domingo, 17 noviembre 2024 - 22:24

El peronismo y los gobernadores con los ojos en 2023. ¿Adiós a las PASO? 

Otra vez, como es de costumbre para el régimen, mientras más se acerca el año electoral quien está en el gobierno busca cambiar las reglas. Versiones varias circulan dentro del Frente de Todos, una busca eliminar las PASO. El cálculo electoral antidemocrático hace maniobrar a un oficialismo alicaído por sus números económicos y sociales. Nuestra mirada contraria a las PASO y por una reforma integral del antidemocrático régimen electoral. 

¿Se suspenden las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO)? Es la pregunta que convive en el clima político de Argentina. A título de Luis Di Giacomo, diputado de Río Negro, circula un proyecto para suspender las PASO de las elecciones nacionales del 2023. Los gobernadores del norte, principalmente, hablan con el alfil de Cristina Fernández de Kirchner, el ministro Wado de Pedro, para impulsar la iniciativa. También, conmover al presidente con la idea y así darle más cuerpo. 

Lo cierto es que al interior del Frente de Todos no hay una postura unánime. La vicepresidenta piensa que puede ser útil, con su estrategia de recostarse en la provincia de Buenos Aires, ante un pronóstico propio de una eventual derrota. Otros legisladores de la coalición, como el ex radical Leandro Santoro, opinan distinto. Acompañan este último parecer los parlamentarios del Movimiento Evita. También pesa la idea de borrar las primarias para hacer estallar al otro frente en conflicto, Juntos por el Cambio. Con el último ida y vuelta entre Manes y Macri, entre una parte de los radicales y una parte de los integrantes del PRO, entusiasma aún más la iniciativa. 

Sin embargo, las razones centrales residen en: la inflación proyectada que puede llegar al 100%, los salarios deteriorados y un piso de pobreza e inflación elevado. Con este escenario, todos los actores del frente peronista buscan cómo caer mejor parados ante lo que avizoran como una dura elección. 

Cambios en las provincias 

Más allá de lo que ocurra a nivel nacional, algunos gobernadores, mirando sus elecciones locales, ya avanzaron en este sentido. San Juan ya eliminó las PASO en 2021. En aquel momento los “fundamentos”, se encubrían en la situación sociosanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 y, además, la chantada de vender una “reducción de gastos”. 

Otro ejemplo es Salta. La provincia gobernada por Gustavo Sáenz, quien tiene fecha de votación el próximo 16 de abril, en su Legislatura, el pasado 25 de agosto, decidió eliminar las PASO para 2023. Otra vez, el mismo argumento hipócrita: “Era necesario que, en un contexto económico y social, con una pobreza muy grande, priorizar y escuchar a la gente, que no quiere tantas elecciones”, dijo el senador provincial Juan Cruz Cura, del frente Sáenz Gobernador. Mariano Arcioni, gobernador de Chubut, y su par catamarqueño también quieren copiar esta maniobra. 

No quedar pegado con la mala imagen del gobierno nacional, es una obsesión para los ejecutivos provinciales. Para eso, como ya mencionamos el caso de Salta, varios buscan desdoblar sus elecciones de las nacionales. En esa carrera se encuentran desde oficialistas hasta gobernadores de la oposición. Tucumán, Río Negro, La Rioja, Santa Fe, Tierra del Fuego, Chaco y Neuquén, algunas esperando su confirmación formal, ya tienen las elecciones desdobladas. En otro bloque, donde todavía reina la especulación y no se sabe que va a pasar, se encuentra Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Formosa y Santa Cruz. 

¿Qué son las PASO? 

En 2009, tras una dura derrota electoral, Néstor Kirchner pergeñó lo que luego se conocerá como la Ley 26.571. Tras ver como una lista del propio espacio le arrebató el 6%, el ex presidente pensó este mecanismo para evitar fugas dentro de su propio proyecto político. Además, alimentar aún más las chances de que se produzca una polarización entre los partidos tradicionales. 

Esta última afirmación, se entiende por el piso proscriptivo del 1,5%, obligatorio de obtener para cualquier fuerza que quiera participar de las elecciones Generales. De esta forma el PJ, tras la idea de Néstor, encontró, también de forma conjunta con la UCR y posteriormente con el PRO, la forma de mantener los cargos legislativos y ejecutivos bajo su órbita. 

Sin embargo, por la crisis permanente en la que se encuentran estos partidos y el régimen en su conjunto, las PASO son siempre discutidas. Buscando una tajada más grande para permanecer en los cargo del Estado, se quieren cambiar las reglas electorales. Es así que se puede comprender que Macri haya buscado quitar las PASO, como ahora lo intenta un sector del Frente de Todos. 

Nuestra postura 

Como siempre lo hemos hecho, desde el MST en el FIT-Unidad, nos mostramos contra la reforma que inauguró las PASO por su carácter proscriptivo, ya que imposibilita una real participación democrática de las fuerzas emergentes o más chicas, por lo tanto, estamos por su eliminación, aunque no dejamos de denunciar la maniobra actual de quienes desde el gobierno no buscan democratizar ni gastar menos dinero, sino favorecerse a sí mismos en el plano electoral. En todo caso no deberían ser obligatorias ni con piso proscriptivo y que así las utilice quien quiera. 

De nuestra parte proponemos un cambio integral, una reforma política pero diferente y profunda. Que sea discutida por el conjunto y donde el pueblo decida. Hay que eliminar las PASO con su piso proscriptivo del 1,5% y a la vez eliminar todo piso proscriptivo para acceder a cargos; como el antidemocrático piso del 3% que se toma sobre el padrón y se utiliza para elegir cargos nacionales y dejar afuera del reparto a muchos partidos, y que se debe eliminar. 

Proponemos aparte la eliminación del reaccionario Senado y que haya cámara única de diputados elegidos por distrito único nacional, de acuerdo a la cantidad de población. También hay que terminar con la Ley de Lemas en las provincias donde existe; acabar con la lista sábana para dar por tierra con el clientelismo político, hay que avanzar con una boleta única, pero por categoría. Y, sin dudas, tiene que existir un reparto igualitario de fondos a todos los partidos políticos para hacer campaña, sumado a eso tiene que establecerse la prohibición de las campañas vía financiamiento privado, empresarial. Como también debe haber iguales franjas publicitarias para cada partido, no solo en los pocos meses de campaña sino en forma permanente. 

Por último, todos los políticos que accedan a un cargo, tienen que cobrar igual que una directora de escuela y atenderse en hospitales públicos, ellos y sus familias, como mandar a sus hijos a la escuela pública. Sólo de esa manera podremos terminar con los privilegios. 

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