En los últimos meses del año 2002 las y los vecinos de Esquel irrumpieron masivamente en la vida pública, organizando marchas y asambleas multitudinarias con la consigna No a la mina. Estas culminaron expulsando a la minera canadiense Meridian Gold de territorio chubutense. En marzo de 2003 se celebra un plebiscito municipal no vinculante que rechaza por un 81% el emprendimiento minero que pretendía instalarse a 7 km. del casco urbano de la ciudad.
Los pueblos hacen su historia, eso en innegable. No hay ninguna esencia por fuera de la vida, singular o colectiva, que dictamine un destino. El No a la mina nos sigue fortaleciendo cada día, y más en esta celebración militante de los 20 años de resistencia triunfante contra la megaminería y todo lo que ella expresa. El No a la mina de Esquel es un acontecimiento histórico y político sin dudas único, extraordinario y revolucionario. De una magnitud tal, que la vida de Esquel, sus habitantes y la de los habitantes de toda la provincia no volvieron a ser igual. Su estela no cesa de crecer, y por eso también somos más optimistas en las posibilidades de cambiar y revolucionar nuestras vidas. Esquel triunfa frente a las mineras. Esquel nos enseña en lo profundo de nuestras conciencias. ¡Podemos ganar!
Su perdurabilidad como proceso de resistencia social y militante frente a los gobiernos cipayos y la voracidad empresarial mega-minera, imperialista y nacional es digna de admiración e inspiración para propios y ajenos. Por eso, este No a la mina enamora a lxs jóvenes y con ellxs se extiende y contagian resistencias y luchas por todos lados. En estos 20 años celebramos un triunfo popular que se ganó en las calles. Con una democracia directa, de cientos y miles en las calles debatiendo y decidiendo. Es el triunfo de un pueblo con su gente arrojada a sí mismas y autoconvocada por fuera de toda la partidocracia tradicional gobernante, los gobiernos y el Estado. Un triunfo en defensa de la vida, el territorio, y con ello una idea más abarcadora aún, la de las posibilidades que se abren cuando un pueblo se rebela ante los poderes fácticos que parecen someter todo a sus designios de deshumanización, explotación y destrucción. Hoy contra las mineras, mañana expulsando a todo el modelo capitalista-extractivista que nos explota, empobrece y contamina.
Todos, absolutamente todos estos vectores del poder capitalista conducían a transformar a Esquel y la región en un campamento minero, al estropicio ambiental y al saqueo y rapiña imperialista más desembozada. Así se inauguraba el siglo XXI para nuestros pueblos con el mandato capitalista. Con la megaminería contaminante y saqueadora como insignia de un capitalismo en estado puro, destructor de todo cuanto toca con su implacable lógica de ganancias y su premisa de mercantilizar todo, personas, ríos, lagos y montañas. Esquel y su gente demostró que otra cosa es posible por fuera de los embustes y los espejitos de colores de los que gobiernan el mundo. Esquel se plantó y les dijo NO, por acá no pasarán los arrebatadores y embusteros del capital.
En estos 20 años las asambleas populares se han diseminado por todo el territorio provincial, como también en los pueblos cordilleranos y más allá, y son ellas las herramientas que movilizan y están en el subsuelo, ya no del esquelezo de 2002; sino del Chubutazo de diciembre del 2021 cuando hicimos retroceder la zonificación minera provincial. El embate minero más poderoso bancado nuevamente por el gobierno nacional del PJ y su socio provincial, el odiado gobierno de Mariano Arcioni, junto a todo el régimen de los partidos patronales tradicionales y sus instituciones judiciales que hoy siguen persiguiendo y criminalizando a lxs que luchan. También fue derrotado por la movilización en toda la provincia, pero esta vez el epicentro fue en Rawson y Trelew, las ciudades más importantes del valle inferior del río Chubut, centro del poder político. Donde al cabo de una semana de brutal represión policial y lucha de masas en las calles, el pueblo de Chubut hizo retroceder y desbarató la zonificación de minera, inaugurando un nuevo triunfo popular conocido como el Chubut-aguazo.
Desde nuestra perspectiva socialista ésta y otras luchas socio-ambientales de nuestros pueblos han sido un espacio de enorme aprendizaje político y referencia clara en nuestra actualización programática para el cambio social y la superación de la barbarie capitalista que nos hunde cada día en la miseria y la destrucción ambiental. Tomamos a fondo el proyecto eco-socialista y celebramos como militantes desde el inicio de esta maravillosa rebelión de masas contra la megaminería, como una lucha clave a defender y profundizar contra el capitalismo extractivista.
20 años que nos fortalecen en el compromiso de la defensa de nuestro espacio vital dañado y amenazado diariamente en este imperio del modelo capitalista y vamos por más. Hay que dar vuelta todo junto al poder enorme del pueblo trabajador movilizado. Experiencia que tan bien nos muestran Esquel y Chubut, cuando el pueblo sale a la calle los poderosos tiemblan.
El No a la mina es una movilización política de masas con un profundo contenido anticapitalista. Siempre lo entendimos así desde nuestra práctica militante en todos los frentes, sindicales, ambientales y populares feministas y juveniles. Por eso hemos batallado en todos los espacios de deliberación y práctica militante junto a nuestra clase por la fusión programática por el total rechazo a la megaminería junto a todas las políticas del ajuste socio-económico que han seguido llevando adelante los gobiernos capitalistas empobreciendo al pueblo trabajador. Los resultados están a la vista y la clave de los triunfos en cada embate minero en estos 20 años han logrado consolidar puentes claves de la lucha socio-ambiental con la más amplia unidad de acción del pueblo trabajador contra las políticas ajuste al servicio del gran capital. Seguiremos polemizando con los sectores que buscan siempre limitar la lucha del No a la mina del resto de las causas populares contra las políticas de ajuste capitalista al pueblo trabajador y las demandas históricas de los pueblos originarios por el territorio.
MST en el FIT Unidad Chubut