Los días 8 y 9 de noviembre, delegados de varios puntos del país se reunieron en Chicago para establecer a Socialist Horizon como un partido revolucionario nacional y fundar un Comité Coordinador de la Liga Internacional Socialista en EE. UU.
El sábado, los compañeros de Socialist Horizon debatieron las perspectivas nacionales de la organización, marcadas por la ofensiva MAGA, la resistencia emergente, la radicalización y las oportunidades para construir organización revolucionaria. La Convención adoptó una orientación de impulsar la lucha unificada y encabezar el esfuerzo por el reagrupamiento revolucionario en la izquierda estadounidense. Se discutió el trabajo de la organización en la Plataforma de Izquierda y la Campaña en Defensa de Tom Alter, dónde Socialist Horizon juega un papel central, la lucha contra ICE, la solidaridad con Palestina y la organización comunitaria.
La Convención adoptó una estructura organizativa y normas de membresía, votó a la dirección de Socialist Horizon y su delegado para el III Congreso de la Liga Internacional Socialista. También adoptó los puntos de unidad que conforman la base programática de la organización, y que reproducimos a continuación.
El domingo, compañeros de Socialist Horizon se reunieron con otros miembros y simpatizantes de la LIS, incluyendo miembros que militan en Tempest y otros miembros independientes. En la reunión se discutieron los objetivos comunes de llevar a cabo las campañas de LIS, construir la Plataforma de Izquierda que formaron Socialist Horizon, Tempest y otras organizaciones de izquierda en julio para actuar de conjunto en la lucha de clases, e impulsar el reagrupamiento revolucionario para la creación de un partido revolucionario vinculado a la LIS en Estados Unidos. Asimismo, se estableció un Comité Coordinador conjunto de la LIS en EE. UU. para coordinar dicho esfuerzo y participar conjuntamente en los debates del III Congreso de la LIS.

Puntos de Unidad de Socialist Horizon
CONTRA EL CAPITALISMO, POR EL SOCIALISMO
El capitalismo es un sistema político y económico mundial en el que la mayoría de la población global, la clase trabajadora, es explotada y oprimida por una pequeña minoría capitalista. La clase capitalista es una clase parasitaria dominada por oligarcas que poseen y controlan los medios de producción y que, además, controlan el Estado.
El capitalismo es la causa de la guerra y el genocidio, la pobreza masiva, la crisis ecológica global, la enorme desigualdad social y está degenerando la sociedad en todo el mundo hacia el autoritarismo y la barbarie.
Solo la clase trabajadora tiene el poder para oponerse al capitalismo, eliminarlo, organizarse y reemplazarlo por un sistema socialista. El socialismo se basa en la propiedad colectiva de la economía por parte de los trabajadores, la democracia universal y directa, y la abolición total de la explotación, la opresión, el sistema de lucro y la estructura de clases sociales. La democracia socialista obrera planificará y dirigirá toda la riqueza producida socialmente para que se utilice en la satisfacción de todas las necesidades del pueblo: alimentación, vivienda, educación universal, atención médica, cuidado de la infancia, de las personas mayores y de las personas con discapacidad, transporte, recreación, progreso científico y tecnológico, prácticas ecológicas sostenibles y todas las demás necesidades humanas.
MARXISMO Y LUCHA DE CLASES
Nuestra práctica política se basa en el principio fundamental de que la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Aplicamos la comprensión marxista de que sólo a través de la lucha de clases organizada y unificada, pueden los trabajadores explotados y oprimidos avanzar hacia la autoemancipación y la liberación. Apoyamos todas las luchas de los trabajadores contra el capitalismo y todas las luchas contra la opresión, el colonialismo y el imperialismo.
El marxismo es una teoría viva y en constante evolución cuyo valor sólo puede realizarse aplicándola a la práctica de la lucha de clases. Nos inscribimos en las tradiciones marxistas del leninismo y el trotskismo, y reconocemos también las contribuciones de la teoría y la práctica marxista decolonial, ecosocialista, feminista socialista y de la reproducción social. Fundamentamos nuestra teoría política en una concepción materialista de la historia, lo que significa que consideramos la lucha humana real como la única fuerza motriz del cambio histórico.
