miércoles, 21 mayo 2025 - 04:46

Elecciones CABA 2025. Una primera lectura

Este domingo se realizaron las elecciones en la capital del país, confirmando la tendencia de baja participación que se viene manifestando en las legislativas de este año. Además hubo otro dato duro de la jornada: la derrota del PRO que viene ganando y gobernando Buenos Aires desde hace 18 años. El peronismo, una vez más, y con un perfil municipalista y conservador demostró que no sirve para derrotar a la derecha. Nuestra compañera Cele Fierro, integrará el esquema rotativo en la banca conquistada por el FIT Unidad. 

Cambios en la Legislatura

Con el 97% de las mesas escrutadas, los resultados provisorios muestran a la lista de La Libertad Avanza, encabezada por Manuel Adorni, como ganadora con el 30% de los votos. Le sigue Leandro Santoro con el 27%, mientras que Silvia Lospennato, candidata del PRO, quedó relegada con apenas el 16%.

Más atrás aparecen el ex jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con un 8%, y la lista del Frente de Izquierda que superó el 3% y logró acceder a una banca.

Uno de los datos más relevantes fue la alta abstención: la participación alcanzó apenas el 53,3% del padrón habilitado. La más alta en la Ciudad desde hace 20 años y parte de una tendencia nacional que se ha reflejado con esta primera ronda de elecciones anticipadas. Este indicador revela un importante y creciente nivel de descontento y hartazgo con el sistema político, una tendencia que remite a la crisis institucional de 2001. Esto es así porque ese hartazgo traduce una profunda crisis del régimen, de la representación y alternancia de los viejos partidos radical y peronista y de las coaliciones rearmadas alrededor de esas viejas expresiones que dominaron la escena en las últimas dos décadas, cuyos componentes reflejan divisiones, crisis y malos resultados: el PRO sin alianza y en el tobogán, el peronismo dividido y otra vez lejos de poder ganar y el radicalismo en la lona que se quedó afuera junto al partido de Carrió. 

En este contexto, la lista oficialista del gobierno nacional capitalizó parte del malestar y mejoró su desempeño en CABA, propinando un duro golpe al PRO, que sufrió una derrota histórica: tras casi dos décadas de hegemonía no logró imponerse en ninguna comuna, profundizando así los síntomas de su declive.

Por su parte, el peronismo —con Santoro a la cabeza— tampoco supo aprovechar la caída del PRO. Se consolidó nuevamente como una fuerza incapaz de disputar seriamente con la ultraderecha. A contramano de su lema de campaña, quedó demostrado que “no es ahora”.

La izquierda y los desafíos

En un escenario marcado por una fuerte polarización y una campaña orientada a invisibilizar a la izquierda, resulta significativa la obtención de una banca por parte del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad. Será una voz para trabajadores, estudiantes y sectores populares dentro de la Legislatura.

Frente a este panorama, se vuelve central el desafío de canalizar el descontento creciente y fortalecer al FIT-U no solo como opción electoral, sino como una alternativa política frente al ajuste, la precarización, el negocio inmobiliario, la pérdida de espacios verdes y la sistemática quita de derechos en la Ciudad.

Interpelar ese descontento, derivado de la grave la situación social y del desencanto recurrente con las promesas electorales incumplidas, pasa por salir con fuerza a dar esa batalla ideológico-cultural en defensa de los derechos, pero también por un cambio de fondo de este modelo capitalista, intervenir con fuerza en los procesos de lucha y poner las mayores energías en fortalecer el FIT Unidad y desde allí construir la fuerza de izquierda que se necesita, convocando ampliamente a los luchadores, activistas y sectores con los que peleamos juntos y compartimos esta necesidad. Desde el MST estamos empeñados en ello.

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