domingo, 22 diciembre 2024 - 01:05

El plan de Milei. Una «democracia» dictatorial

Todas las medidas del nuevo gobierno nacional desde que asumió y sus planes buscan provocar un cambio reaccionario en el régimen político vigente en nuestro país desde la caída de la última dictadura militar. En defensa de todos los derechos democráticos es preciso unir fuerzas para resistir y derrotar esa peligrosa ofensiva represiva que lideran Milei, Villarruel y Bullrich.

  • Desde que nació, la Argentina es un Estado capitalista porque la clase social dominante es la misma: la burguesía, los capitalistas, dueños de los medios de producción.
  • A su vez, desde las primeras elecciones presidenciales realizadas en 1916 hasta la actualidad han desfilado por el poder muchos gobiernos diferentes: en concreto 46.
  • Pero en lo que respecta al régimen político, es decir a cuáles instituciones son las que predominan, existen dos formas esenciales: dictadura y democracia burguesa.

En dictadura gobiernan las fuerzas armadas y, en esta democracia burguesa, los famosos tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, los dos primeros elegidos mediante el voto popular a través de los partidos políticos o alianzas.

Con el triunfo de Milei y Villarruel obviamente ha cambiado el gobierno pero no el carácter del Estado argentino, que sigue al servicio de la clase capitalista aunque el liberfacho critique todo lo «estatal». ¿Pero qué sucede en cuanto al régimen político?

Crisis global, polarización, ultraderecha

Siempre que un gobierno recorta los derechos económico-sociales, trata de hacer lo mismo en relación con los derechos democráticos. Dicho más fácil: ningún ajuste pasa sin represión. Es que la clase trabajadora y los sectores populares y medios no se dejan reducir su nivel de vida sin protestar. Y como Milei pretende imponer un mega-ajuste inédito y generalizado, lanza toda una batería de medidas abiertamente antidemocráticas.

A fin de comparar, en el siglo pasado Hitler o Mussolini movilizaban masas y utilizaban bandas parapoliciales y paramilitares, métodos de guerra civil contra el pueblo trabajador y hasta genocidio. Milei no tiene esas características típicas del régimen fascista. Pero, ¡guarda la tosca!: su proyecto tampoco es esta democracia burguesa limitada que en nuestro país cumplió hace poco 40 años.

Como bien lo explica el reciente documento del Comité Ejecutivo Internacional de la Liga Internacional Socialista (LIS), de enero: «El crecimiento de la derecha y la extrema derecha está íntimamente ligado al fracaso de los gobiernos nacionalistas, populistas y de centroizquierda que despertaron a principio de este nuevo siglo grandes expectativas en el movimiento de masas. En el giro a derecha de franjas de masas ha jugado un rol muy importante los grandes medios de comunicación burgueses y varias iglesias.

Décadas de crisis también han desgastado a las instituciones de la democracia burguesa ante las masas y a los regímenes de este tipo como mecanismos de dominación y control. Por eso la burguesía se ve obligada a instrumentar cada vez más medidas represivas y los regímenes se vuelven cada vez más autoritarios, no solo en los países dependientes sino también en los capitalistas más avanzados».

Como hoy la crisis capitalista mundial ya no deja márgenes para medias tintas, de nuevo en todos lados crece la extrema derecha e incluso es gobierno en varios países de Europa1. En general, actúan en el marco de las reglas de juego de la democracia burguesa. En América se prepara para volver Trump y ya, al estilo del recién reelecto Bukele en El Salvador, aquí el «libertario» Milei apunta a provocar un cambio de régimen en un rumbo abiertamente totalitario.

