Con la firma del CDP, pese a no haber existido convocatoria a reunión alguna, se difundió un “informe” sobre el Congreso del 23/8 donde se tergiversan los hechos al servicio de legitimar el mismo. Se apela a remanidos argumentos y a la calumnia misma, para desprestigiar a dirigentes históricos, miembros del CDP y al conjunto de congresales que postularon un debate alternativo en defensa del modelo sindical democrático del sindicato y en rechazo a la reforma regresiva que se estaba proponiendo.
El Congreso se desarrolló desde sus inicios con una serie de irregularidades que hemos consignado y sobre las cuales haremos las presentaciones por las vías que corresponden. En particular nos referimos al número y nómina de congresales por seccional, una situación que pone en cuestionamiento la validez del congreso.
Pero eso no fue todo, de manera insólita y completamente antidemocrática, ante la contingencia de un corte de luz, en lugar de pasar a un cuarto intermedio como solicitamos, se “sesionó” en la calle. Al pedido de apertura de debate político para poder fundamentar otras posiciones se hizo oídos sordos y tampoco nadie pudo expresar su mandato de asamblea para conocimiento de lxs congresales presentes. El modo de funcionamiento que se puso en práctica es el ejemplo más claro del modelo sindical que pretende imponer la reforma de nuestro estatuto.
Para encubrir esta realidad y descalificar a las voces disidentes, se descarga una sucesión de mentiras e infamias como que hubo “prepotentes advertencias” o amenazas de incidentes, lo cual es completamente falso e indigno entre compañeros del equipo de salud y de un sindicato con una historia de 36 años de democracia sindical. Se apela al viejo argumento de estigmatizar con la filiación político partidaria de una parte de quienes nos opusimos a la reforma, cuando saben perfectamente que somos un colectivo pluralista de distintas agrupaciones, seccionales y congresales con diferentes miradas, con y sin pertenencia partidaria. Y cuando es también de público conocimiento la militancia política, pertenencia partidaria y afinidad con el gobierno provincial de la mayoría de la conducción quienes, en lugar de descalificar a las voces opositoras, deberían garantizar la pluralidad consagrada por el estatuto que ahora deciden cercenar.
Nuestro sector, lejos de hacer una campaña “malintencionada” y sin propuesta, tuvo una postura que fue absolutamente clara:
- Denunciamos que se pretendía una reforma regresiva y a libro cerrado, que nunca se consensuó su necesidad, oportunidad y contenido. Que se pretendió imponer la versión oficial, de la mayoría del CDP, sin igualdad de condiciones en la difusión de propuestas.
- Propusimos mantener la soberanía plena de los congresos sin ningún plenario de secretarios que pretenda reemplazar los debates colectivos y sostener la representación proporcional, bandera histórica de nuestro gremio. Ahora se la sustituye por un sistema que anula la pluralidad de voces, donde el que saca más votos se lleva casi la totalidad de cargos en el CDP, las CD Seccionales, los órganos de control y la junta electoral, entre otras cuestiones.
En lugar de reflexionar y reabrir el debate democrático, se ha lanzado una campaña de mentiras, descalificaciones y “amenaza de sanciones”, con el único y explícito objetivo de acallar opiniones diferentes e imponer un régimen de pensamiento único, muy similar al que impera en el viejo sindicalismo verticalista y burocrático. Pero también, con el objetivo de convalidar y legitimar un Congreso en el que asistimos a todo tipo de irregularidades, que se desarrolló a libro cerrado, sin debate, y forzando mayorías. No vamos a permitir que estos métodos se instalen en nuestro gremio.
Desde el sector de congresales, seccionales y agrupaciones que confluimos en el rechazo a esta reforma regresiva, reiteramos nuestro llamado a reabrir el debate en todo el gremio. Y convocamos a reagrupar fuerzas en CICOP, en defensa del modelo de autonomía e independencia de todos los gobiernos, democracia sindical y lucha que transformó a la CICOP en una genuina representación del equipo de salud comprometida con la salud pública.