A partir del amparo ambiental presentado en febrero de este año por la Coordinadora por una vida sin Agrotóxicos en Entre Ríos: Basta es basta, que denuncia fumigaciones a rienda suelta en Colonia Avigdor (Dpto. de La Paz), el Superior Tribunal de Justicia de Entre ríos apoyándose en el decreto Nº 2.239 que reglamenta la ley de plaguicidas, declaró inconstitucional el artículo 2 de la resolución Nº 47 de la Secretaría de Agricultura y Recursos Naturales de la provincia, con los fines de resolver este martes 5 de Abril:
- Habilitando la aplicación indiscriminada de agrotóxicos a nula distancia de viviendas.
- Permitiendo la fumigación terrestre, a partir de un radio de 100 metros según atentando de manera directa a las escuelas rurales.
Debemos señalar que el amparo realizado por la Coordinadora, solicita se sentencie el cese inmediato de fumigaciones ilegales y disponga resguardo urgente de un mínimo de 1.000 metros terrestres para hacerlo. Por lo cual la Justicia como todas las instituciones que dan forma a este sistema explotador y opresor, reafirman su compromiso con el agronegocio en desmedro de las escuelas rurales, fumigando a 100 metros terrestres y 500 metros aéreos.
Bordet y la Justicia como propulsores de los intereses del agronegocio, apañan sin tapujos el agronegocio extractivista, desmontes, monocultivos, semillas transgénicas, fumigaciones a base de venenos, negando sistemáticamente los estudios científicos, médicos y las voces de los pueblos afectados que rechazamos la utilización de agrotóxicos porque contaminan y matan.
Desde la Red Ecosocialista y el MST reafirmamos, la necesidad de cambiar este modelo. Es urgente, necesario y posible avanzar en el camino de la soberanía alimentaria, mediante una reforma agraria agroecológica que termine con el agronegocio. De manera urgente avanzar con la prohibición del glifosato y otros agrotóxicos, porque nuestras vidas valen más que sus ganancias. Luchemos por la transformación del modelo productivo, para que seamos las poblaciones quienes decidamos qué y cómo se produce y no las corporaciones que anteponen sus ganancias a nuestras vidas.
“Chale” Acosta Juárez