En un marco de incertidumbre con una elección ajustada que se decidirá en un puñado de estados que aún están contando votos, Trump dijo que ganó las elecciones y acusó a un “grupo de personas tristes” de querer evitarlo. Sostuvo que se trata de un “fraude hacia el pueblo americano” y “una vergüenza para el país”. En una elección altamente polarizada y judicializada, Trump sostuvo que llevará el caso a la Corte Suprema. Crece la incertidumbre en el escenario político.
Una elección maniobrada en las cortes
El desarrollo de las elecciones en el marco de la pandemia significó un incremento sustancial de la cantidad de votos por correo y también de votos emitidos antes del día de las elecciones. Si bien ambas modalidades son comúnmente utilizadas en las elecciones en EEUU, el contexto actual implicó que algunos estados expandieran estas posibilidades. Gran parte de los votos que quedan por contar corresponden a los emitidos bajo estas modalidades. Se presume que estos favorecen por amplio margen al candidato del Partido Demócrata, lo cual podría resultar decisivo en varios estados donde los márgenes son ajustados.
En este marco, el Partido Republicano concentró una gran parte de sus esfuerzos en las últimas semanas hacia una batalla legal por estos votos. De acuerdo a un estudio realizado por Stanford – MIT se registraron al menos 380 demandas relacionadas con el proceso electoral vinculadas a los cambios introducidos por la pandemia. La estrategia de la campaña de Trump estaba orientada a reducir el impacto de las medidas que expandian la posibilidad de votar por correo. Al mismo tiempo, durante la campaña electoral Trump criticaba públicamente esta forma de votar sosteniendo la posibilidad de que condujera a un fraude y negándose a afirmar que reconocería el resultado electoral. Esto tuvo como resultado que en algunos estados el conteo de los votos por correo se reserve para último momento.
Trump y el Partido Republicano vienen preparándose para un escenario como el actual, que los demócratas buscaban evitar con un triunfo por amplio margen que no se materializó.
Lo que sigue
La incertidumbre sobre el resultado electoral va a prolongarse. En la mañana del miércoles aún faltan resultados de estados clave como Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pennsylvania, Wisconsin, Arizona y Nevada. En algunos de ellos, la tendencia parece favorecer a Biden aunque por márgenes muy reducidos. Todo parece indicar que vendrán fuertes disputas en las cortes.
Todo esto se desenvuelve en un escenario por una fuerte polarización, en un año donde se ha producido una rebelión histórica. En la madrugada del miércoles, se registraron algunas movilizaciones en ciudades como Portland y Washington. En la previa del proceso electoral, algunos sindicatos habían declarado que resistirian cualquier intento de Trump de socavar el resultado electoral y adjudicarse un triunfo prematuro. El recuerdo de las elecciones del año 2000, en las que todo se redujo a Florida y los demócratas terminaron concediendo la derrota de Al Gore en manos de Bush sin dar una pelea, demuestra que a pesar de la retórica de “defensa de la democracia”, el Partido Demócrata prefiere perder que cuestionar un régimen antidemocrático.
En este momento lo más probable parece ser un escenario de creciente polarización, entre batallas legales y movilizaciones en las calles, con un resultado aún incierto.
Luis Meiners, miembro de la Liga Internacional Socialista (LIS), desde EEUU.