El 12 de abril la Facultad de Filosofía fue noticia nacional ante las agresiones ejercidas por militantes de la agrupación Ya Basta-Nuevo Mas hacia compañeres del Frente de Izquierda Unidad.
La provocación comenzó cuando el Nuevo Mas golpeó a compañeras y rompió carteles que reclamaban por la libertad a Jaru Rodriguez, estudiante de la Facultad de Sociales detenido por movilizarse contra el FMI y por la libertad a Sebastián Copello y Juan Chorolque detenidos por el gobierno de Morales en Jujuy.
Lógicamente esto generó la reacción y defensa, por parte del Frente de Izquierda Unidad, de los espacios de militancia diaria y de la integridad física de les compañeres.
Lamentablemente este no es un hecho aislado. El 23 de marzo, hace pocas semanas, se repitió esta metodología por parte del Nuevo Más, agrediendo compañeras y rompiendo el mobiliario de agrupaciones de izquierda en Filo. Ante el abuso cometido hasta el Centro de Estudiantes y la gestión peronista, que responden al gobierno nacional, se vieron obligadas a repudiar el hecho.
En la asamblea del 24M de este año, se armaron cordones de autodefensa, sí en una asamblea, porque el Ya Basta – Nuevo Más también amenazó con violentar a les militantes de El Colectivo, el hecho no llegó a mayores.
La dirección de este pequeño grupo encabezado por Manuela Castañeira ha entrado en un proceso de descomposición y decadencia, con prácticas de provocación reaccionarias, propias de barra bravas y sectores desclasados, ajenas de las organizaciones revolucionarias, anticapitalistas y de lucha de les trabajadores. Son provocadores que lo hacen para victamizarse después. Todo estás acciones y actitudes están muy lejos de una estrategia revolucionaria y colectiva, que requiere de la más amplia condena social.
Están ante un problema inocultable. En primer lugar, no pueden seguir imponiendo por la fuerza lo que no consiguen ante la impotencia ideológica y política que arrastran. En segundo lugar, es muy equivocado llevar adelante una lucha tan visceral contra el FIT Unidad, que más allá de todas las diferencias políticas que podemos tener, nunca nos reconocemos como enemigos, estamos en el mismo lado de la trinchera.
Su resistencia a la unidad de la izquierda se da en todos los niveles, con el objetivo electoralero de autopromoción individual de su figura pública y la autoproclamación ficticia, de que solo elles pueden cambiar la realidad. Esa es otra ubicación alejada del movimiento obrero y estudiantil. Los resultados en filosofía son un ejemplo de la política criminal de esta dirección, que decidió autoexcluirse de una gran alianza de toda la izquierda en la facultad y como consecuencia, por 85 votos la izquierda no pudo recuperarlo. El Nuevo Más hizo una floja elección no llegando ni al 10%, ubicándose en un cuarto lugar atrás del FEI, una fracción de la Franja Morada.
En fin, una elección en la que decidieron militar abiertamente para el brazo estudiantil del gobierno quien retuvo el Centro de Estudiantes, en un año clave para enfrentar la orientación ajustadora del FMI. El peronismo fue quien más festejó la política divisionista del Nuevo Más.
Toda esa energía, violencia y dinámica volcada hacia compañeres de la propia izquierda solo es funcional al régimen político, al oficialismo y dan luz verde para que la derecha más rancia monte campañas falsas anti izquierdas.
Llamamos a toda su militancia de base, honesta, a cuestionar todas estas prácticas, reflexionar, debatir y romper con este rumbo que solo lleva al aislamiento y al rechazo permanente de amplias franjas de activistas.
En otro orden, la gestión de manera equivocada ya dictaminó la suspensión de clases desde el 12/4 y el 13/4, castigando al conjunto de la comunidad educativa y amenazando con posibles sanciones.
Desde el MST en el Frente de Izquierda Unidad repudiamos el ataque y la violencia de este sector. Defendemos el derecho a hacer política libremente en la facultad sin poner en riesgo físico la integridad de ningún compañere. Reivindicamos la confrontación ideológica como la mejor arma para hacer política, militamos los espacios donde las diferencias se diriman en base al debate colectivo y la participación masiva no violenta entre compañeres. Hay que abandonar el patoterismo infantil y hacer política real, la única forma de enfrentar a las agrupaciones del gobierno es fortaleciendo la unidad de la izquierda dentro y fuera de la facultad.
Abril Cabello y Ariana del Zotto