TRANSFORMACIÓN REVOLUCIONARIA
En el Manifiesto Comunista, Karl Marx y Friedrich Engels describieron al Estado capitalista como “el ejecutivo de la clase capitalista”. Además, Vladimir Lenin identificó al Estado como fundamentalmente un instrumento de dominación de clase utilizado por la clase capitalista para reprimir a la clase trabajadora mediante sus agentes armados, órganos legislativos, tribunales, prisiones y burocracias.
Dado que el capitalismo sólo puede existir mediante la opresión y la explotación de la clase trabajadora, la clase capitalista mantiene conscientemente su poder a través de un aparato estatal que resiste todo desafío a su supremacía con la represión de la clase trabajadora, los sindicatos y los partidos y movimientos sociales de izquierda. El Estado capitalista se opone a todo intento de reforma que desafíe su capacidad de maximizar la explotación y la obtención de ganancias, pero realizará reformas temporales si el equilibrio de fuerzas de clase se inclina a favor de la lucha de la clase trabajadora y amenaza su poder. Apoyamos las luchas de los trabajadores y los pueblos oprimidos por reformas económicas y sociales, tanto para mejorar el nivel material y la calidad de vida, como para desarrollar el poder, la confianza y la capacidad de las organizaciones obreras para luchar más allá de las reformas.
Desde la perspectiva de la clase y el Estado capitalistas, las reformas siempre son temporales hasta que el equilibrio de poder vuelva a favorecer a los capitalistas y se mantenga su poder. Por lo tanto, la clase trabajadora jamás logrará la emancipación de la explotación ni la liberación de la opresión mientras la clase capitalista ejerza lo que Marx denominó la “dictadura del capital” a través del Estado capitalista.
La clase trabajadora necesita una forma política completamente nueva y diferente: un Estado obrero socialista democrático, que sólo puede alcanzarse mediante la abolición del capitalismo y el Estado, y mediante la expropiación de la clase capitalista a través del proceso de transformación revolucionaria. El proceso revolucionario exigirá que la clase trabajadora se apodere de los medios de producción y los gestione bajo el control democrático de los trabajadores. Una democracia socialista obrera sólo puede desarrollarse y florecer mediante un movimiento de masas de trabajadores y oprimidos que, colectivamente, lleven a cabo la revolución social.
ELECCIONES BAJO EL CAPITALISMO
Bajo el capitalismo, las facciones más ricas y poderosas de la clase capitalista controlan y manipulan el sistema electoral a través de los partidos Republicano y Demócrata para mantener su dominio. Perpetúan la fachada de legitimidad democrática presentando únicamente candidatos de sus partidos pro-capitalistas para que la clase trabajadora elija entre ellos, mientras colaboran activamente para impedir, bloquear y socavar el desarrollo de partidos obreros y socialistas, así como su participación en la política electoral.
La clase capitalista domina el sistema electoral al ser la principal financiadora de los partidos Demócrata y Republicano y de sus candidatos, y al limitar el acceso a cargos públicos a aquellos que defienden los intereses de los donantes multimillonarios y las grandes corporaciones en detrimento de los intereses de la clase trabajadora. Los candidatos de los partidos capitalistas son evaluados, financiados y elegidos en función de su capacidad, voluntad y aptitud para gestionar el Estado capitalista y cumplir el programa político de la clase capitalista dominante. El Estado capitalista suprime el voto de la clase trabajadora y reduce la elegibilidad electoral mediante la descalificación punitiva, leyes y políticas racistas y discriminatorias, exclusiones basadas en la nacionalidad y la ciudadanía, y la manipulación de las normas y prácticas electorales.
La participación socialista en las elecciones puede ayudar a difundir las demandas de la clase trabajadora, arrancar concesiones de la clase dominante y servir como plataforma para las ideas socialistas, pero el socialismo no puede conquistarse ni implementarse mediante las elecciones bajo el capitalismo. Dado que los capitalistas controlan los resortes de la economía, los medios de comunicación y el aparato estatal, utilizarán todo su poder para socavar, impedir y derrotar cualquier intento de cambiar el sistema capitalista a través de los cargos políticos.
