Fue publicado en el boletín oficial este miércoles la vigencia de la ley conocida como Etiquetado Frontal.
Después de años de lucha por una ley para tener información clara y segura del contenido de los alimentos, y de meses desde que se conquistó su aprobación, el gobierno publicó el decreto de reglamentación de la Ley de Etiquetado Frontal. A partir de ahora, los envoltorios de alimentos tendrán que tener un hexágono negro que advierta cada exceso de componentes críticos como azúcares, aditivos, sodio, grasas trans y otros.
La presentación de la ley, las campañas de difusión y movilizaciones estuvieron impulsadas por colectivos que nuclean a organizaciones, asambleas y colectivos socioambientales; pero también a miles de profesionales como nutricionistas, científicos, médicos e investigadores que aportaron fundamentos al debate que masivamente tuvo lugar en el 2021.
La pelea por conquistar esta ley y lograr su promulgación es contra todas las corporaciones alimentarias que a través de publicidad alientan el consumo de ultraprocesados en niños y en adultos, con los engañosos envases verdes que prometen salud. Esta industria que está extremadamente concentrada en el mundo pero especialmente en Argentina -solo dos empresas tienen casi la totalidad de la producción- también es la responsable de los altos precios en los alimentos y de producir escasez en góndolas por decisión consciente.
Es por eso que celebramos la promulgación conquistada por el movimiento socioambiental que viene dando pelea en las calles contra todo extractivismo, que crece día a día en distintos sectores y que viene de una importante jornada por el Día plurinacional del agua; pero también entendemos que con el etiquetado no alcanza para lograr una alimentación saludable para las mayoría. Partir de pensar en el acceso a los alimentos como un derecho es clave.
Contra las extorsiones del lobby alimentario, la implementación de la ley de abastecimiento. Por la apertura de los libros contables y estatización de las empresas que incumplan con los precios o la información clara del contenido de los alimentos. Por la educación ambiental integral sin injerencia del extractivismo, para dar conocimiento de los peligros del consumo de ciertos alimentos. Por prohibir los agrotóxicos e ir hacia la agroecología. Esas son algunas peleas que nos quedan por delante luego del impulso de este nuevo logro.