viernes, 29 noviembre 2024 - 03:52

Elecciones en aceiteros en Santa Fe. Un reguero de pólvora

Las elecciones en el gremio aceitero de San Lorenzo son un verdadero escándalo. Listas impugnadas, declaraciones cruzadas y denuncias de corrupción. Un papelón que desnuda una forma de hacer sindicalismo que no va más. Compartimos algunas opiniones y propuestas.

Repaso de los hechos

El viernes 17 de diciembre del año pasado se constituyó la Junta Electoral, encargada de oficiar en el proceso electoral que busca renovar, el próximo 10 de marzo, la Comisión Directiva del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA). El gremio que aglutina a trabajadores de 15 empresas que forman parte del polo agroexportador más importante del país.

En total se presentaron cuatro listas, con la actual Comisión Directiva dividida. La Celeste y Blanca de Pablo Reguera, secretario general, la Blanca – Unidad, encabezada por Daniel Succi, secretario gremial, la lista Naranja, de Daniel “Piri” Fernández y la lista Verde de Lucas Monzón.

La Junta impugnó a la lista de Reguera, “por no cubrir el cupo femenino (en dos presentaciones) e incumplir requisitos de conformidad en siete (7) cargos”, y a la lista Verde, porque “no logró levantar las impugnaciones sobre la conformidad de los candidatos” (11 Noticias, 31/01/22).

Reguera hizo declaraciones explosivas, “la impugnación no es correcta, los motivos expuestos no son válidos ni condicen con el estatuto del gremio. Hemos presentado un escrito para que la junta electoral revea su decisión, y lo mismo haremos en el Ministerio de Trabajo de la Nación. Estamos convencidos que todo esto es una gran patraña” (Infogremiales, 30/01/22).

El lunes 1 de febrero tuvo lugar la presentación, donde el ministro Claudio Moroni rechazó el pedido y apoyó la resolución del pasado viernes de la Junta Electoral, donde quedaron oficializadas la lista Naranja de Fernández y la Blanca Unidad de Succi. No obstante, el conflicto sigue, Reguera pidió directamente la suspensión de las elecciones y, al momento de cerrar este artículo, se informa que el Ministerio convoca para el miércoles 9 a la Junta y los apoderados de las cuatro listas.

Un sindicalismo que no va más

Durante estos días circularon todo tipo de declaraciones y acusaciones cruzadas. Que la lista Naranja está apoyada por la Federación Nacional que lidera Daniel Yofra, y lo ocurrido forma parte de un intento de este sector, junto a distintas alas del PJ de la región, por “apoderarse” del SOEA.

Semejante rosca y pelea de aparatos, demuestra que lo que está en juego y les interesa a esos dirigentes, es el recambio en la conducción del sindicato, por el control de las “cajas” millonarias que provienen del aporte de las y los trabajadores aceiteros. Con la mirada atenta de las patronales, que tienen muchas veces en esa burocracia un interlocutor para negociar condiciones laborales y salariales.

Hace falta otro modelo sindical

Quienes escribimos estas líneas nos dirigimos a todos aquellos compañeros aceiteros, muchos de ellos jóvenes, que tienen expectativas genuinas de poder participar dentro de la vida sindical, y que se topan con este escenario bochornoso.

Nos interesa empezar a discutir, cómo construimos una nueva forma de hacer sindicalismo. Que sea opuesta al viejo modelo verticalista, con dirigentes que se parecen más a una “casta” con privilegios, que a quienes ponen el lomo todos los días.   

Estamos por otro modelo:

Donde los sindicatos sean independientes del Estado que, lejos de ser “neutral”, siempre actúa a favor de los intereses patronales como pasó con Vicentín. Donde exista plena autonomía y libertad sindical, sin intervención de gobiernos y el Ministerio en la vida interna y los procesos electorales.

Donde la democracia sindical sea una realidad, y no una declamación de los estatutos. Donde la base debata y decida todo. Donde exista la integración proporcional de listas, y que cuando una lista gana, no se quede con todos los cargos, impidiendo que en la comisión se expresen todas las voces.

Un modelo sindical que apunte a prevenir la burocratización, donde los dirigentes ganen lo mismo que en su puesto de trabajo, y luego de dos mandatos vuelvan a trabajar y, si no cumple, su cargo pueda ser revocado. Donde se impulse la coordinación genuina de internas y delegados combativos, y se sume fuertemente la perspectiva de género.

El polvorín armado va a seguir en los próximos días, y estas elecciones son una oportunidad para intervenir con planteos de fondo, para transformar el SOEA de verdad. Este debate está unido a otro: cómo construimos un sindicalismo democrático y combativo que se prepare para dar fuertes peleas en el país que se viene.  

MST en el FIT Unidad – Cordón Industrial

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