Después de varias idas y vueltas, donde se postergó dos veces el acuerdo, UPCN y ATE firmaron la paritaria 2022/23 para los estatales nacionales. El aumento acordado es del 60% en 5 cómodas cuotas, tres de ellas en 2022 (16% junio, 12% agosto, 12% octubre) y dos en 2023 (10% enero y 10% marzo). La rúbrica tendrá una revisión en octubre. Además habrá un 10% más de aumento para el convenio SINEP, continua la suma fija de $4000, aumento el reintegro para jardines de primera infancia a $18.806, y aumentan los porcentajes de los viáticos, presentismo, compensaciones y adicionales.
Este acuerdo se da en sintonía con el resto de los acuerdos paritarios de los distintos gremios que cerraron en torno al mismo número: bancarios, pasteleros, gastronómicos, comercio, alimentación, sanidad, entre otros en un contexto inflacionario altísimo. Tras el pico de inflación de 6,7% de marzo, y de 6% en abril si bien algunas consultoras vaticinan una baja en el índice de precios se especula que en mayo será entre el 5 y el 5,4%. La mayoría ya pronostican que la inflación tendrá este año un piso del 70%. Así, superará ampliamente el 50,9% que se había registrado en 2021.
Los estatales cada vez más pobres
Si bien los sindicatos salen a festejar esta paritaria como un logro, la realidad es que la mayoría de los trabajadores estatales estamos por debajo de la línea de la pobreza y no tenemos nada para festejar. Para empezar, algo que venimos repitiendo desde hace tiempo es que la burocracia cada vez que habla de las paritarias solo hace referencia a los porcentajes pero no a los montos. Por ejemplo categorías como la D0 o la C0 (mayoritarias en el Estado) estarán en $55.589 y $63.494 de bolsillo desde el 1 de junio. ¿Alguien piensa que con ese salario se puede vivir dignamente cuando el umbral de pobreza al 30 de abril de 2022 está en $95.260?. Ni hablar de que los aumentos, anunciados con bombos y platillos, de los ítems que complementan el salario como: viáticos, presentismo, compensaciones y adicionales, son mínimos.
Les compañeres de la junta interna de ATE INDEC mes a mes hacen el cálculo de cuánto debe ganar un estatal con una familia tipo para cubrir la canasta familiar total, ese monto está hoy en $154.134. Estamos muy lejos de ese monto y esto es porque arrastramos desde el 2014 una pérdida salarial constante que nunca fue recuperada sino que día a día se profundiza y es responsabilidad del gobierno de Macri pero también del gobierno de Alberto y el Frente de todos y su política de ajuste y entrega.
Ver: Ingrid Urrutia, delegada general de ATE INCAA en radio abierta del INDEC.
Los temas que faltaron en la paritaria
Uno de los temas principales que no se hablaron en la paritaria y que por lo tanto no formó parte de la firma del acuerdo es el pase a planta permanente. Un reclamo histórico que sostiene nuestro sindicato desde hace años no aparece ni en el temario ni en el acuerdo. La promesa de los 30 mil pases a planta permanente que Alberto hizo en diciembre de 2019 quedó simplemente en eso: una promesa. A esta altura solo se concretaron 3 mil y lo más probable es que no haya un gran avance en este sentido.
Tampoco el acuerdo hace referencia a la reglamentación del ascenso vertical para el desarrollo de la carrera profesional dentro del Estado y no se tocó el tema de la presencialidad o el régimen bimodal de trabajo. El descuento compulsivo que se aplica desde el 28 de Diciembre de 2021, donde tanto ATE como UPCN, avalaron que les trabajadores no afiliados aporten “solidariamente” el 0,5 % de su salario para iniciativas de capacitación y formación, tuvo un rechazo por la base generando desafiliación en algunos sectores. Lejos de eliminarse, este robo al bolsillo de les estatales se sostiene. Remarcamos que todos estos puntos se aporbaron sin ninguna convocatoria a instancia de plenario de delegados, asamblea de afiliados ni ninguna otra instancia democrática, algo a lo cual la conducción de ATE nos ha ido acostumbrando.
Ver: Declaración Alternativa Estatal Entre Ríos
ATE perdido en la interna del gobierno del FDT
El apoyo de UPCN, Andrés Rodríguez, a este acuerdo es parte del respaldo de la CGT al gobierno de Alberto Fernández. Por su parte ATE Nacional si bien venía pidiendo una primera cuota del 20% para que impactará en el bolsillo termina firmando y aceptando “sin perjuicio de considerarla insuficiente”. La conducción de ATE venía de convocar a un paro de la CTA Autónoma, que tuvo poco acatamiento y que sumó distintas organizaciones sociales para ponerle cuerpo. La acción tuvo como finalidad apoyar el proyecto de ley para recuperar fondos de la fuga de capitales para pagar la deuda externa con el FMI. Pero para esta instancia que afecta al salario e intereses de todes les trabajadores estatales no hicieron nada. La seccional de ATE Capital a través de Daniel Catalano anuncio días previos a esta paritaria una reunión con Alberto Fernández en Olivos, según él fue un encuentro en buenos términos donde el presidente se mostró con predisposición a resolver los problemas de los estatales. Por un lado y por el otro, acting para la tribuna.
Organizarnos porque otro rumbo es posible
Como ya lo planteamos, ATE en su adhesión al gobierno enterró sus banderas, eliminó toda instancia democrática, abandonó las calles y llegó a esta negociación sin una presión concreta y fuerte hacia el gobierno para revertir la dinamica de ajuste y perdida de condiciones de trabajo que atravesamos el conjunto de les trabajadores estatales.
Necesitamos fortalecer una coordinacion permanente entre los distintos sectores combativos y quienes quieran organizarse para dar estas peleas empezando por unificar todos los reclamos, desde los más concretos y sectoriales a los más generales, en un plan de accion y lucha. Con el nivel de inflación, pobreza y crisis economica y social actual solo podremos recuperar el salario si enfrentamos el ajuste del gobierno y el FMI. Y esta pelea podemos ganarla si a la par construimos un nuevo modelo sindical independiente de los gobiernos, que recupere las instancias democraticas, con perspectiva de género y para luchar.
Leo Rando, delegado JI Cultura