Los días 9 y 10 de diciembre habrá elecciones en la Asociación Judicial Bonaerense (AJB), el gremio que nuclea les trabajadores judiciales del poder judicial de Buenos Aires.
Las mismas se presentan luego de algunas postergaciones producto de la pandemia que obligó a cambios en la modalidad de trabajo, implementando en gran cantidad de dependencias el trabajo remoto y del cual lentamente se va saliendo.
Hasta la convocatoria a elecciones, la AJB era conducida por un frente integrado por La corriente (lista Verde), la Celeste y la Naranja, una agrupación de Mar del Plata que dirige esa departamental. Y la oposición mayoritaria era el JUB (Judiciales Unidos Bonaerenses), un frente identificado con el peronismo y kirchnerismo.
Luego de seis años de dirigir el gremio el frente se rompió, la celeste se sumó al frente peronista con la JUB y La corriente quedó sola junto a la naranja.
Alternativa Judicial, la lista roja, era parte en minoría del frente de conducción en la departamental La Plata y, ante la posibilidad cierta de que el peronismo se haga con el gremio, realizó un llamado a todas las fuerzas que quisieran luchar por la defensa de un sindicato independiente. Esto lo hicimos, a la vez que vinimos dando una profunda pelea al interior del sindicato para transformarlo y democratizarlo. Porque pese a tener la AJB algunas características más progresivas que otros gremios, la realidad es que por el rol de la conducción actual sigue teniendo grandes falencias, que se vienen expresando por ejemplo en la baja participación de les trabajadores judiciales en las asambleas y las pocas medidas que han salido en los últimos años, en desafiliaciones y en una predisposición de la conducción para no dar pelea por el salario y las condiciones laborales de fondo, llevando a aceptar propuestas paritarias a la baja, sin siquiera amagar a una medida de fuerza.
Junto a todo esto se vienen dando cuestionamientos hacia el interior de los órganos gremiales, sobre todo en materia de género, donde las expresiones de violencia se hacen visibles y la respuesta de la mayoría de la dirección es ocultarlas u obstaculizar su abordaje. Parte del mismo proceso es que una de las pocas secretarías del gremio que continuó funcionando integrada por varias compañeras y consiguiendo importantes triunfos fue la de Género, que a pesar de los obstáculos al interior dio la pelea por el cupo laboral trans y lo consiguió, que fue parte de la primer expulsión de un juez por acoso sexual y de un dirigente departamental por abuso que luego fue condenado por la Justicia, la implementación de la Ley Micaela y de un órgano paritario con la patronal – la Comisión de Género e igualdad de la SCBA- para discutir e implementar políticas de género y combatir la violencia hacia mujeres y diversidades en el Poder Judicial. Esta secretaría está dirigida por una compañera de Alternativa Judicial, Débora Bertone.
La respuesta del frente de conducción, ante nuestras opiniones críticas y ante la propuesta de pelear por un sindicato independiente y la necesidad de transformar el gremio con una verdadera unidad, fue rechazar todo argumentando que todo lo hecho era correcto, que no había ningún error en su política y que en todo caso el problema estaba en la Secretaría de Género y en la continuidad de las compañeras referentes en esa materia. El intento infantil de tapar el sol con un dedo llevado al terreno sindical, ya que el avance de las compañeras es innegable.
La falta de autocrítica, las anteojeras ante la falta de participación de les judiciales, la culpa siempre puesta en que el afiliado no hace nada y nunca revisar las políticas propias o los posibles errores, la condescendencia con el gobierno . Y todo agudizado con un profundo macartismo hacia les compañeres de Alternativa Judicial y hacia todas las compañeras que trabajaron y trabajan de conjunto en la Secretaría de Género. Todo lo anterior llevó a varias rupturas y alejamientos de compañeres que eran parte de ese frente y parece ser un proceso que continúa en curso.
En este contexto fue que Alternativa Judicial, en diálogo con otras agrupaciones de la AJB, construyó una alternativa de izquierda, combativa y antiburocrática integrando ahora la Lista Multicolor junto a compañeres independientes y agrupaciones de izquierda del gremio, logrando presentar lista en la departamental La Plata, la más importante en cantidad de afiliados y concentración laboral, además de ser el centro político provincial. Pero también se presentó lista provincial de la Multicolor, que cuenta con compañeros de más de diez departamentales. Uno de los requisitos para poder presentarse es tener representación en la mitad de las departamentales, lo cual teniendo en cuenta la extensión de la provincia, con departamentales a más de 700 kilómetros una de la otra, es una tarea titánica para las organizaciones que no cuentan con el aparato gremial.
Dicha tarea además contó con todas las trabas posibles por parte de la lista verde-naranja, que pueden pasar horas hablando de la participación, la inclusión y las instancias democráticas; pero al mismo tiempo presentan impugnaciones e intentos de bajar la lista multicolor pese a estar aceptada por la Junta Electoral. Un intento desesperado de resolver en el escritorio lo que no pueden explicar políticamente.
La presentación de Alternativa Judicial junto con la Multicolor es un gran avance en la unidad de los sectores combativos del gremio judicial. La situación política y económica de la provincia y el país auguran conflictos y resistencias de les trabajadores que ahora pueden encontrar una herramienta no solo electoral donde canalizar la bronca y poder dar la pelea por el salario, las condiciones laborales, contra las violencias y abusos y por la democratización absoluta de los espacios sindicales.
Alternativa Judicial, integrante de ANCLA – En la Lista Multicolor