Pocas horas después de la inscripción de Unión por la Patria, la nueva denominación del Frente de Todos, Cristina habló desde Río Gallegos, en ocasión de la inauguración del anexo del Hospital Regional. Dos grandes temas cruzaron su discurso: el llamado a la unidad para negociar con el FMI, al que denunció, pero planteó que hay que conseguir los dólares para pagarle y la pelea interna con el tándem de Alberto – Scioli. En un discurso de campaña la vice presidenta se ubicó como si no tuviera nada que ver con el gobierno que integra y el ajuste implementado por su defendido ministro Massa. Crisis y doble discurso en escencia.
Flanqueada por la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner y por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, Cristina volvió a apelar a una de sus maniobras discursivas. Siendo vice presidenta, con los funcionarios kirchneristas en puestos estratégicos que dominan al menos la mitad de los recursos del Estado, la dirigente con más poder dentro del gobernante Frente de Todos, apoyando la gestión de Massa, parece no tener ninguna responsabilidad en la gestión actual, ya que no manejaron al ministro Guzmán, que administraba la “tarasca”: “los que no funcionaban manejaban la economía y la tarasca, este es el problema que tuvimos”.
La crisis interna
Luego de palabras elogiosas sobre las gestiones en la gobernación de Santa Cruz que protagonizó con Néstor Kirchner y del desempeño de Alicia como ministra de Desarrollo Social de los tres gobiernos nacionales de su corriente, Cristina se dedicó, en sintonía con el duro comunicado del PJ bonaerense, a pegarle a la línea interna que protagonizan Alberto, Scioli y Tolosa Paz.
Luego del tortuoso cierre de los reglamentos para la futura PASO en Unión por la Patria, donde la postura K tuvo que retroceder de su exigencia primera de un piso del 40% y la incorporación a partir del 10mo lugar, para integrar a la minoría a las listas, entre amenazas de Aníbal Fernández de acudir a la Justicia Electoral, el discurso de la vice le dedicó varios pasajes a la interna.
“Con lo que me ha pasado, desde mi propio espacio político amenazan con ir al partido judicial”, señaló Cristina, haciendo alusión además al atentado que sufrió y denostando al presidente y sus candidatos, que no habrían puesto mucho empeño en esclarecer el intento de asesinato: “hay algunos que no pusieron tanto empeño en eso, pero sí ponen empeño en querer ir al partido judicial”.
Retomando su intención, compartida con Massa, sobre la necesidad de una candidatura única en las PASO, advirtió también que: “Jamás se me hubiera ocurrido en una campaña, ir a una provincia o llamar a una dirigente política para que fuera candidata a senadora contra la candidata a senadora que tal gobernador puso en tal provincia”, en relación a la decisión de Tolosa Paz de competir en las PASO con Axel Kicillof por la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Significativamente, no se mencionó, en el discurso de la vice, ni a Wado de Pedro, ni a Massa, que suenan como los posibles postulantes a la candidatura presidencial por el acuerdo entre los K y el Frente Renovador, estirando más días la definición sobre la fórmula que finalmente defenderán para la presidencia.
La demora, más que una genial maniobra táctica, refleja la crisis que atraviesa al sector más importante de la coalición gobernante que, en un panorama donde la inflación anual se proyecta al 114%, la pobreza al 43% y los dólares de alivio a las actuales reservas –en números negativos- que tendría que enviar el FMI tardando en aparecer, tiene que especular hasta último momento para definir su armado más importante.
Un “modelo” que obtenga los dólares para pagarle al Fondo
El centro del discurso de CFK estuvo signado por el llamado a “que impulsemos con responsabilidad que haya diálogo entre todas las fuerzas políticas para abordar el terrible tema del endeudamiento con el FMI, ese es hoy el principal problema que tiene la República Argentina”.
“Todas las fuerzas políticas” es un llamado, fundamentalmente, a la derecha responsable del tremendo y fraudulento endeudamiento. Según sus propias palabras, refiriéndose al Stand By contraído por el gobierno de Macri, se usó para “sacar los dólares que habían traído para hacer un carry trade a una tasa exorbitante” y que “se produjo la fuga de dólares más vertiginosa y cuantiosa en apenas tres o cuatro meses de lo que se tenga memoria”. Rematando que “esto es lo que estamos viviendo los argentinos”.
