Encuentro Plurinacional. Nueva sede, nueva traición: vamos a Córdoba

Corrientes nos recibió calurosamente, con jornadas masivas y de mucho debate, talleres, marcha y finalmente un acto de cierre que fue el botón de muestra de un método que cada año se burocratiza y cierra más el espacio para que las decisiones sean controladas y lamentablemente en sintonía con las necesidades del gobierno de turno. Se pierde una oportunidad de golpear a Milei, y la ultraderecha, en el centro del poder y de organizar al movimiento feminista y disidente para unir las luchas específicas con la integralidad de reclamos y necesidades, fortalecer la lucha de jubilades, salud y educación, y empalmar con la triunfante lucha del Garrahan. La comisión organizadora de los encuentros mostró la peor versión de esta expresión liderada por el PCR. Dar las espalda al movimiento feminista y manipular con el aplausometro es ser funcional a los intereses de Milei y los liberfachos. Una traición repetida pero de mayor gravedad en el contexto actual.

Acto de cierre, algunas primeras conclusiones

El día lunes 24,  poco de la masiva movilización se vio reflejada en el acto de cierre en el anfiteatro Cocomarola. Aquí es donde se decidió la próxima sede a través de la antidemocrática y ridícula práctica del aplausometro. En vez de discutirlo en los talleres, que son el corazón del Encuentro y decidir cuándo somos más, se vuelve a realizar esta instancia que no es para nada representativa, desconociendo la voluntad de miles. ya que en los talleres la gran mayoría estaba de acuerdo con llevar el 39° Encuentro al centro del poder político para enfrentar a Milei, y eso no es escuchado. Pero además aún con este método,  los aplausos fueron parejos. Por eso recurren a las maniobras y a una elección a dedo de la sede.

Se presentaron dos propuestas: Córdoba y CABA, por esta última sede, se constituyó una delegación que en esta oportunidad tuvo un arco muy variado de representación política sindical. Desde Juntas y a la izquierda venimos sosteniendo la necesidad de llevar este momento de encuentro que va a cumplir 40 años al centro del poder. Nuestro debate consciente y permanente ha permitido construir esta amplia delegación. Desde Juntas y a la izquierda sostuvimos en el escenario: “Les hicimos el encuentro, es así, pero si nosotras hoy elegimos otra sede para el año que viene y no CABA, vamos a volver a perder una gran oportunidad de enfrentar a la ultraderecha en el centro del poder. Nos quieren convencer que no se puede enfrentar a Milei y el Garrahan demostró que se puede porque ganó. Hay que pelear como el Garrahan, como los jubilados cada miércoles. Por eso, compañeras, basta de este aplausómetro. Miles vinieron y discutimos en los talleres y miles decidimos, miles gritamos CABA, es ahora, es el momento.” Todas y todes participamos del Encuentro, todas y todes debemos decidir.

En efecto el aplausometro al cierre del Encuentro no va mas, a este momento no se quedan las miles que participamos, es un grupo reducido quien elige por todes. Por otro lado se nota tanto que es una maniobra que la propia comisión agitó durante la marcha “se viene Córdoba”, tratando de contrarrestar la exigencia de CABA. ¿Cómo aseguraban que sería Córdoba si aún no se había decidido? Porque el aplausometro es una farsa, y lo saben. Son ellas la que eligen.  Es una decisión política.

En este cierre se tuvo que votar dos veces porque la mitad de las presentes agitó por CABA, sin embargo, de forma unilateral se dio por ganado a Córdoba, sede propuesta por la burocracia de la comisión organizadora con una clara intención de no fortalecer la herramienta que podría ser el Encuentro.

Con estas actitudes, el PCR nuevamente muestra su verdadera cara: la de falsa oposición a Milei.

CABA, federalismo y ausencias

Desde Juntas y a la Izquierda MST sostenemos que esta forma de elegir las sedes debe cambiar y tiene que ser una instancia realmente abierta y discutida. El encuentro ha tenido transformaciones, como haber logrado un nombre inclusivo que contenga a todos los sectores. Por eso creemos que seguir democratizando este espacio es una tarea posible.

