El gobierno de Milei lanzó a sus periodistas “ensobrados” y a sus trolls amigos a hacer una campaña contra la lucha de las y los trabajadores del Hospital Garrahan, mientras que, por otro lado, entregaba el aumento que hubiera correspondido si hubiera puesto en funcionamiento la Ley de Emergencia en Pediatría. ¿Por qué salieron con esta campaña?
La declaración de la dirección del Hospital Pediátrico Garrahan intentaba desligar la conquista del aumento de la lucha que vienen llevando adelante los trabajadores y las trabajadoras del hospital desde el inicio del gobierno de Milei. Para reforzar esto, los voceros no oficiales de los libertarios en medios masivos de comunicación, como Eduardo Feinmann y Mariana Brey o en redes como X salieron con fuerza con una campaña macartista contra una de las referentes de la lucha: Norma Lezana, secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan.
Macartismo explícito
En la entrevista con Feinmann en su programa de A24, el periodista de derecha expresó que, supuestamente, Norma Lezana había mentido al no declarar que era militante del MST y candidata a diputada nacional como parte de las listas del Frente de Izquierda Unidad. Y continuó marcando que los trabajadores del Garrahan solo luchan contra este gobierno porque cortó curros y porque son golpistas.
Como expresa muy bien Norma, ella nunca mintió: su participación es pública y su militancia organizada nunca la sacó del eje. Ella da el alma y la vida por el hospital y sus pacientes. Por eso peleó por las condiciones de salario y de trabajo contra todos los gobiernos.

El amor de los trabajadores por el hospital se muestra en la decisión de las familias de acompañar su reclamo y de organizarse para poder actuar con fuerza. Familias que, aún con sus hijos en atención, salían a aplaudir las rondas desde el patio del hospital, ponían autos para la caravana y se movilizaron siempre junto a ellos.
La mentira de que el gobierno cortó con los curros es fácil de desenmascarar: primero, en el Garrahan no había ningún curro; Milei lo único que hizo fue congelar salarios y usar la plata para la timba financiera, como lo muestra el último balance del hospital conocido hace poco. Es más, con las más de 300 renuncias que hubo, el gasto en personal bajó de un año a otro.
Lo de “golpista” no tiene ni sentido de expresar respuesta. El golpeador es el gobierno que hambrea, ataca y persigue a los trabajadores. Un ejemplo claro es el de la última semana, cuando descontó entre 300 mil y 500 mil pesos de sueldo a los trabajadores.
La farsa del periodismo burgués y las redes de fake news
El actuar de los voceros no oficiales del gobierno fue brutal: las editoriales y preguntas que efectuaban al equipo del hospital demostraban una comunicación directa con los equipos del gobierno que preparaban las preguntas y las campañas.“Vos, Feinmann ¿Cuánto cobrás?”, le preguntó Maximiliano Beares al periodista en su piso. El conductor no quiso contestar, obviamente. Lo que deberíamos saber es cuánta plata le da la empresa YPF, que tiene mayoría accionaria del Estado argentino.
La empresa, en lo que va del gobierno de Milei, se convirtió en la forma de poner pauta oficial de manera discrecional. Y el primer trimestre de este año es el de mayor gasto desde 2012.
Por otro lado, el conglomerado de trolls de X financiados por el estado, a través de la SIDE y la asignación de puestos, fortaleció por todos lados la campaña que, sin embargo, recibía una contramarea orgánica de personas que defendían a los trabajadores y sus respuestas.
La reivindicación a Norma y a Maximiliano reflejaba la incapacidad del gobierno para instalar su agenda, que quedaba en el piso por la alegría que generaba esta victoria y por la altura de las respuestas. Un ejemplo claro es la respuesta de Lezana: “Eduardo, ¿vos hacés terapia? Porque no podés estar así de enojado porque ganamos los trabajadores”. Se volvió viral y fue celebrada de manera masiva por amplios sectores.
¿Por qué hacer esta campaña?
La lucha de los trabajadores y las trabajadoras del Garrahan fue un golpe para el gobierno de Milei; el apoyo de la población por esta lucha era masivo. Más allá del triunfo electoral de La Libertad Avanza, la no resolución de este conflicto era algo que seguía horadando la imagen del Ejecutivo. A la vez, como los trabajadores no aflojaban y seguían en lucha, la perspectiva no era de que mejorara.
Ahora, en toda esta realidad, el punto de inflexión fue el viernes de la semana pasada: frente a los descuentos, los trabajadores y sus sindicatos combativos decidieron ir a buscar respuestas a la dirección y, ante la ausencia de las autoridades, decidieron una permanencia en la misma hasta recibir una respuesta. La campaña de trolls se intensificó, la búsqueda de manchar a quienes son la cara del conflicto creció, pero no lograron empañar la imagen que la lucha del Garrahan tiene en la población.
Frente a esta situación, el gobierno izó la bandera blanca y dio el aumento. Quizá, por ser una medida económica, el paso atrás más grande de los que ha tomado el gobierno de Milei.

Conclusiones que llenan de energía
Los abrazos de los trabajadores, las familias y los que acompañaron la lucha ayer en la conferencia de prensa reflejaron que luchar sirve. Que construir en unidad a pesar de las diferencias, con asambleas, reuniones y cabildos abiertos para sumar a otros espacios es esencial para fortalecer las medidas que se tomen. El Garrahan es un ejemplo de cómo ir construyendo correlación de fuerzas. Si hay organización consciente y análisis científico del momento y la realidad, se puede doblegar a este gobierno.
Ahora hay que aprovechar este impulso para ir por la victoria de todos los sectores en lucha, como la universidad, la discapacidad, los jubilados, y organizarse para frenar la reforma laboral que se viene.

