Con el acuerdo de 23 provincias –menos la Ciudad de Buenos Aires- se firmó un nuevo “consenso fiscal”, una negociación sobre cómo se acomodarán los recursos en una economía signada por el ajuste para pagar la deuda externa. El acuerdo se realizó en el marco de distintas disputas políticas de miras al año electoral, como entre otras, refleja el conflicto con Rodríguez Larreta.
Cruzada por la disputa entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Bs. As. por la reducción de la coparticipación federal que a esta última se realizó, con la presencia de 18 gobernadores y 3 vices en la Casa Rosada, el viernes 4 se acordó entre los representantes nacionales y provinciales el nuevo “consenso fiscal”. No estuvieron presentes, pero apoyaron el acuerdo, Rodríguez Saa de San Luis, quién prefirió ausentarse por considerarse persona de riesgo y Gerardo Morales de Jujuy, quién firmó previamente pero no estuvo por problemas de “agenda”. Por el gobierno nacional, acompañaron al presidente Fernández, el presidente de la Cámara de Diputados Sergio Massa, el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros Guzmán de Economía, “Wado” de Pedro de Interior y la directora de AFIP, Marcó del Pont.
El gran ausente fue el que hoy figura como el principal adversario electoral del frente gobernante, el dirigente de Cambiemos y Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Con él existe un conflicto abierto por la reducción en 1,8 % de la cuota coparticipable que es destinada a este distrito. Algo ya ejecutado por decreto y ratificado por el Congreso.
Esta disputa ha abierto además, otro frente de tormenta por la aprobación en la Legislatura porteña de un impuesto a las Leliqs. Impuesto al que ha salido a cruzar rápidamente el ministro Guzmán, porque esta medida provocaría un incremento del crédito, pero que tiene como contrapartida que en el presente consenso es permitido y ya varias provincias lo venían haciendo.
Medidas acordadas y disputas varias
Sobre la base del reparto de 70.000 millones de pesos puede observarse que algunas de ellas están directamente ligadas a los futuros acuerdos con el FMI, como el impedimento de aumentar el stock de deuda en moneda extranjera durante un año, y otras, para permitir a las provincias sostener un nivel impositivo alto para paliar una economía en recesión y ajuste, como es el caso de la prorroga hasta el 31 de diciembre de 2021, de la reducción progresiva de impuestos.
Además, como parte de la pelea con Larreta, se firmó una cláusula que determina “Que la reasignación de recursos en transferencia de competencias (por ejemplo, de la policía de la Nación a la Ciudad) se implemente a través de fondos del Tesoro Nacional y no de recursos de la coparticipación federal.” (Infobae 05/12/2020). Al ejecutarse esta forma de liquidación –en el caso de la Federal de CABA- se busca que el monto de coparticipación de la Ciudad bajé al histórico 1,4 %.
Para coronar el acuerdo, aparte de la adhesión al Registro Único Tributario de la AFIP, se suspenden “en el próximo año procesos judiciales y deberán suspenderse por un año los ya iniciados” (ídem). Larreta, en cambio, peleará su coparticipación en la Corte Suprema. Recurso que ha sido respondido por el gobierno amenazando de concurrir también a dicha instancia para reclamar la devolución de 72.000 millones de pesos que entre 2.016 y 2.019 Macri les habría transferido de más.
Fernández: “no es para ajustar, es para crecer”
En el discurso del presidente se señaló que “la responsabilidad no es de la que se hablaba años atrás cuando se hablaba de ajustar, la responsabilidad es cómo vamos a crecer” (Clarín 05/12/2020).
Parece que el presidente está hablando de cómo van a “crecer” los negocios de los empresarios, porque basta mirar los índices récords de pobreza e indigencia, los salarios de los trabajadores muy por debajo en promedio de la canasta familiar, las reducciones a las jubilaciones o la miseria de los planes sociales cuando el hambre, ¡si el hambre señor presidente!, aumenta de la mano de la desocupación y la pobreza record.
El tironeo por la torta del reparto fiscal, muestra para donde está orientada la economía. Los socialistas no propondríamos bajar la coparticipación de la CABA, para distribuir recursos de acuerdo al vaivén político. Liquidaríamos la actual coparticipación, que por ejemplo hace que la provincia de Bs.As. reciba un 50% menos por habitante que el promedio nacional y proponemos aumentar toda la masa de impuestos, sobre la base de un plan de impuestos progresivos, que elimine el IVA en forma definitiva a los productos de la canasta familiar y grave sustancialmente a las grandes empresas y fortunas.
En ese sentido iba la propuesta del FIT(U) al impuesto a los ricos, recientemente sancionado después de 9 meses de pandemia, que a diferencia del proyecto oficial permitía recaudar 15 y 20 mil millones de dólares, muchos más que la “contribución por única vez” del gobierno, que con suerte recaudará entre 2 y 4 mil millones y que, como otras medidas, intenta disimular el enorme ajuste que este fin de años están descargando sobre los trabajadores, los jubilados y el pueblo pobre de este país.
Gustavo Giménez