domingo, 17 noviembre 2024 - 19:19

Entrevista a Ingrid Urrutia. Delegada general ATE INCAA

«Les estatales somos primera línea nuevamente, esta vez de la resistencia a la motosierra»

El nuevo presidente asumió y sinceró su plan de ajuste. Ya no lo va a pagar «la política» sino «el Estado». Ya no va a salvarse «la gente de bien» sino «el sector privado» y va a traer más inflación, desempleo y pobreza. Luego Caputo precisó el plan de shock. La motosierra viene contra todos los trabajadores, pero arranca por los trabajadores estatales. Nuestra compañera Ingrid, de Alternativa Estatal/ANCLA, nos cuenta cómo viene la mano.

¿Qué opinás del plan de Milei y las primeras medidas comunicadas por Caputo?

En primer lugar, se cae el verso de que venían por la casta y los privilegios de unos vivos. Milei ni nombró la palabra «casta» en su discurso. Que va a ajustar y que va a ser de shock no llama la atención. Pero ya no dice que «lo va a pagar la política, no la gente de bien», ahora «lo va a pagar el Estado y no el sector privado». Y aclaró que se viene más inflación, desocupación y pobreza. Todo contra los trabajadores y los pobres, o sea, «la gente de bien».

Los anuncios de Caputo confirmaron esto. Porque la devaluación de 120% que implica un dólar a $800 va a licuar los salarios y jubilaciones de todes les trabajadores registrades y ni hablar les precarizades. El tarifazo que anunció lo vamos a sufrir les trabajadores y pobres, no la casta.

El otro anuncio clave fue la no renovación de los contratos laborales del Estado con menos de un año de vigencia. Dicen que apunta contra las contrataciones políticas, pero les trabajadores estatales sabemos muy bien quiénes trabajan a nuestro lado. Van a dejar a miles de trabajadores en la calle.

Pero ese no es el único problema. Esta es la primera batalla de una guerra contra todes les trabajadores. Si pasa, se van a animar a más. Si pasa sin resistencia, van a venir con despidos masivos, privatizando todo lo que puedan.

Pero están midiendo si les da la fuerza. Por eso, es más que importante la pelea que demos. Les estatales somos primera línea nuevamente, esta vez de la resistencia a la motosierra.

¿Cómo han respondido las conducciones de ATE y UPCN ?

De la peor manera. Ni bien ganó Milei, UPCN bajó la línea de que no hay que salir a enfrentar nada porque hay que respetar la voluntad democrática de lo que votó la gente. En el INCAA dijeron, literal, que los trabajadores no tienen que hacer nada porque ellos van a arreglar todo «tomando un café» con la gestión entrante. De la cúpula de UPCN no podemos esperar mucho que digamos, vienen de alinearse con el gobierno de Macri y armar listas de despidos. Pero les trabajadores no comen vidrio, una cosa es la dirigencia y otra la base.

Ahora dicen que hay que esperar a ver qué medidas toma el nuevo gobierno, ya adelantaron que están dispuestos a perder salario para evitar o limitar los despidos. Ni hablar de probar luchar antes de negociar, acá sí que «el ABC de la negociación», ¡fuera! Si antes de sentarse a tomar ese café ya ofrecen bajar nuestros salarios, fijando el piso de lo que se disponen a entregar, me pregunto: ¿Cuál es el techo?

ATE, por su parte, queda como de costumbre, entre lo dicho y lo hecho. ATE Capital pareció tener un reflejo rápido después del balotaje, convocando a un plenario de delegades generales donde propusieron y votaron una movilización el 30 de noviembre para exigirle al gobierno de Alberto la continuidad laboral, los pases a planta y la recomposición salarial para estar en mejores condiciones de enfrentar lo que se viene. También era una demostración de fuerza frente al gobierno de Milei, para marcar que lo vamos a enfrentar.

Pero en menos de una semana cambiaron. El 27 de noviembre, en un importante plenario de delegades que se realizó en la calle, el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, anunció que no se haría la movilización, que en su lugar se iba a hacer una conferencia de prensa junto a la conducción nacional de ATE de Aguiar.

En esa conferencia de prensa plantearon que van a presentar un pedido de audiencia con Milei para conocer los alcances de la Ley Ómnibus; que se mantenga un estado de asamblea permanente «con radios abiertas» por sector; y que el 14 de diciembre se volverían a reunir les secretaries generales de los Consejos Directivos provinciales y de CABA.

O sea, nos desarman totalmente, reemplazando una movilización votada con una acción dispersa que no fue consultada con las bases y reemplazando la organización por abajo de delegades, activistas, afiliades y trabajadores en general con la decisión de las cúpulas.

¿Qué proponen desde el sindicalismo combativo y la izquierda?

En primer lugar, tenemos que enfrentar los despidos. Eso es lo urgente, porque el resultado de esa embestida le dará al gobierno confianza o reparo para la siguiente batalla. En segundo lugar, hay que luchar ya por los salarios que nos acaban de reducir a menos de la mitad con la devaluación.

Para dar esta pelea tenemos que tomar la situación en nuestras manos. Hay que reclamarles a los dirigentes asambleas y plenarios abiertos para lanzar un plan de lucha con continuidad. Pero no podemos esperar sentados a que los dirigentes lo resuelvan esperando o dialogando con el gobierno de Milei. Estamos en problemas si no preparamos esta lucha desde cada repartición y en las calles.

Tenemos que apelar a que todes les trabajadores se involucren en defensa propia. Quienes no han participado hasta ahora, este es el momento. Las asambleas en los organismos muestran que hay una gran disposición a esto, que se potenciará en la medida que una conducción lo sostenga con confianza.

La izquierda en el sector tiene una referencia importante en la Multicolor, que se ha consolidado en los últimos años como oposición y ha ganado el respeto de les afiliades. Tenemos que jugar un rol en este momento. Hay que habilitar un espacio de participación y coordinación por abajo para organizar la lucha que las conducciones no están brindando.
Es momento de convocar plenarios abiertos de delegades y activistas esta-tales, presionar a las conducciones a actuar y convocar las acciones que hagan falta. Tenemos la oportunidad y responsabilidad de hacer la diferencia en la lucha que se viene. Debemos estar a la altura de esta situación.

También deberíamos abrir una discusión importante con miles de compañeres. Hoy es casi universal la conclusión de que los desastres del último gobierno tienen la responsabilidad central de la llegada de Milei a la Rosada. Abramos una discusión honesta y fraternal sobre cuáles fueron los errores y cómo hacemos las cosas de otra manera para no caer de vuelta en la misma.

Nosotres opinamos que un problema central es el concepto del mal menor, el que llevó a un Scioli que dió un Macri, que llevó a un Alberto que trajo a un Massa, que dió un Milei. Opinamos que para hacer las cosas realmente distintas, hay que animarse a romper con ese falso «pragmatismo», romper con el FMI y la deuda odiosa, romper con todos los intereses empresariales y usar nuestros enormes recursos para resolver los problemas del pueblo trabajador.

Hoy sólo la izquierda propone esto, pero podemos ser muchos más. Nosotros somos una izquierda que quiere organizar la lucha contra la motosierra de Milei con todes les que estén dispuestes. Y también pensar y luchar por un país realmente distinto. Para que nos ayudes en estos desafíos, te invitamos a organizarte con Alternativa Estatal y el MST.

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