No apoyamos a candidatos de partidos capitalistas como el Demócrata o el Republicano en ningún nivel de ninguna forma. Apoyamos la presentación de candidatos socialistas independientes contra los partidos capitalistas, con la condición de que utilicen la plataforma electoral para oponerse al Estado capitalista y promover activamente las demandas e intereses de la clase trabajadora y los pueblos oprimidos, así como para apoyar el fortalecimiento del poder de los trabajadores y los pueblos oprimidos en los lugares de trabajo, los hogares, las escuelas y las calles.
CONTRA EL COLONIALISMO, EL IMPERIALISMO Y EL CAMPISISMO
La lucha contra el capitalismo y por el socialismo es internacional. Requiere una lucha coordinada de los trabajadores y los pueblos oprimidos, más allá de todas las fronteras nacionales. La clase trabajadora es una clase internacional que comparte el interés material de construir la unidad, la solidaridad y la lucha de clases coordinada contra las clases capitalistas internacionales que nos oprimen y explotan colectivamente.
Nos oponemos a la intervención militar estadounidense en todas partes, sin excepción. Apoyamos la desfinanciación y desmovilización del ejército estadounidense, la retirada de las tropas y bases estadounidenses de todo el mundo y el desmantelamiento del imperialismo estadounidense.
Nos solidarizamos firmemente con las luchas del Sur global, con todas las luchas anticoloniales y con la liberación de los grupos nacionales, raciales, indígenas y culturales oprimidos. Creemos que todos los pueblos y naciones tienen derecho a resistir la ocupación colonial y la intervención imperialista, y a luchar por todos los medios disponibles y necesarios para lograr su autodeterminación. Nos solidarizamos con los trabajadores y los pueblos oprimidos de todos los países capitalistas del mundo y apoyamos su resistencia contra los gobiernos opresores y explotadores que sirven a las clases capitalistas. Nos oponemos al campismo y no nos alineamos con ningún Estado capitalista o imperialista, incluidos aquellos que se autodenominan socialistas o que son rivales u opositores del imperialismo estadounidense. Ofrecemos nuestro apoyo y solidaridad incondicionales a los trabajadores y los oprimidos del mundo.
Nos solidarizamos con el pueblo palestino y apoyamos su resistencia y lucha por la liberación. Exigimos la descolonización completa de Palestina por parte de Israel, entidad sionista colonial de asentamiento respaldada por Estados Unidos, y la construcción de una Palestina única, laica y socialista desde el río hasta el mar.
Apoyamos la autodeterminación de Puerto Rico y de todas las colonias estadounidenses. Apoyamos a todas las naciones en sus esfuerzos por resistir la intervención imperialista, el militarismo, el neocolonialismo y la guerra económica de Estados Unidos. Nos oponemos al colonialismo de asentamiento y apoyamos la descolonización y el derecho a la autodeterminación de todos los pueblos indígenas de América del Norte e internacionalmente.
CONTRA TODAS LAS FORMAS DE OPRESIÓN
Muchos grupos oprimidos en todo el mundo luchan contra las estructuras de desigualdad y discriminación del capitalismo. Sostenemos que la destrucción de estas estructuras de opresión es esencial para la lucha socialista. Nos oponemos al racismo y la supremacía blanca, la misoginia, la homofobia, la transfobia, la discriminación por discapacidad, el chauvinismo nacional y todas las demás formas de opresión.
Apoyamos la lucha por la plena igualdad de derechos para las personas inmigrantes, migrantes, refugiadas y desplazadas internacionalmente, y nos oponemos a todas las fronteras, muros, agencias y políticas de control migratorio y cualquier otra forma de represión. Creemos que nadie es ilegal y que todas las personas tienen derecho a migrar, trabajar y vivir donde puedan satisfacer sus necesidades.
Apoyamos las luchas por la liberación de las personas negras, indígenas y chicanas.
Nos oponemos a la cisheteronormatividad y luchamos por la plena igualdad social de las mujeres y las personas LGBTQ+. Apoyamos el derecho de los grupos oprimidos a la autodefensa, la autodeterminación y la autoorganización. Exigimos el desmantelamiento y la abolición de todos los cuerpos policiales, agencias represivas estatales y sistemas carcelarios utilizados para reprimir a la clase trabajadora y a los pueblos oprimidos.