Son muy variados los argumentos para llevar el Encuentro a la ciudad de Buenos Aires. Hace 30 años que el Encuentro no se hace en la capital del país, el argumento de la cualidad de federativo que el PCR le da al Encuentro es un engaño, porque solo una vez se organizó en CABA, y se niegan sistemáticamente a llevarlo allí nuevamente. Argumentando ajustes, violencias, y femicidios en cada lugar, como si el poder nacional no tuviera nada que ver en esas problemáticas, pero además no sólo eluden la responsabilidad del gobierno central, sino que usan el federalismo solo para maniobrar, ya que después también se niegan a denunciar con nombre y apellido a los gobiernos provinciales por donde pasa el encuentro.

Por otro lado no hay razones para no llevarlo allí, siendo que se trata de un lugar mucho más accesible en el centro geográfico del país, para miles que no pudieron participar este año y que sería un lugar clave para enfrentar a Milei y al poder económico.

Más allá de que seguiremos conformando la comisión organizadora donde se realice el Pluri, y seguiremos dando los debates para pelear por un Encuentro distinto, que escuche todas las voces y que sirva como una herramienta de lucha para enfrentar a Milei y a todos los antiderechos, creemos que hay debates y discusiones para dar en el movimiento feminista sobre como dar esta pelea y para que. 

La propuesta de CABA fue apoyada por muches compas que se quedaron.  Y por un arco muy variado de organizaciones, también por sectores independientes. Es evidente que es visible la necesidad de golpear donde más le duele a la ultraderecha. Y a su vez  Juntas y a la izquierda ha jugado un papel importante en ese debate, tratando de explicar pacientemente que quedarse a dar esta pelea era necesario.

Obviamente la mesa chica de la comisión ya  había decidido no dar lugar a CABA ni tampoco acepta democratizar los métodos y espacios que habitamos en el encuentro.  Y es verdad que este formato burócrata y cerrado desalienta la pelea,  sumado a lo largo que se hace la vuelta para las mujeres trabajadoras que deben llegar a tiempo a sus empleos. Pero a la vez, al ser cada vez más quienes vemos la necesidad de transformar los encuentros en una herramienta más poderosa,  el acto de cierre se ha vuelto una batalla política importante. 

Desde  Juntas y a la izquierda venimos  priorizando dar esa pelea, pero desde hace años somos las únicas de la izquierda en hacerlo, eso se repitió en este cierre, fuimos las únicas que nos quedamos con fuerza para batallar, como lo hacemos cada encuentro, lo que es reconocido por todas las organizaciones, pero esa ausencia de las demás  por la vía de los hechos, fortalece la burocratización.

Si fuéramos más,  si toda la izquierda diera esta pelea, entendiera la necesidad no solo de quedarse con fuerza al acto de cierre, sino de habitar la comisión, la necesidad de dar debates, de hacer unidad de acción con otres y de poner el cuerpo hasta el final, sería muy difícil que el PCR siga maniobrando.

Lejos de eso,  el resto de la izquierda solo dejó referentes para el escenario, un error que muestra que no creen posible esa batalla. También está equivocado porque como logramos el cambio del nombre también podemos ir por construir un encuentro distinto.

Es necesario tener en cuenta que  en Bariloche, un encuentro donde todavía el PCR no había retomado el control, y existían disputas que podían frenarlo, y teniendo la amenaza del triunfo de Milei en ballotage, hubieron sectores que votaron  con la burocracia peronista y el PCR, ir a Jujuy al año siguiente. Grave error que permitió fortalecer a lo más cerrado de la mesa chica de la comisión, error que pagamos caro en esta coyuntura. Entre ellos Pan y Rosas.

La frutilla del postre

La delegación que se presentó por Córdoba presentó una declaración y testimonios de porqué era necesario elegir esa provincia sin el consenso de todos los espacios feministas de la provincia y con muchos de ellos reclamándole que debía ser CABA. Es claro que por abajo la manipulación cuesta cada vez más, y es por ello que la comisión cierra, se burocratiza más e impone casi violentamente una sede. Es un costo que tarde o temprano se paga, hasta con la propia base, ya que las feministas honestas ven que esas formas esconden una decisión política de seguir teniendo el control y favorecer a los gobiernos con los que hacen acuerdos . La comisión que se construya en Córdoba necesita que todes quienes peleamos por democratizar el encuentro pongamos el cuerpo y demos los debates necesarios para lograrlo. Un gran desafío dentro de nuestra agenda feminista y disidente. 

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