miércoles, 18 diciembre 2024 - 12:56

Estación Ferreyra. La necesidad de tierra para vivir

Mientras se profundiza la crisis, aumenta la cantidad de familias enteras arrojadas a la calle que se la rebuscan para tener un lugar donde vivir. En esta nota, la toma de Estación Ferreyra en Córdoba.  

La realidad en números

Según el último Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas de 2010 del INDEC, en Córdoba el 3,2% de los hogares tiene hacinamiento crítico, el 9,1% de las viviendas tiene características deficitarias, el 8,3 % no tiene agua de red y el 65,4% no tiene disponibilidad de desagüe cloacal. Además, según los últimos informes del INDEC del segundo trimestre de 2020, en Córdoba la pobreza llegó al 40% y la desocupación al 19%.

Los datos duros de las estadísticas demuestran que no es casualidad lo que está pasando en Estación Ferreyra en la ciudad de Córdoba.

En junio de este año, alrededor de 130 familias se instalaron en tierras ubicadas entre el barrio Estación Ferreyra y el camino a Santa Bárbara, por el camino que va hacia Capilla de los Remedios. Limpiaron los terrenos que los vecinos de la zona aseguran son tierras fiscales desocupadas hace al menos 50 años. A pocos metros, tiran sus desechos las dos empresas que están ubicadas al lado: La Lácteo y Frucor.

En medio del invierno, estas familias instalaron carpas y construyeron casillas de madera y nylon para vivir, sin servicios básicos como luz o agua. Entre tantas necesidades la solidaridad se multiplica, por eso las y los vecinos de la zona colaboraron para armar un merendero y brindar alimentos dos veces al día.

La respuesta del Estado

Desde el gobierno se tomó la determinación de instalar una guardia policial permanente en el ingreso a los terrenos, desde la cual todos los días hostigan a las familias. La noche del 13 de julio la policía, sin orden de desalojo, ingresó a la toma golpeando y disparando balas de goma a hombres, mujeres, niños y niñas. Pese a la bronca, el dolor y las heridas, las familias se mantuvieron allí donde con trabajo y esfuerzo construyen un lugar para vivir.

El 6 de octubre pasado un nuevo operativo policial ingresó a la toma, pero esta vez con topadoras que destruyeron el merendero, 2 casas de material y 13 casillas. La violencia fue en aumento y se ensañaron con las mujeres al punto tal de dejar con una fractura en el brazo a una joven de 19 años que ahora necesita ser operada para recibir una prótesis.

Muchas caras de la violencia

Con gran tristeza, una de las vecinas nos cuenta que la mayoría de las que están en la toma son mujeres, jefas de familia, que están a cargo de sus hijos y escapando de la violencia machista. Desde el gobierno les dan botones antipánico, pero les niegan un lugar donde vivir. Por no tener lo suficiente para pagar un alquiler, ahora es la policía quien las violenta.

El gobierno de Juan Schiaretti prometió viviendas en todas sus campañas electorales y destina millones en la publicidad de sus supuestas políticas de género. Sin embargo, ante las necesidades concretas como las que se viven en Estación Ferreyra, Cabildo anexo y muchos otros puntos de la provincia, responde con violencia y represión.

La crisis profundiza las desigualdades y necesidades básicas, por eso el problema de la tierra para vivir se está haciendo cada día más palpable. Desde Guernica hasta Estación Ferreyra, son muchos los lugares del país donde, en distintas proporciones, surgen los mismos problemas. Ante esta escena que se reitera, cabe preguntar ¿en algún lugar del mundo las balas, los golpes y las topadoras resolvieron la necesidad de vivienda?

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