martes, 5 noviembre 2024 - 05:14

EuroLat. Para Cristina, el capitalismo es el mejor sistema

Cristina Kirchner inauguró las sesiones de la Asamblea Parlamentaria Euro Latinoamericana (EuroLat). En su discurso defendió al capitalismo como “el sistema más eficiente y eficaz para la producción de bienes y servicios”. Volvió a criticar al FMI y al “partido judicial”. Atacó a la OTAN, pero se cuidó mucho de criticar y mencionar por su nombre al conductor de la invasión a Ucrania, Vladimir Putin. Mientras hablaba, decenas de miles de manifestantes de las organizaciones sociales colmaban las calles de Buenos Aires reclamando trabajo y asistencia, frente al tremendo crecimiento de la pobreza, debido a las políticas del gobierno del que CFK es vicepresidenta.

Entre las frases más comentadas del discurso de CFK de este miércoles 13 de abril figura “que te pongan una banda y te den el bastón no es todo el poder”, que algunos atribuyen a su interna con Alberto y otros señalan que seguía el hilo de su discurso en torno a la supuesta debilidad de los Estados para combatir el poder de los monopolios, como si fueran dos partes de una ecuación con intereses distintos. Es su concepción de un sistema capitalista que “se ha demostrado como el sistema más eficiente y eficaz para la producción de bienes y servicios. Está claro que la producción de bienes y sservicio que necesita la humanidad de las proteínas hasta la tecnología más sofisticada de un celular o de cualquier otro se desarrolla más eficientemente con mayor escala este sistema”.

Podríamos comenzar por preguntarnos dónde está la eficiencia de este capitalismo eficaz. La propia Cristina reconoce que, en un discurso frente al Parlamento europeo en 2007 había señalado la desigualdad social que existía en el mundo: “Todavía no había venido la pandemia y está muy claro que vivimos en un mundo cada vez más desigual. La pandemia no ha hecho más que acentuar trágicamente esa desigualdad.” O si queremos referirlo a una catástrofe social actual, basta tomar las recientes declaraciones de la vice secretaria general de la ONU, Amina Mohammed, quien acaba de señalar que, por la crisis en el precio de los alimentos en esta coyuntura cruzada por la guerra en Ucrania, se corre el riesgo de sumir a 1.700 millones de personas –una quinta parte de la humanidad- en la pobreza, la indigencia y el hambre.

Para la vicepresidenta el modelo económico capitalista es el más eficiente y eso no está en discusión. Y expresa que las variantes de ese modelo pueden ser “el Estado de bienestar y el neoliberalismo”, que “son construcciones políticas, no son proyectos ni modelos económicos”. Entonces defendiendo su modelo afirma que “fue la pandemia la que vino a reinstalar la idea del Estado, porque, ¿alguien se ha preguntado lo que hubiera sido de la vida de todos nosotros, de todas nosotras si los Estados no hubieran intervenido construyendo hospitales, atendiendo a los enfermos, negociando con el mercado? O sea, los laboratorios, las vacunas para que pudiéramos salvarnos y no morirnos nosotros y nuestros seres queridos?”.

Un relato que niega la realidad

¿Dónde estuvieron los Estados para prevenir el surgimiento de virus como el Covid 19? Que según muchos científicos está muy ligado al desequilibrio que produce la explotación con criterios extractivitas de la naturaleza ¿Dónde estuvieron dichos Estados a la hora de aunar esfuerzos para que la investigación científica común diera una vacuna eficaz lo antes posible, relegando la investigación y desarrollo a la competencia capitalista de cada laboratorio o grupo monopólico? ¿Dónde estuvieron los Estados para eliminar las patentes y proveer rápidamente a la producción masiva de vacunas, que se concentraron en los países centrales, porque ese es el negocio de los monopolios farmacéuticos, provocando que áreas enteras del mundo pobre, generaran nuevas y mortales variantes por falta de vacunación? Por solo mencionar algunos datos de la eficacia de los Estados frente a una pandemia que aún no ha terminado y que provocó millones de contagios, enfermedades graves y cientos de miles de muertes evitables.

La realidad es y ha sido la contraria al relato de Cristina. Los Estados capitalistas, imperialistas en esta época del capitalismo, no tienen como objetivo fundamental desarrollar “el Estado de bienestar”, sino garantizar las ganancias de un capitalismo que necesita recortar cada vez más los presupuestos estatales para jubilaciones, salarios, asistencia social, salud o educación públicas, para garantizar los sacrosantos márgenes de ganancia. Y eso lo hace el ministro Guzmán, a quien tanto critica, tanto como su protegido gobernador Kicillof en la administración más grande del país, también su cuñada Alicia en la riquísima en recursos naturales provincia de Santa Cruz.

