Hace pocos días se reveló una carta redactada por el Papa Francisco en respuesta a un correo que le enviaron un grupo de ex alumnos de su época de maestro de Literatura en los años 1964 -1965 en la provincia de Santa Fe. En estas líneas realizaremos un breve análisis de los dichos y posiciones de Bergoglio que evidencian una vez más la intromisión de la Iglesia en los asuntos políticos y sociales del país, atacando especialmente los destinados a garantizar los derechos de mujeres y disidencias.
La carta tomó relevancia por referirse a temas de actualidad como el aborto, el rol de los medios y la propiedad privada, como así también de personajes políticos del gobierno como Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Juan Grabois.
En ella, el Pontífice ratifica su posición acerca del aborto refiriéndose al mismo como la eliminación de una vida humana a través del alquiler de un sicario. Posiciona este debate en el área de la ética humana antes que la religiosa.
La Iglesia, como lo ha hecho una y otra vez cuando se trata de garantizar derechos, está metiendo la cola en temas que no le competen, esta vez mediante esta carta y muchas otras con todo el poder político y del lobby millonario que manejan. Siempre desde una posición antiderechos y a favor de la muerte y mutilación de cientos de mujeres y personas con capacidad de gestar. Por aquí nada nuevo.
Por supuesto, omite referirse en profundidad al tema ya que la institución que representa no estaría en condiciones de dar explicaciones acerca de todas las denuncias que reciben desde tiempos inmemorables por crímenes de pederastia, violación, abuso o por inducir a personas gestantes tanto a abortar como a continuar con embarazos no deseados -fruto de los anteriores crímenes- ocasionados por miembros representantes de la Iglesia Católica en todo el mundo.
A modo de queja en cuanto a los medios de comunicación, Jorge Bergoglio esboza: “se sabe lo que dicen que digo, y esto gracias a los medios los cuales, bien sabemos, responden a intereses parciales, particulares o partidistas”.
Agrega, “respecto de ´la propiedad privada´ no hago otra cosa que repetir la Doctrina Social de la Iglesia”. Dado el contexto actual, en el que la lucha por el acceso a la vivienda de miles de familias en distintos puntos del país es un problema verdaderamente acuciante y sin respuesta, es fácil comprender que su posición en este tema es darle la espalda al pueblo y dejarle a la suerte de un gobierno que reprime en vez de garantizar derechos.
Al párrafo siguiente se refiere a Juan Grabois, detallando que el mismo desde hace muchos años es miembro del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral y en respuesta a su relación confiesa: “Respecto a lo que afirman que dice (que es mi amigo, que tiene contacto conmigo, etc.) les pido un favor; que para mí es importante. Necesito copia de las declaraciones en las que afirma eso”.
En cuanto a CFK algunos medios sostienen que sus dichos tienen la intención de despegarse de su figura, ya que resume su relación con ella a su mandato como presidenta de la nación (ver carta completa abajo). En el mismo lugar coloca sus vínculos con Macri. Se puede percibir una clara intención de que este alejamiento se produzca por parte de los receptores de esta carta, expresado en el mail que le enviaron a Bergoglio, en cuyo contenido se referían a Cristina de la siguiente manera: “haciendo gala de tu supuesto apoyo incondicional, persigue como único fin escapar a los juicios que la acechan debido a los delitos que ha cometido con su familia. Los mismos estarían totalmente probados y la mayoría de ellos se encuentran en avanzado trámite procesal y si no estuviera amparada por los fueros legislativos que le otorga el ser vicepresidenta, ya la habrían encarcelado hace rato”.
Aunque el Papa quisiera desvincularse de las personas nombradas que forman parte del actual gobierno del Frente De Todos, sabemos que “siendo amigos“ (como se refiere jocosamente) o no, tanto él como la institución que representa son actores con mucho peso de las decisiones políticas del país. Aún con el historial nefasto que tiene, desde su oposición directa en cuanto a derechos sociales básicos hasta su apoyo y silencio cómplice hacia los crímenes de lesa humanidad de la dictadura militar genocida que sufrió el país, la Iglesia sigue siendo beneficiada y sostenida por el Estado. Durante décadas no hubo ningún tipo de intención por parte del poder político de eliminar ninguno de los privilegios que obtiene; por el contrario, se mantuvieron relaciones estrechas y de imposición de las posiciones de la Iglesia a los gobiernos de turno.
Incluso con la llegada a la presidencia de Alberto Fernández, que dice apoyar la lucha de las mujeres y disidencias, quienes en muchas oportunidades exigimos movilizades la separación real de la Iglesia y el Estado, no se tomó ninguna iniciativa en tal sentido; inversamente, el gobierno no deja de hacer concesiones a las presiones de la Iglesia, basta con ver las restricciones en el proyecto de ley de aborto o el proyecto de los 1000 días.
