miércoles, 18 diciembre 2024 - 14:09

Florencio Varela. Después de 5 años de lucha y calvario, ¡será Justicia!

El infierno que vivió Damiana Valenzuela, madre de una menor de tan solo 11 años de edad que sufrió un abuso sexual agravado con acceso carnal, gracias a la organización y la pelea tiene un resultado justo. Este aberrante abuso, ocurrió el 11 de noviembre del 2016 en el Barrio Don José de Florencio Varela.

El acusado, Jorge Íñigo, de 38 años de edad al momento del hecho era amigo del padre e inquilino de la familia de la menor y utilizó esta condición de cercanía para abusar de la nena. Para Íñigo y su familia está naturalizado el abuso sexual intrafamiliar, justamente porque nunca hubo denuncias. M.G no es su única víctima, pero si la única que se atrevió a romper el silencio pese a las amenazas del abusador para seguir impune.

Nada fue fácil. Íñigo contaba con la complicidad policial de la comisaría 2da del kilómetro 26, donde lo dejaron en libertad. Nos mentían sobre que estaba detenido ahí, por eso se manifestaron familiares, amigos y víctimas realizando escraches en la puerta de esa comisaría.

Estas irregularidades se denunciaron en Asuntos Internos en la ciudad de La Plata. Ahí dio un giro la causa e Iñigo fue detenido. Hace 5 años que está en la cárcel de Florencio Varela y la causa pasó a los Tribunales de Quilmes a cargo de la fiscal Mena. Nunca cesó el hostigamiento de parte de los familiares del violador a M.G. y sus allegados. Éstos denunciaban falacias para que a la victima se le impongan medidas cautelares perimetrales. Como en un mundo del revés, no se privaron de nada, llegando incluso a exponer a la menor en la redes sociales.

En el Tribunal Oral N° 1 se llevo a cabo el debate. Los magistrados Cecilia Maffei, Fernando Calecta y Marcela Vicio condenaron por unanimidad a Jorge Íñigo a 12 años de prisión.

El fallo condenatorio se dio a conocer en horas del mediodía del 16 de febrero. Se comprobó la autoría y se valoraron los informes periciales que constan en la causa, como entrevistas de psicólogos del Departamento Judicial que refirieron a la patología de la menor.

También fue valorado el relato del profesional que la asiste de forma privada, tomando como referencia los daños gravísimos que padece y la dificultad de relacionarse con otras personas.

Damiana, después de haber dado batalla a veces sola, refirió que se sintió muy cómoda y acompañada por el MST, y agradecida tomo la decisión de dar el paso de integrarse a nuestra organización para construir y tener las herramientas que le permitan luchar por los derechos de todas y todos. Tanto este, como otros casos, seguirán teniendo el acompañamiento de la mesa de género de Juntas y a la Izquierda de Florencio Varela.

Claudia Núñez

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