Justamente la realidad ha sepultado hace rato el relato de Cristina en tono a la posibilidad de un “capitalismo humanizado” con un “Estado de bienestar” diferente de las políticas neoliberales. Solo un Estado distinto, no dirigido por la casta que administra los negocios capitalistas, un Estado donde el gobierno lo ejercen los trabajadores y mayorías populares podrá, como proponemos desde el MST en el FIT-U, sentar las bases de una sociedad verdaderamente democrática, en la que se termine con las desigualdades, que sea eficiente y eficaz en torno a la producción de bienes y servicios y evite la brutal depredación de la naturaleza actual. Una sociedad sin explotación, hambre y miseria. Una sociedad socialista.

Sus críticas a la Justicia y al FMI

Criticando al poder judicial, cuya estructura central no pretende reformar, afirmó: “Después de que nuestro país fue endeudado por el préstamo más grande del que se tenga memoria e ilegal también la forma de otorgarlo por parte del FMI, ningún juez haya advertido a alguna irregularidad, o alguna ilegalidad. Raro…”.

Reitera su oposición al acuerdo con el FMI, al que denuncia. Pero así como nunca llamó a movilizar para rechazarlo en serio,  ahora presenta un proyecto para pagarle al Fondo con los capitales fugados, termina reconociendo. Un reconocimiento que es aún más claro en el hecho que tanto ella como Máximo, sus diputados y funcionarios siguen siendo parte de un gobierno que, producto de este acuerdo, va a aplicar un durísimo plan de ajuste contra el pueblo argentino, según el propio kirchnerismo denuncia.

Crítica a la OTAN y se olvida de Putin

En medio de una guerra en la que es necesario a la par de denunciar el manejo de las potencias nucleadas en la OTAN, denunciar la mafia capitalista que con Putin a la cabeza gobierna Rusia, hay que exigir el retiro inmediato de las tropas rusas, que son las que están invadiendo una nación independiente, destruyendo ciudades y masacrando a miles de sus habitantes, la vice solo denuncia a la OTAN como centro.

Para intentar despegarse un poco de tan terrible masacre señaló que en el 2014 mi país, yo era su mandataria, votó una resolución de Estados Unidos condenando lo de Crimea, porque como somos coherentes, respetamos el principio de integridad territorial a lo largo y a lo ancho de todo el planeta”.

Cabe preguntarse por qué en una asamblea que tiene el título tramposo de “por una recuperación justa, inclusiva y en paz” la vice presidenta no ha exigido a Putin que retire las tropas ¿Será porque dirigentes kirchneristas a través de sus medios y propagandistas, con la excusa de razones “geopolíticas” justifican la invasión de Putin?

Además, Cristina no explica en su renovado discurso antiimperialista por qué durante los tres periodos que gobernó el kirchnerismo en soledad no se sancionó a ninguna empresa que, violando las leyes argentinas, tenía negocios con los piratas de las islas, como fijaba la ley de Pino Solanas, aprobada en su momento. Tampoco explica cómo integra un gobierno que en dos años no ha hecho más que declaraciones sin tomar ninguna medida efectiva contra la usurpación de las islas.

Pero quizás donde mueren las palabras del relato es cuando mientras reivindica y homenajea a los ex combatientes, la titular del PAMI, la dirigente cristinista Luana Vonovich los maltrata, como se comprobó en la movilización y el reclamo hecho por estos hace unas semanas frente a la sede del PAMI central, porque no les estaban entregando los medicamentos y tenían muchos problemas para la atención de ellos y sus familias. Protesta que además fue violentamente reprimida por la policía.

Llama la atención que en este discurso de la vicepresidente al referirse a los 5 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, señala que “todos, salvo China en algún momento no han respetado las normas del Derecho Internacional”. O sea, que aunque China invadió Vietnam, o ahora que ejerce una brutal opresión nacional contra el pueblo Igur entre otras violaciones, se trata de una nación respetuosa de las normas.

El capitalismo es explotación y miseria

En resumen, otra pieza del relato K probablemente funcional a la interna, para evitar el drenaje de muchos que repudian el pacto con el FMI y están hartos del ajuste y la miseria. Una continuidad del doble discurso: criticar pero seguir integrando un gobierno que es responsable de que miles y miles tengan que salir a la calle a reclamar el trabajo, la asistencia, los alimentos para sus familias, contra el plan de ajuste que implica el acuerdo con el FMI.

A los que votaron al Frente de Todos, a los honestos militantes kirchneristas que sueñan con la “liberación nacional y social”, desde el MST en el FIT-U les decimos que no hay manera de pelear por esos objetivos que compartimos desde un gobierno que acordó con el FMI. Les decimos que no pueden disputar “desde adentro”, que el capitalismo tiene un solo rostro y es salvaje. Y que los invitamos a construir una herramienta distinta de los trabajadores y las mayorías populares al servicio de esa pelea y ese sueño de liberación.

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