Luego del discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso, Milei comenzó su rally esta semana reafirmando el llamado a negociar con lo que no quería: la casta. Ese sector político privilegiado del cual, aunque se haga el distraído, tanto él como sus funcionarios son parte. Como lo anunció el pasado viernes 1 de marzo mediante la Oficina oficial por la cual comunica todo, el presidente convocó para este viernes a los mandatarios provinciales como antesala de lo que será el “Pacto de mayo”, fechado para el 25 de dicho mes en Córdoba.
Ante la disputa con los gobernadores, ahogados por el recorte de los fondos coparticipables y la eliminación de algunos fideicomisos que también eran ingresos para las arcas de los Estados de las provincias, el presidente decidió reformar su política. Más allá del “a todo o nada” que reivindica, Milei quiere negociar con los gobernadores de cara al pacto mencionado. Para conseguir la rúbrica de los gobernadores, ofrece un paquete de alivio fiscal que por ahora nadie sabe de qué se trata, y por tal entrega los votos de los diputados nacionales de las provincias para aprobar, ahora sí, la fallida ley ómnibus.
Nada de esto está seguro, por la realidad cambiante del país que grafica la crisis del régimen, más allá del ajuste que aplica el gobierno nacional. Los roces con los gobernadores del sur, como algunas otras discusiones con mandatarios del PJ, ponen en duda que el presidente pueda avanzar sin trabas, aunque seguramente sectores del poder económico intentarán ayudarlo una vez más. Como hemos dicho en este medio, ninguna de las negociaciones a las que la mayoría de los gobernadores se presta responden a una defensa de los derechos de los trabajadores, de docentes y estatales del interior; más bien es la puesta en acción de los anticuerpos para resguardar los gobiernos provinciales ante los ajustes en educación y salud que sufren los Estados provinciales y pueden transformarse en más calor para la calle. Ya Neuquén presenció una movilización masiva de trabajadores de la educación. Y como se sabe, debido a las discusiones paritarias, marzo se apronta a diferentes medidas de lucha.
Expoagro
Hoy por la mañana la comitiva del gobierno llegó a la exposición de Expoagro, donde Milei habló ante los productores agropecuarios. Previo a esto, Guillermo Francos, ministro de Interior, aclaró que entre la negociación mencionada con los gobernadores el Ejecutivo piensa restituir el impuesto al salario (mal llamado “ganancias”) y hacerlo coparticipable, en un nuevo robo al bolsillo de un sector de los trabajadores. Una pizca más de la reaccionaria reorganización de la economía, donde se profundizan las desigualdades y se aseguran aún más las ganancias patronales. Un adelanto de lo que no se sabía, el paquete fiscal para comprar las voluntades de quienes gobiernan las provincias.
El presidente desembarcó al predio en un helicóptero y estuvo secundado por Espert, y en su disertación, más allá de los aplausos formales, dejó a los grandes pooles de siembra con algo de apetito por sus declaraciones. Si bien festejaron que los hayan alabado con el siguiente textual: “Felicitaciones a todos los héroes que están acá, que pueden producir pese a la brutal carga impositiva que tienen, son héroes”, el sabor fue a poco. Ya que, como se especula por parte de los productores, esperaban algún guiño hacia una nueva devaluación del peso de cara a la liquidación de la cosecha gruesa. Además, más allá de indicar las retenciones mínimas que hay sobre este sector, haciéndolas ver como una pesadilla para los terratenientes, no mencionó las posibilidades de quitarlas. Sin dudas que, entendiendo que los precios de las commodities están reduciendo su cotización en el mercado mundial, puede que los héroes sean, por un tiempo mínimo, otro sector con el que gobierno encuentre rispideces.
El anarco libertario mostró las “virtudes” de su modelo, solo festejadas por esa sala donde no se encontraba ni un atisbo del 60% de pobreza que afecta al país. Exaltó que está bajando la inflación, cuando los salarios no paran de perder justamente por la carestía de vida, que en tres meses suma más del 60%. Los logros de Milei, que él mismo enumeró, fueron las felicitaciones que el FMI hizo a la gestión y el avance contra los trabajadores de Télam y demás estatales que fueron despedidos sin razón alguna, como parte de programa para reducir el “déficit fiscal”.
Como dato de color, en medio de su alocución la luz desapareció. Por 20 minutos no hubo energía. Sin trazar paralelismos forzados, puede verse en este accidente de la organización del evento parte de la resistencia que el programa de Milei tiene en la calle. Mientras todo estaba enfocado en la actividad que estamos relatando, también se anunció un plan de lucha escalonado por parte de la UOM. La realidad, para la suerte de los trabajadores, exige lucha sostenida en el tiempo para derribar el plan completo del gobierno. Por eso la necesidad de un nuevo paro general, que la CGT demora sin razón alguna, y un plan de lucha votado por las bases que aúne las luchas que se encuentran aisladas, como clave para desatar el nudo del ajuste al que se enfrentan las mayorías trabajadoras y populares.