Días atrás el PTS, a través de un artículo de Guillo Pistonesi, volvió a escribir sobre el movimiento piquetero, a raíz de unas declaraciones de Vanina Biasi, dirigente del Partido Obrero. En su nueva nota intenta victimizarse porque se le critican sus posturas ante la lucha piquetera. Y a partir de allí reafirma y profundiza una política completamente equivocada, que los llevó desde siempre, a darle la espalda a la lucha de los sectores más empobrecidos que se organizan para pelear por una ayuda social digna y por trabajo genuino.
Refiriéndose al tema, el autor de la nota dice lo siguiente: “una diferencia estratégica que venimos teniendo hace tiempo -y en forma cada vez más creciente- sobre la política que debe tener la izquierda clasista en el movimiento piquetero y para la construcción de un partido revolucionario. Como debe reconocer cualquier observador de la realidad honesto, es tradición del PTS la defensa incondicional frente a los ataques del Estado y el régimen del movimiento piquetero que existe en nuestro país desde hace más de 25 años. Pero nos opusimos a que la izquierda que se reivindica revolucionaria organice colaterales para gestionar la administración de los planes sociales del Estado”. Esta definición es ajena y opuesta a la lucha y a las tareas verdaderas del movimiento piquetero y es completamente equivocada por donde se la mire. Tanto lo es, que el PTS se opuso desde inicio a las mismas cosas que se opuso todo el arco burgués y derechista de este país.
Primero, porque previo al Argentinazo de 2001, la ayuda social que existía por entonces, y que era mucho más reducida, la administraba en su totalidad el Estado capitalista y en el Gran Buenos Aires el PJ con todo el aparato duhaldista. Después del 2001 y producto de una enorme lucha, se le arrancaron mayores planes de asistencia social con una lucha muy fuerte que costó vidas, no hablamos de ninguna concesión estatal sino de la acción de miles logrando triunfos en este terreno. Como parte de esos logros además la izquierda y otros sectores populares en las barriadas, le arrancamos al Estado capitalista y a sus gobiernos el derecho a que las organizaciones que nucleamos miles de trabajadores desocupados y encabezamos la lucha que fue logrando importantes conquistas, tuviéramos incidencia en una parte del control y administración de esa ayuda social, lo cual fue y es una conquista inmensa del movimiento de lucha de los desocupados, conquista a la cual, de forma increíble, el PTS se opuso siempre, al igual que Izquierda Socialista que hoy lo acompaña en su lista.
Conquista que además ahora todos los candidatos capitalistas y el FMI dando la misma orden quieren cortar, por eso insisten en esta campaña electoral con que hay que terminar con el control de los movimientos sobre la asistencia social y la organización de la gente que cobra un plan social, y junto con eso traspasar ese control a los municipios y a los punteros de cada lugar. El PJ y Juntos por el Cambio quieren terminar con la incidencia de las organizaciones de izquierda sobre la ayuda social, porque necesitan terminar con la autonomía de un sector importante de organizaciones que hoy movilizamos a miles, desorganizar este movimiento de lucha, sacar a la gente de las organizaciones sociales combativas y sus asambleas, quitarle esa cobertura colectiva, para después directamente cortarles la ayuda social. Es el plan burgués que quieren aplicar hace años y con lucha se viene impidiendo. Pero el PTS se pone en la vereda de enfrente de las organizaciones de lucha que lograron estas conquistas, y escribe que está en contra de la administración por parte de la izquierda de la ayuda social, a la par que todos los partidos burgueses piden lo mismo. Una capitulación política completa y funcional a los planes de este gobierno y del que vendrá.
