserables y los despidos no alcanzan para contener la inflación, sino que además es necesario entregar nuestra soberanía al mejor postor.
El gobierno dispara este anuncio donde se desconocen especificaciones, montos, plazos, formas de pago y términos. Mientras tanto, en paralelo, no hay pleno acuerdo con la entidad de crédito. Julie Kozack, vocera del FMI, afirmó este jueves que “hay un entendimiento compartido sobre la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas monetarias, fiscales y cambiarias, mientras, muy importante, avanzamos en las reformas para el crecimiento”.
Aun así, “desde nuestro lado, como señalé, las negociaciones continúan de manera constructiva. En términos del proceso desde el lado del FMI, una vez que se completen las negociaciones, como con cualquier programa del FMI o programa propuesto, el acuerdo final, los documentos requerirán la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI“, afirmó.
No es desprolijidad, es entreguismo al cubo. Milei le pide al Congreso que convalide un acuerdo que va a profundizar los condicionamientos en materia monetaria, económica, financiera y política, teniendo ocultos ejes centrales del mismo. Básicamente, le pide a un recinto cómplice un cheque en blanco que va a derivar en mayor ajuste para nuestro pueblo.
Si realmente queremos que nuestro país progrese, al contrario de lo que esgrime el gobierno libertario, hay que cortar las cadenas del Fondo, que siempre nos llevaron a programas políticos antipopulares, y auditar esa deuda ilegal, inmoral y fraudulenta. Al hacerlo, se revelaría la gran estafa que constituye y que quiere sumar un nuevo capítulo con este acuerdo con un presidente investigado en múltiples países por el Criptogate, y por ende, no habría que pagar más ni un solo peso de la misma.