A más de una semana del inicio del conflicto entre Resyder y los 29 trabajadores despedidos, hay nuevos capítulos. Los argumentos de la patronal, que aquejaban faltante de materia prima y crisis económica, se han visto desbaratados en las audiencias que se llevaron a cabo entre las partes y el Ministerio de Trabajo de la Nación.
Como es de público conocimiento, las razones del cierre por parte de la empresa dedicada al procesamiento de miera, esta semana, fueron reforzadas por la Corporación del Desarrollo de Gualeguaychú (CODEGU). La institución aludida, mediante un comunicado, esgrimió que: “En ese sentido, desde Codegu visualizamos varios factores determinantes de esta decisión (sin ser parte directa de la situación, pero movilizados también por los RRHH despedidos) que, de no modificarse a futuro, provocarían otras situaciones similares en la región”. Sin embargo, cuando se le consultó a Resyder por qué no había comenzado el trámite de concursos de acreedores, no tuvo respuesta para dar.
Una semana atrás, en este artículo, reflejamos la visión de los trabajadores sobre el ritmo productivo y de ganancias acumuladas por parte de la empresa ubicada en el Parque Industrial. Testimonio que, como quedó expuesto en las audiencias, no tenía fallas argumentativas. La firma que tiene como socio gerente a Adrián Yetman, no ha podido demostrar el quebranto denunciado. Los balances requeridos para exponer dicha situación -5 años atrás- contradicen al argumento de crisis económica, tal cual lo indicó el Secretario Gremial del sindicato de trabajadores Químicos y Petroquímicos.
De esta forma, los telegramas y cartas documentos que llegaron a los domicilios de los trabajadores con el despido por razones de quiebra, son un documento sin validez. En este marco, el Ministerio de Trabajo, en el día de ayer, resolvió una conciliación obligatoria por quince días. La intimación a ambas partes, requiriendo a los obreros presentarse para cumplir funciones y a Resyder abrir la fábrica, fue incumplido por parte de la patronal. Desde las 15:30hs del jueves 8 de septiembre no se han movido del lugar los candados del portón que impide el ingreso de los trabajadores a la planta.
Sólo basándonos en los hechos objetivos de la situación, se puede concluir que Resyder ha querido atentar contra 29 trabajadores. Por más de una semana se intentó hacer creer que por razones económicas 29 familias de Gualeguaychú iban a quedar sin sus ingresos. Las audiencias en el Ministerio de Trabajo que demostraron lo contrario, reflejan una maniobra por parte de la patronal. Preguntarse cuáles fueron sus motivos para tal accionar es pecar de inocente.
Sí es necesario preguntarse lo siguiente: ¿saldrá CODEGU con un documento a explicar por qué razones reforzó un argumento falso? De no ser así, por el silencio otorgado, se puede pensar que sus renglones escritos sólo tuvieron la función de respaldar la mentira de Resyder.
Un conflicto de tal magnitud, a la misma vez, también requiere pensar qué ocurre con la participación del municipio. A sabiendo de todos estos argumentos, el Concejo Deliberante mantiene un silencio ensordecedor. ¿No les preocupa la situación económica de 29 familias que hoy se encuentran en la calle? ¿por qué se sigue sin declarar el conflicto de interés público para intimar a la empresa? El intendente, tampoco ha emitido pronunciación alguna.
La avaricia empresarial, la sed de ganancia, una vez más, quiso imponerse sobre los derechos de una mayoría. Sin embargo, por el momento, la organización expuesta en estos once días por parte de los trabajadores ha marcado el rumbo para defender los puestos de trabajo. La carpa instalada a las afueras de la planta de Resyder, sintetiza la lucha desarrollada por quienes defienden su fuente laboral, por quienes hacen funcionar a una empresa exportadora que factura ganancias siderales.