Montado en el discurso épico de salvar la caja de jubilaciones el gobierno de Frigerio comenzó el camino para desarmar los derechos jubilatorios que con años de luchas hemos conquistado. Bajo el lema de “dar respuesta a la situación de déficit insostenible” y de “establecer nuevas herramientas legales para sanear el estado de cuentas”, alertando sobre la deficitaria ecuación “activo/pasivo” y el sistema de movilidad opuesto al déficit que genera cada escalafón y sumado al desfinanciamiento creciente Frigerio y su equipo de gobierno avanzan en desmantelar pilares de la ley 8732. Primero amparándose en artículos ya vigentes en esa ley sacudió con un decretazo que aumentó a 19% el aporte jubilatorio a todos los trabajadores estatales, y ahora presentó a la legislatura un proyecto para directamente modificar la ley. Lo más resonante es la posible eliminación de la movilidad en el 82% y la eliminación del 3×1, beneficios conquistados para quienes tienen los años de aportes necesarios, pero no llegan a cumplir la edad requerida. Si bien Frigerio dice que puede “salvar la caja” sin tocar el 82% ni las edades, el decreto ya modificó las jubilaciones especiales y ahora mediante un proceso de homologación de los aumentos paritarios eliminarían la movilidad del 82%. Todo aumento acordado para los activos tendría que ser homologado en una instancia posterior por la Caja de Jubilaciones provincial. De esta manera siguen promoviendo medidas parches y ajustadoras que nada resuelven el problema estructural de la caja.
El problema del déficit activo/pasivo por poner un ejemplo no solo se explica por la extensión de la expectativa de vida, sino, que se entiende cuando al hacer una radiografía del Estado encontramos trabajadores con más de 20 años en carácter de contratados o suplentes y con salarios por debajo de la línea de la pobreza como una constante. Atacar nuestras jubilaciones es parte del ataque global que los gobiernos están propiciando a la clase trabajadora, buscan aumentar la precarización y reducir a casi el mínimo los derechos laborales.
Sumado a la hipocresía absoluta de la cámara de diputados que de aprobar esta modificación mostrarían su doble cara. Porque es la misma legislatura que hace días en la comisión de presupuesto, hacienda y cuentas dio dictamen favorable a la adhesión al blanqueo de capitales. Es decir, con una mano favorecen que sectores millonarios no paguen impuestos y por el otro nos dicen que el déficit de la caja lo tienen que pagar nuestros magros salarios y nuestros derechos.
A pesar del show mediático sobre las posibles judicializaciones por la falta de fondos nacionales que dejaron de enviar, es claro que Frigerio comparte la hoja de ruta del ajuste de Milei y estas medidas lo demuestran. Por eso es urgente coordinar en la más amplia unidad en las calles. Es claro que la crisis la deben pagar los sectores que la generaron, y no los trabajadores. Para eso hay que recuperar las acciones de lucha coordinada, y la contundencia del rechazo se tiene que expresar en las calles como lo hicieron los docentes el pasado 1 de agosto. Es posible voltear estas reformas, solo hay que organizar la bronca que generan, y eso empieza con una exigencia a las centrales sindicales y sindicatos docentes y estatales para que promuevan las acciones de lucha y coordinación necesarias. El tiempo de luchar es ahora.
Organizarnos y luchar es el camino para aplicar una salida obrera: vamos contra la eliminación del 82%. Para resolver el déficit: fuertes sanciones económicas a las empresas que no hagan los aportes y a quienes precarizan y tienen personal sin blanquear. Pase a planta permanente y basta de aumentos no remunerativos para los trabajadores estatales. Que los jubilados y trabajadores controlen los fondos jubilatorios de verdad y se terminen las verdaderas las jubilaciones de privilegios. Impuestos a las grandes fortunas y a la especulación financiera para sostener nuestras jubilaciones actuales y futuras. Porque en definitiva la solidaridad no tiene que salir de nuestros magros bolsillos, que salga de los bolsillos más ricos de la provincia.