Nadia Burgos: “Estamos ante una reforma antidemocrática y proscriptiva”.
La dirigente del MST en el FIT-U se expresó sobre la reforma del Código Electoral en Entre Ríos, que el gobierno de Frigerio está impulsando y que se trataran en sesión especial este 26. Son dos dictámenes, el del Gobierno y por la minoría el dictamen del PJ. Reproducimos a continuación sus declaraciones:
Como ya expresamos hoy se dará una discusión que supuestamente parte de la necesidad de transformar y mejorar el proceso electoral, pero que en realidad solo buscan lavarle la cara a este sistema vetusto, y pretende reforzar mecanismos de proscripción que garanticen la alternancia siempre de los mismos partidos o solo de sus variantes pro-empresariales. Desde la izquierda sabemos que la única reforma electoral que sirve es la que de verdad facilite la participación y democratice las decisiones. Y nos declaramos en alerta porque no queremos más medidas que favorezcan la democracia para los ricos y bajo el control de los partidos tradicionales responsables de la situación social, económica y política que estamos viviendo.
Está reforma ahora impulsada por Frigerio busca una vez más condicionar el proceso electoral como ya lo denunciamos en el 2018 con la reforma que impulsaba Bordet, y por eso tenemos que denunciar lo regresiva que es y en particular alarmar sobre los puntos más proscriptivos en el dictamen de la minoría. Sin dudas es evidente que ambos usan la Boleta Única Papel como maquillaje de una reforma antidemocrática.
Es sabida nuestra posición en contra de las PASO en general, pero en particular este proyecto restringe aún más la participación porque impone un piso para acceder a las generales del 1,5% cuando en nuestra provincia el piso anterior era del 1%. Una vez más proponen las PASO como el elemento que limita el pleno ejercicio de los derechos políticos, restringen la libre expresión que el voto universal debe tener, limitando la participación en las elecciones generales a fuerzas que ya de por sí competimos en posiciones muy desiguales, y en particular a la izquierda que es la única fuerza que denuncia consecuentemente todo el ajuste y la represión gobierne quien gobierne.
En el mismo sentido este proyecto atenta contra la garantía del principio de igualdad del voto, ya que dispone criterios para la distribución de los cargos en el Poder Legislativo que son proscriptivos, al casi imposibilitar la incorporación de los partidos minoritarios. Primero con la incorporación del voto en blanco en la formación del primer cociente electoral; los votos en blanco no tienen una banca y al incorporarlos implica que no todos los votos van a valer igual. Esto sumando a la cláusula de mayoría garantizada dificultan mucho la real distribución de las bancas entre todas las fuerzas políticas que intervenimos en la realidad entrerriana. Por eso proponemos la eliminación del primer cociente electoral, que no se incluya el voto en blanco y se aplique el sistema D’Hont de manera directa para que la pluralidad de voces permita fortalecer los debates y fundamentalmente para que los y las trabajadoras podamos acceder.
Denunciamos también los artículos que establecen un sistema de adhesión de precandidaturas que obliga a los partidos políticos a tener afiliados en al menos 15 de los 17 departamentos en el proyecto oficial y en la totalidad de los departamentos en el proyecto del PJ. Nuevamente, se impulsan “reformas” para favorecer a los partidos tradicionales y se sigue limitando la participación.
Párrafo aparte merece la inclusión de los espacios cedidos en los medios de comunicación, la incorporación del financiamiento privado y la omisión de regular el financiamiento público de los partidos. Ambos puntos vienen siendo reclamados por todos los sectores, pero se constituye en un acto demagógico si la distribución de estos no es igualitaria entre todos los partidos. No solo por las desventajas que crea sino también porque atenta contra la alternancia y profundiza la permanencia en el poder de los mismos de siempre, por eso hay que avanzar en la equidad de los recursos del Estado y la prohibición del financiamiento empresarial a las campañas. Reforzamos este punto que denunciamos en la Comisión de Diputados: somos de los únicos partidos que tiene esa prohibición en su Carta orgánica, a nuestras campañas las sostienen los aportes de docentes, jubilados, y estatales, en cambio a los partidos tradicionales los financian empresas que luego condicionan sus políticas, como ahora con la ley de agrotóxicos, o con el RIGI y el RINI, este tipo de propuestas son un paso más en la privatización de la política.
En conclusión, se hace evidente que esta es una reforma política reaccionaria, que apunta a eliminar a las minorías y a los sectores emergentes, como también lo ha denunciado por ejemplo el vecinalismo. Es restringir nuestra participación, en camino a eliminarla al servicio de fortalecer a los partidos tradicionales que han gobernado esta provincia hace décadas. Las elecciones de los últimos tiempos, así como los reclamos en las calles, han expresado que existe un hiato cada vez más profundo entre los “representantes” políticos y el pueblo, así lo demuestran las oscilaciones entre elecciones primarias, generales, del poder ejecutivo y las de medio término. En ese marco, no hay grandes diferencias entre la propuesta de la casta del peronismo, del PRO y del radicalismo, todos buscan blindarse frente a la crisis de representación de los partidos tradicionales, y avanzar así en profundizar un régimen más autoritario, antidemocrático y a beneficio de pocos.
De nuestra parte nos oponemos por completo a este proyecto. Y estamos por una reforma política completamente diferente: sin PASO obligatoria ni ningún tipo de piso proscriptivo.
Creemos que, si de verdad la intención es profundizar la democracia y mejorar el sistema político, es necesario empezar por democratizar más el poder Legislativo y para eso son necesarias reformas de fondo. No le tenemos miedo a una reforma constitucional si es para democratizar de verdad, es decir para eliminar el Senado, que es profundamente antidemocrático y ni siquiera tiene representación de minorías. Hay que avanzar en un sistema unicameral, sosteniendo las características de distrito único que tiene diputados, pero con representación proporcional y sin la mayoría garantizada ni pisos proscriptivos. Una reforma que incluya un financiamiento estatal igualitario y la prohibición de aportes privados de empresas y con espacios gratuitos en todos los medios de comunicación, también en forma igualitaria. Sin privilegios políticos de ningún tipo, con políticos que sean revocables, sin eternizarse en los cargos, donde después de dos mandatos vuelvan a su trabajo. Y por supuesto que ganen lo mismo que una directora de escuela, con una auditoría independiente al final de su mandato para ver el estado de sus cuentas personales. Desde el MST insistimos en que toda reforma tiene que ser para facilitar la participación democrática, la pluralidad de ideas y garantizar el acceso de los trabajadores que hacemos política a los lugares de decisión, solo una reforma con estas características será realmente beneficiosa para el pueblo.”