Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista.
La movilización de millones de personas en miles de ciudades y pueblos este 14 de junio y la rebelión contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Los Ángeles la semana previa muestran una emergente resistencia, extendida y profunda, a la ofensiva reaccionaria de Trump.
Desde que volvió a la Casa Blanca en enero, Trump lanzó una ofensiva global contra las masas trabajadoras y los derechos sociales y democráticos, junto con un intento de imponer un régimen más autoritario y represivo. El acompañamiento activo o pasivo del conjunto de la burguesía y sus partidos, en particular la decisión del Partido Demócrata de impedir cualquier movilización en contra, le permitió avanzar durante unos meses.
Sin embargo, mientras un coro de voces “progresistas” alimentaba la pasividad con escepticismo, miedo y desesperación, la Liga Internacional Socialista (LIS) advirtió que el proyecto de Trump inevitablemente provocaría resistencia, y que no podría imponerse sin antes derrotarla. Esa resistencia ha comenzado a tomar forma y plantea un conflicto de final abierto que recién comienza.
No Kings
El 14 de junio, millones se movilizaron en al menos 2000 localidades bajo el lema “No a los reyes”. Cientos de miles marcharon en Nueva York y Los Ángeles, decenas de miles se manifestaron en decenas de ciudades más.
Pero lo más significativo fueron las miles de movilizaciones de cientos o algunos miles en las pequeñas ciudades y pueblos de todo el país, incluyendo los estados más conservadores. Se realizaron protestas en 35 localidades de Iowa, 70 de Michigan y 40 de Arizona, por ejemplo. Diez mil se movilizaron en Omaha, Nebraska, 5000 en Fort Wayne, Indiana, 2000 en Mobile, Alabama.
La masividad y extensión de la protesta revela la debilidad estructural de la base social de Trump, que no es menor, está consolidada y a la ofensiva, pero es minoritaria. Por otro lado, da confianza a la mayoría que se opone a Trump y todo su plan.
En muchas localidades se expresaron también sectores jóvenes radicalizados con marchas tangentes en apoyo a Palestina y por la disolución de ICE. La semana anterior, miles de personas enfrentaron a las fuerzas represivas en Los Ángeles e hicieron retroceder a ICE.

La Batalla de Los Ángeles
El 5 de junio Trump lanzó una ofensiva puntual con los inmigrantes. Su órden de que ICE aumente los arrestos diarios de personas indocumentadas de los 600 que venía haciendo a 3000 por día llevó a que la agencia perpetrara una serie de redadas en varios lugares de trabajo en Los Ángeles, la ciudad con mayor población migrante del país. Provocaron una rebelión.
Los equipos de respuesta rápida entraron en acción, en algunos establecimientos los trabajadores se organizaron para defenderse y expulsaron a los agentes de ICE de sus lugares de trabajo. Movilizaciones de cientos y de miles siguieron los operativos de ICE, concentraron en el Centro de Detención de Los Ángeles y enfrentaron una creciente represión. Las comunidades latinxs salieron a defenderse con los jóvenes a la cabeza.
Trump federalizó la Guardia Nacional de California y movilizó 4000 soldados a la zona del conflicto. Luego sumó la presencia de 700 marines. El alcalde demócrata de Los Ángeles se opuso a la intervención militar, pero impuso un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad y su policía encabezó una violenta represión que hirió a decenas y arrestó a cientos de manifestantes.
Nada detuvo las protestas y enfrentamientos, que escalaron durante una semana hasta que Trump tuvo que retroceder. El 12 de junio ordenó a ICE pausar en gran medida las redadas en lugares de trabajo.
Es un pequeño triunfo parcial y temporal en el marco de una ofensiva reaccionaria monstruosa -se siguen arrestando y deportando cientos de personas todos los días y Trump indefectiblemente va a volver a la carga. Pero es muy importante porque demuestra que Trump no es invencible y que luchar sirve. Más aún, el nivel de combatividad que requirió pararle la mano en esta batalla indica la escala de lucha y nivel de organización que hará falta para derrotarlo.
Miles de activistas radicalizados están haciendo esta experiencia y sacando algunas de estas conclusiones. La tarea primordial de los revolucionarios es organizarlos políticamente.
La representación política que falta
Después del desastre del gobierno de Biden y la derrota ante Trump, los demócratas se cruzaron de brazos. Adoptaron la postura de permitir que el nuevo gobierno haga lo que quiera a la espera que se hunda sólo para volver ellos como única alternativa. En pos de esto, actuaron para evitar cualquier tipo de oposición a Trump en las calles durante los primeros meses.

Pero son conscientes de que esa resistencia es inevitable y actúan para ser ellos quienes la controlen. Bernie Sanders y AOC han salido de gira, volviendo a convocar a decenas de miles a sus actos. Las conducciones sindicales organizaron actos para el Primero de Mayo. Organizaciones ligadas a los demócratas convocaron las protestas “Hands Off” primero y ahora las No Kings.
En cada instancia, la concurrencia resultó mucho más masiva que la esperada. Pero además, continúa desarrollándose un sector radicalizado y combativo que ha perdido toda ilusión en el Partido Demócrata.
Son miles que se expresan en las manifestaciones masivas con columnas y marchas tangentes a favor de Palestina y contra ICE; son los que dieron batalla e hicieron retroceder a ICE en Los Ángeles; están organizados en diversos movimientos y organizaciones de lucha. Son el motor de la emergente resistencia a Trump que ha puesto a Estados Unidos al frente de la lucha global contra la extrema derecha.
Por eso es fundamental que los revolucionarios nos esforcemos por organizarlos políticamente con la estrategia de la revolución socialista y la perspectiva de un partido revolucionario que impulse las luchas y construya consecuentemente una representación política independiente de la clase trabajadora.
Este será el eje de discusión de la reunión que están convocando nuestros compañeros de Socialist Horizon conjuntamente con Firebrand en Chicago este 5 de julio a las 17:00, en el marco de la conferencia Socialism 2025.
Por Vince Gaynor