Como explican en la misma frase, también estuvieron y están en contra de organizar colaterales o movimientos afines a un partido, algo insólito porque ese tipo de tácticas de organización son parte de la tradición de la izquierda y el marxismo en cientos de ejemplos y en diferentes sectores sociales y países. Pero más allá de la historia, en este caso concreto, el PTS en otra parte de su texto habla de “las dificultades que imponen las colaterales partidarias”, y así reafirma que no entiende nada de la lucha de clases real en las barriadas populares. Porque allí está el PJ, la derecha, los aparatos de las intendencias, la policía, los narcos, organizaciones de desocupados del oficialismo y todo tipo de actores políticos y sociales que actúan contra la izquierda diariamente, por lo cual es obvio e imprescindible que la izquierda revolucionaria busque organizar a la mayor cantidad de gente con una política revolucionaria. ¿Y cómo lo puede hacer la izquierda sino organiza su propio movimiento para confrontar con otros que tienen políticas equivocadas y con enemigos de clase en cada barrio? El razonamiento del PTS es de un mundo de fantasía, ajeno a la lucha de clases real en los barrios y con una visión clasemediera que lo lleva solamente a no organizar a nadie en las barriadas populares. Si le hiciéramos caso al PTS, la izquierda revolucionaria tendría que disolver su organización barrial, no tendría ninguna incidencia ni en los barrios ni en la lucha piquetera en general. Sus regresivos concejos solo son útiles para el gobierno y el Estado capitalista, que milita cada día para el mismo fin; tratar de desarmar esas colaterales o movimientos y la organización barrial de la izquierda revolucionaria.
Que en un movimiento masivo y heterogéneo políticamente, la izquierda anticapitalista y socialista organice la mayor cantidad de familias trabajadoras que pueda, es la única política revolucionaria para la lucha de los desocupados. Y la única que además permite construir un partido revolucionario insertado a fondo en cientos de barriadas populares. Desde esa organización, con sus propias asambleas por cada barrio, se coordina con todos los que quieren luchar. Como correctamente lo hace con sus eventos y planes de lucha la Unidad Piquetera, de la cual el MST “Teresa Vive” y el Polo Obrero son grandes protagonistas. Lógicamente, desde esta organización barrial y esta coordinación genuina, peleamos por la unidad en la lucha con el movimiento obrero y con el sindicalismo combativo, por la reducción de la jornada de trabajo, expropiación de empresas, control obrero, exigencia de trabajo genuino para todos y por la universalización de la ayuda social que es lo que debería hacerse y ningún gobierno capitalista hace ni hará. Con toda esa política fortalecemos una pelea en cientos de barriadas populares, algo que ayuda y mucho a la lucha en general y a la disputa por ganar influencia política para la izquierda. Ningún proyecto revolucionario en este país puede hacerse sin intervenir activamente en esas barriadas. Son sectores masivos, la parte más despojada de nuestra clase, y lógicamente son un sector aliado de la clase obrera organizada en fábricas y otros establecimientos, que es el sector claramente estratégico y prioritario para los socialistas, hacia el objetivo de un gobierno de los trabajadores.
“Engrosar actos políticos”
Para profundizar sus desaciertos, en otra parte de su artículo el dirigente del PTS también se queja de las colaterales porque: “cuyo fin último termina siendo engrosar actos políticos partidarios que muchas veces no tienen nada que ver en forma directa con la lucha por las reivindicaciones del movimiento social”. La definición da vergüenza ajena. Nuestras organizaciones barriales tienen sus asambleas y reuniones y debaten todos los temas de su lucha. Y precisamente porque toda esa fuerza es una conquista política y social, también debates los grandes temas políticos, las propuestas de la izquierda, realizan cursos de formación política, se habla del Frente de Izquierda, vienen a actos, a marchas en solidaridad con otras luchas, votan e integran nuestras listas, fiscalizan. No “engrosan actos políticos” compañero Pistonesi, participan activamente de actos y movilizaciones porque es correcto que lo hagan y porque es su derecho participar y conocer todo tipo de eventos que organiza la izquierda.