Seguiremos movilizades, organizades y en modo de denuncia permanente hasta que todas las exigencias de las mujeres y disidencias sean escuchadas y garantizadas. Entre ellas un proyecto que garantice realmente el acceso al derecho del aborto, que es el de la Campaña, y la separación de la Iglesia del Estado, que se traduce en anulación total de los subsidios a la Iglesia Católica.
A continuación, transcribimos la carta completa del Papa:
Queridos amigos, gracias por el correo. Me alegró mucho recibirlo y también me hace feliz que estén tan inquietos por el bien de la Patria. El amor a la Patria es un valor fundamental, indica amor a los padres de la Patria, amor a las tradiciones, amor al pueblo de la Patria. A veces pienso (mirando a algunos países de Europa) que aparece, más que el amor a la Patria, el amor a la “empresa” que lleva adelante el país… y cuando ves esto me viene a la mente el poema de Jorge Dragone: “se nos murió la Patria”.
Les tengo que confesar que no estoy al tanto de todo lo que pasa allí, en detalle. La Secretaría de Estado me pone al tanto de la marcha de los países una vez por semana. Lo hacen bien y con reuniones. Allí me entero de las cosas de Argentina y confieso que algunas me preocupan. No tengo correspondencia con los políticos; solo alguna vez recibo cartas de gente que está en la política, pero muy pocas; y mi respuesta es sin mezclarme en la lucha política de cada día sino mas bien pastoral y de buena educación. Una última me planteaba el problema del aborto y respondí como lo hago desde siempre (incluso en el último libro Soñemos juntos que sale hoy; el asunto del aborto no es un asunto primariamente religioso, sino humano, un asunto de ética humana previo a cualquier confesión religiosa. Y sugiero que se hagan dos preguntas: 1) ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? Y 2) ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema? Me causa gracia cuando alguien dice; ¿Por qué el Papa no envía a la Argentina su opinión sobre el aborto? Pues la estoy enviando a todo el mundo (incluso a Argentina) desde que soy Papa.
Y esto toca otro problema. En general allí no se sabe lo que digo habitualmente…, se sabe lo que dicen que digo, y esto gracias a los medios los cuales, bien sabemos, responden a intereses parciales, particulares o partidistas. En esto creo que los católicos, desde el Episcopado hasta los fieles de una parroquia, tienen derecho a conocer lo que realmente dice el Papa… y no lo que le hacen decir los medios; aquí juega mucho el fenómeno del relato (Ej. Me dijo fulano que mengano dijo esto… y así sigue la cadena). Con este método de comunicación, en el que cada uno añade o quita algo, se llega a resultados inverosímiles, como por ejemplo el cuento de Caperucita Roja termina en una mesa en la que Caperucita y la abuela están comiendo un riquísimo puchero hecho con la carne del lobo. Así sucede con el “relato”.
Dos veces mencionan mi relación (cercanía, amistad) con la Sra. de Kirchner. La última vez que tuve contacto con los dos ex presidentes (ella y el Ing. Macri) fue cuando estaban en sus funciones. Después de eso no tuve ningún contacto con ellos.
Es verdad que el término “soy muy amigo de” o “estoy en contacto habitual con” es muy de “la fachada” porteña, y no es la primera vez que siento decirles (bromeando les diría que nunca tuve “tantos amigos” como ahora).
Respecto de “la propiedad privada” no hago otra cosa que repetir la Doctrina Social de la Iglesia. Es verdad que algunos toman esos dichos para reformarlos o interpretarlos según su punto de vista. San Pablo VI y San Juan Pablo II, al respecto, tienen algunas expresiones todavía más duras. Creo que en las parroquias y en los colegios católicos no se explica suficientemente la Doctrina Social de la Iglesia, especialmente el recorrido desde León XIII hasta ahora; por eso tantas confusiones. Un santo obispo, cuya causa de canonización está introducida, decía: “Cuando me ocupo de los pobres dicen que soy un santo; pero cuando pregunto por la causa de tanta pobreza me dicen comunista”.
El Dr. Grabois, desde hace años, es Miembro del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral. Respecto a lo que afirman que dice (que es mi amigo, que tiene contacto conmigo, etc.) les pido un favor; que para mí es importante. Necesito copia de las declaraciones en las que afirma eso. Me ayudará mucho recibirlas.
Bueno, se hizo larga la carta. Me detuve varias veces en las firmas… y los recordaba uno a uno. ¿Alguno de ustedes ya es bisabuelo? Y retrocedía hacia los años 64-65 y con mucho cariño acariciaba imágenes “llegadoras” al corazón mientras, casi inconscientemente, se imponía el fraseado del brindis de Gerardo Diego. Para mí esto es volver a las fuentes también.
Gracias por haber escrito. Rezo por ustedes y sus familias; por favor les pido que lo sigan haciendo por mí.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Fraternalmente Francisco.
Mariel Giménez