Rechazamos la idea neoliberal de que la protesta pacífica es la única forma válida de resistencia y afirmamos el derecho de los pueblos oprimidos a resistir por cualquier medio necesario. Combatimos el fascismo y el autoritarismo como aspectos del sistema capitalista en crisis que buscan victimizar a los oprimidos como medio para reprimir a toda la clase trabajadora.
CONSTRUCCIÓN DE COALICIONES Y FRENTE ÚNICO
Estamos dispuestos a colaborar con cualquier grupo u organización que luche por la emancipación de la humanidad. Agradecemos cualquier oportunidad de trabajar junto a activistas que luchan por los derechos de las mujeres, los grupos oprimidos, los trabajadores migrantes y todos los demás sectores de la clase trabajadora. Apoyamos y participamos en coaliciones que combaten la violencia policial, la represión de ICE, la gentrificación, la guerra imperialista, el despojo ecológico, la falta de vivienda y otras luchas importantes. Luchamos dentro de los sindicatos y el movimiento obrero por reformas que beneficien a los trabajadores y que, en última instancia, conduzcan a una sociedad socialista.
Somos socialistas declarados y no ocultaremos ni disfrazaremos nuestros principios marxistas en ninguna acción política ni lucha en la que participemos. Por lo tanto, abordamos la construcción de coaliciones mediante el método del Frente Único. El Frente Único es una táctica política en la que trabajaremos con todos los aliados dispuestos a unir a amplios sectores de la clase trabajadora en luchas inmediatas contra el capitalismo, el fascismo, el imperialismo, la guerra o cualquier otra causa, manteniendo al mismo tiempo nuestra identidad política socialista independiente.
CONSTRUYENDO UN PARTIDO REVOLUCIONARIO
La clase dominante está altamente organizada y disciplinada, y utiliza su capital para controlar los tribunales, la policía, el ejército, las escuelas y universidades, y gran parte de los medios de comunicación impresos y electrónicos. Para enfrentarla eficazmente, debemos responder con disciplina y organización, como han demostrado las luchas históricas.
Estamos comprometidos con la tarea de sentar las bases para la construcción de una organización de partido revolucionario. Esto se refiere a un modelo organizativo socialista que busca unir y agrupar a los socialistas revolucionarios, desarrollar y capacitar a nuevas generaciones de militantes con conciencia de clase para participar, coordinar y dirigir las luchas de clases de hoy y del futuro, y, en última instancia, apoyar el proceso de unificación de la vanguardia —es decir, los sectores más combativos, organizados y con mayor conciencia de clase de la clase trabajadora— en un partido socialista revolucionario de masas que pueda, en última instancia, dirigir a la clase trabajadora en la lucha por el poder contra el Estado capitalista y la clase capitalista dominante.
El proceso de construcción de una organización de partido revolucionario se basa en principios firmes de estrategia revolucionaria, independencia de clase e internacionalismo. Se estructura con cuadros políticos comprometidos y con pensamiento propio, un método interno de debate democrático e intervención unida, y un liderazgo colectivo, principista y responsable ante la membresía. Posee la flexibilidad táctica para construir movimientos políticos y sociales de la clase trabajadora y los oprimidos sin sectarismo, y la firmeza estratégica y política para impulsar la lucha de clases en todos los frentes.
Consideramos que el proceso de reagrupamiento revolucionario forma parte de la creación de la organización revolucionaria que necesitamos. Por reagrupamiento revolucionario entendemos un esfuerzo serio por unificar a organizaciones e individuos que coinciden en la necesidad de comenzar a construir un partido revolucionario en Estados Unidos y a nivel internacional hoy mismo, y que se comprometen a hacerlo en torno a un conjunto de principios políticos fundamentales de unidad. Buscamos colaborar con todos los socialistas revolucionarios y organizaciones que comparten nuestro compromiso con el reagrupamiento y con la construcción de una nueva organización socialista revolucionaria a nivel nacional.