Solo puede criticar la participación masiva de los desocupados en diferentes eventos políticos, un partido como el PTS que subestima al movimiento de desocupados y a las familias de los barrios más empobrecidos. Para nosotros que miles participen en eventos políticos, en luchas de otros sectores y en actos y campañas electorales junto a la izquierda, es una enorme conquista y es nuestra tarea impulsar que lo hagan cada vez más masivamente. Por eso, por ejemplo, nos enorgullece que en el masivo Plenario de la Izquierda que hicimos en Plaza Congreso el MST y PO, hayan participado una gran cantidad de militantes barriales y organizaciones piqueteras amigas, hayan opinado en las comisiones, debatido y al final hayan votado el programa de nuestras listas del Frente de Izquierda. Lo que subyace detrás desde debate, es que al PTS le molesta y preocupa que otras fuerzas de izquierda organicemos a miles en cientos de barrios populares en todo el país. Lo suyo es una mezcla de impotencia, ceguera política y argumentos reaccionarios contra varias conquistas claves de la organización de la lucha piquetera.
En la misma frase que citábamos al inicio, Pistonesi plantea que cualquier observador honesto sabe que ellos han sido siempre solidarios con la lucha de los desocupados. Pero lo concreto y visible para cualquier observador honesto; es que nunca han sido parte de esta lucha, con lo cual le han dado la espalda en la realidad. Por esa razón, en cada plan de lucha del movimiento piquetero, la única actividad del PTS es que alguna de sus figuras electorales pase un rato a sacarse algunas fotos con una bandera del MAC de fondo. A eso se reduce la política del PTS para un movimiento de lucha de miles y miles, que es uno de los más dinámicos del país y uno de los más atacados.
Mirando desde lejos
Su política, sus opiniones y su nula intervención, son el producto de mirar los barrios populares desde muy lejos, desde el centro capitalino con eje en la clase media, dónde se formó la dirección de su partido y desde donde sigue realizándose la elaboración de sus políticas. Ubicados allí escriben como un partido que no refleja nada de las enormes barriadas populares, en las cuales obviamente no está inserto. No es casual que la misma posición tenga Castañeira, que tras las declaraciones de Biasi, opinó en defensa del PTS. El Nuevo Mas, con ella como referente, hace exactamente lo mismo que el PTS: solo espera que haya un plan de lucha de miles de piqueteros, para pasar un rato de visita y hacer algunos tuits. En ambos casos no tienen ninguna política revolucionaria para semejante proceso de la lucha de clases. Esa es la pura verdad.
Lo que deberían preguntarse, es porque en medio de un año electoral plagado de ataques de todo tipo al movimiento piquetero, donde hay una unidad de hecho de la totalidad de los candidatos capitalistas y de los medios hegemónicos en atacar su lucha y en querer recortar sus conquistas y amenazar con represión, el PTS queda con sus argumentos atacando al movimiento piquetero real y no haciendo nada por ayudar a esta lucha genuina. Debería preguntarse cómo llegó al colmo de que uno de sus reconocidos dirigentes, Raúl Godoy, haya escrito en letras mayúsculas las palabras “VOLUNTARIO y CONSCIENTE” en un tuit, acompañando la frase con imágenes de reuniones del PTS y buscando contrastar eso contra miles de desocupados que, evidentemente, por su comentario mayúsculo, cree que no son ni voluntarios ni conscientes. Una de las mayores vergüenzas políticas por la cual ni el autor de la frase ni su partido, han pedido al menos disculpas a los miles y miles de desocupados que luchan cada día por trabajo.
En resumen, no hace falta un debate teórico sobre la palabra racismo para desviar la atención, no hay que patear la pelota al córner, sino discutir lo central: cuál es la política que hay que levantar frente a este movimiento de lucha. Y lo que hace falta, sobre todo, es que nadie en la izquierda le dé la espalda al movimiento piquetero ni utilice frases y argumentos que se asemejan a los argumentos y frases que impulsan nuestros enemigos de clase y sus voceros mediáticos. Lamentablemente esto es lo que viene haciendo el PTS y reafirma una vez más en su nuevo artículo. Así las cosas, la única realidad es que el PTS, y también el nuevo MAS e IS, quedarán en la historia de las últimas décadas como las fuerzas de izquierda que le dieron la espalda y jamás intervinieron en uno de los principales movimientos de lucha de las familias obreras desocupadas y más pobres de nuestro país. Una vergüenza política que no hay artículo ni maniobra que pueda esconder.