Hacia una democra-dura

Acerca de estos planes, nuestro dirigente Alejandro Bodart agregó: «El protocolo represivo es una muestra más del régimen político totalitario que pretende imponer el gobierno de Javier Milei, que con total hipocresía repite el latiguillo ‘viva la libertad, carajo’ pero intenta avasallar todos los derechos sociales y democráticos vigentes en nuestro país. Es una ofensiva gravísima, un estado de sitio de hecho que ilegaliza el derecho a la protesta social, le da vía libre a la represión policial y que ningún sector que se considere democrático debería dejar pasar… Es tiempo de unir fuerzas para pararle la mano a esta avanzada de ajuste y represión».2

Dicho cambio reaccionario incluye varios aspectos, además de negar a los 30.000 y el genocidio de la dictadura:

  • El más evidente es la ofensiva expresada en el protocolo «anti-piquetes» de Bullrich, que querellamos ante la justicia federal (ver pág. 7). El saldo de personas detenidas y las perimetrales impuestas, las heridas por el nuevo gas pimienta y balas de goma, las condenas injustas a activistas, la detención arbitraria por tuitear y el flamante anuncio de reinstalar el «protocolo Chocobar» sobre el uso de armas de fuego por las fuerzas federales ilustran el avance de la criminalización de la protesta social.
  • En igual sentido punitivista, el proyecto de ley ómnibus planteaba reformas al Código Penal para agravar las condenas y legalizar el gatillo fácil y la impunidad policial, negando a los familiares de las víctimas el derecho a querellar a los uniformados.
  • La ley ómnibus -por ahora derrotada- incluye una cantidad y calidad inédita de superpoderes en favor del Poder Ejecutivo. Implica una avasallamiento del Congreso, como también lo muestra la negativa antirreglamentaria de Villarruel de convocar a sesión en el Senado para tratar el DNU de Milei.
  • En materia de representación política, la ley derrotada incluía reemplazar el reparto proporcional de bancas según los votos por circuitos unipersonales. Esto proscribe a todas las minorías y restablece el fracasado bipartidismo, a la vez que se autoriza el financiamiento privado de las campañas electorales, en beneficio de los partidos capitalistas.
  • En cuanto a la libertad de expresión, además de apalear periodistas, el gobierno intervino la red de medios públicos y hace un reparto arbitrario de la pauta publicitaria y desfinancia a los medios alternativos, lo que agudiza el control antidemocrático de la difusión de ideas a gusto del oficialismo.

Nuestras propuestas

La primera tarea es impulsar la más amplia unidad de acción posible frente a este paquetazo claramente totalitario, este verdadero estado de sitio de facto que intenta la tríada Milei-Villarruel-Bullrich y toda la Libertad Avanza, nombre cínico si los hay a la luz de sus medidas y sus planes. Insistirán de una u otra forma, porque perdieron la ley pero no las mañas.

Como estrategia, luchamos por un cambio revolucionario que eche abajo al Estado capitalista y lo reemplace por un Estado obrero y popular realmente democrático, socialista, basado en las asambleas barriales u otros organismos de autodeterminación que se den las masas en lucha, y por un gobierno de las y los trabajadores. Esto es opuesto al burocratismo dictatorial estalinista que ensució las banderas del socialismo. Y con respecto al régimen político, también proponemos cambios de fondo:

  • Abolir el Senado, que haya una cámara única de diputados elegidos proporcionalmente con el país como distrito único, que ganen como una maestra y que esa cámara designe al Ejecutivo, responsable ante ésta. Además, anular todos los superpoderes y privilegios políticos.
  • Un sistema judicial totalmente distinto, con jueces y fiscales elegidos por voto popular en fecha separada de las elecciones políticas, con mandatos por tiempo limitado y revocables. Sólo así será independiente del poder político.
  • Disolver esta policía, represora, corrupta y de gatillo fácil. Reemplazarla por un nuevo cuerpo de seguridad ciudadana, preventiva, bajo control social y con autoorganización vecinal.
  • En ese camino, ante crisis graves o vacíos de poder, como no está descartado que puedan ocurrir, proponemos que se llame a elecciones para una Asamblea Constituyente libre y soberana para que el pueblo decida democráticamente qué cambios económicos y políticos hacen falta. Allí llevaremos nuestras propuestas.

Para enfrentar ahora mismo al liberfacho Milei, su vice y su ministra, y para ir por un cambio de raíz, revolucionario y socialista, organizate con el MST en el Frente de Izquierda Unidad.

1Hungría, Italia, Polonia, Suecia, Finlandia y Holanda.
2https://periodismodeizquierda.com/casanello-se-declaro-competente-en-la-causa-anti-protocolo-cele-fierro-y-alejandro-bodart-apuntaron-contra-bullrich/

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