Después de semejante denuncia uno pensaría que la vice está llamando a romper con este fraude responsable de la tremenda crisis que atravesamos. Más, cuando la escasez de dólares que denuncia CFK, tiene que ver con un programa acordado con el Fondo, cuyas metas benefician a los grandes empresarios y usureros de la deuda pública del país.
Como Cristina ejemplificó: “la escasez de dólares y los ajustes los va a sufrir la clase media que es la que más dólares demanda. Esa clase media que, en algunos sectores, puede darse el lujo de viajar al exterior, o hacer compras por tarjeta con cosas importadas“. “¿A quién cree que le van a sacar ese nivel de consumo? ¿Al que come polenta y arroz? No, hermana. Te lo van a dar a vos que hoy podés comprar cosas importadas, insumos que la clase media consume en dólares”, describiendo la continuidad y profundización del brutal ajuste que venimos soportando.
Sin embargo, el problema no es que tenes que pagar una deuda fraudulenta, sino que se oculta su costo: “esto no significa saltos al vacío, ni que no hay que pagar. Tenés que decirle la verdad a la sociedad. Si tenés que firmar porque tenés la 45 en la cabeza, decilo…” (…) “porque después sobrevienen crisis de representación política y propuestas de quemar aquello, reprimir”.
Entonces, luego de haber elogiado a que Néstor le pagara al contado U$S 10.000 millones a ese usurero, que es el Fondo para liberarse de sus exigencias, ahora hay que juntar los dólares que necesita nuestra economía para cancelar los fraudulentos créditos externos.
El modelo que Cristina propone es para juntar esos dólares que necesitamos para “pagar la deuda privada y del Fondo” y para “sostener la industria”. Además, para invertir en “innovación y tecnología que es lo que nos va a permitir pegar el salto cualitativo en materia de exportación y valor agregado. Alguien cree que vamos a pagar esos préstamos exportando comodities”.
O sea, exportemos mucho –con valor agregado y tecnología, promete CFK- para pagarle al Fondo y los buitres externos. Cabría preguntarse si el grueso del esfuerzo nacional va para pagar una fraudulenta deuda (y cumplir las metas de brutales ajustes que nos imponen) ¿cómo vamos a hacer para desarrollar la industria, la tecnología y el valor agregado?
Si tomamos la experiencia actual de su protegido ministro de economía, la parte de “innovación y tecnología”, de “valor agregado”, es darles a los grandes empresarios todas las concesiones que necesiten para exportar –como el reciente acuerdo de exenciones de impuestos con las automotrices o las concesiones al campo e inversiones extractivistas-, mientras todos nuestros trabajadores y actual clase media se hunden en un abismo de pobreza.
La crisis del peronismo plantea una gran oportunidad para la izquierda
Esa es la mecánica de la política posibilista que presenta Cristina: denuncia la usura del Fondo y los especuladores financieros, a la derecha entregadora…. después la llama a un gran acuerdo nacional para ver cómo le pagamos al FMI. Te avisa que te van a super ajustar e incluso reprimir… pero no hay alternativa que pagar… a los que nos están hundiendo.
Por eso, hay problemas con “la representación política”. La gente tiene bronca, esta descreída de una dirigencia política que promete mejoras con un discurso y aplica un brutal ajuste en la realidad. Una dura realidad a la que Cristina le es muy difícil escapar por más hábil relatora que sea. Una realidad que plantea la posibilidad de que muchos compañeros trabajadores abandonen al peronismo en todas sus variantes y emigren a una propuesta de izquierda.
Al servicio de discutir cómo nos preparamos para aprovechar esta extraordinaria oportunidad es que desde nuestro MST y el Partido Obrero, integrantes del Frente de Izquierda Unidad, junto a un conjunto de organizaciones y referentes, llamamos a un Plenario Nacional este sábado 17 en la Plaza Congreso. Donde nos proponemos discutir todo, principalmente cómo fortalecer al FIT-Unidad, de cara al ajuste que preparan las variantes patronales. Te esperamos.