Hoy se cumplen 15 años del fallecimiento de Roberto Fontanarrosa, el 19 de julio de 2007. Dejamos unas líneas de la vida y obra del gran escritor y dibujante rosarino.
Roberto Alfredo Fontanarrosa nació en Rosario el 26 de noviembre de 1944. A los tempranos 13 años se anotó en un curso por correspondencia en la Escuela Panamericana de Arte. A los 19 años consiguió trabajo en una agencia de publicidad, mientras seguía desarrollando su arte dibujante.
En 1968 publicó su primer chiste gráfico en la revista rosarina Boom, donde terminó teniendo una página regular de humor. En 1971 crea uno de sus personajes más icónicos, Boogie el aceitoso, que publicó en la Revista Tinta -también de Rosario-. Las aventuras de Boogie serán llevadas al cine en el año 2009 con repercusiones en Colombia y México.
En 1972, en Córdoba surge la revista de humor Hortensia, que se convirtió en una publicación icónica alcanzando los 100 mil ejemplares, algo muy significante para aquellos años. El Negro Fontanarrosa se suma al grupo de dibujantes humoristas junto a personalidades memorables como Caloi. En Hortensia nace el hijo más famoso del Negro, Inodoro Pereyra, el “renegao”, un gaucho pobre siempre acompañado de su perro Mendieta. Una vez le preguntaron, por qué el acompañante del gaucho es el perro Mendieta, a lo que Fontanarrosa respondió: “Es muy difícil meter un caballo en un cuadrito de historieta, por lo tanto, le puse un perro. Y se llamó Mendieta porque siempre me hicieron gracia los animales con nombres humanos”. Los personajes Inodoro, Mendieta y la paisanita Eulogia se irán transformando en el tiempo, lo que marca distintos momentos de la historieta. En 1976 llega al diario Clarín, donde se publicará por más 30 años en un formato más breve.
Además de gran dibujante historietista, también lo fue como escritor. En 1973 publica su primer libro de cuento de relato, Fontanarrosa se la cuenta (luego reeditado como Los trenes matan a los autos), que sería el primero de una docena que luego fueron publicados como colección. A ellos deben sumarse tres novelas: Best Seller, El área 18 y La gansada. La totalidad de su literatura está escrita en clave humorística, con personajes olvidados y una variedad de historias, muchas de las cuales formaron parte de encuentros reales en la llamada “Mesa de los galanes”, un numeroso encuentro entre amigos que se daba cita en la esquina del mítico bar El Cairo, en el centro de la ciudad.
Como si lo hasta aquí descrito fuera poco, en la década del 80 publicó también en la revista Fierro, donde hizo una serie llamada Semblanzas deportivas y creó un personaje llamado Sperman (donante de espermas). Entre varias obras y proyectos se anota colaborador de Le Luthieres y guionista de varios largometrajes.
El Negro Fontanarrosa era fanático de Rosario Central. Alguna vez dijo que “si hubiera que ponerle música de fondo a mi vida, sería la transmisión de un partido de fútbol”.
Memorable y para la risa fue su participación en el Tercer Congreso de la Lengua Española en noviembre de 2004 realizado en Rosario, donde fue invitado a dar una charla. En ella expone su visión de las “malas palabras”, en una disertación que hizo estallar en carcajadas a la audiencia y el panel, que recomendamos ver una y otra vez en YouTube.
En 2003 se le diagnosticó ELA (esclerosis lateral amiotrófica), una enfermedad degenerativa neuro-muscular que iría trágicamente condicionando su arte, el de hacer maravillas con el lápiz. El 18 de enero de 2007 anunció que ya no podría dibujar más. Solo seis meses después comenzó a tener insuficiencias cardio respiratorias, y el 19 de julio de 2007 fue internado en el Sanatorio Centro, donde horas más tarde un paro cardiaco terminó con su vida a los 62 años.
“Una multitud acompañó al cortejo: pibes en bicicletas con las camisetas de Central marcando el camino; vecinas de Arroyito saliendo a las veredas, haciendo flamear sus pañuelos al viento, a modo de despedida; hombres y mujeres que se abalanzaban sobre el coche fúnebre y apoyaban sus manos sobre el vidrio polarizado que apenas permitía divisar el féretro.” (Horacio Vargas, Página 12 – 15/07/2022).
En 2015, fue establecido por primera vez el Día nacional del humorista, el 26 de noviembre, día de su natalicio.
El Negro Fontanarrosa está en cada uno de los libros e historietas que recorren los quioscos y librerías del país, en los videos donde habla de la importancia de la “t” en la palabra pelutudo, o la fuerza de la “r” en la palabra mierda, en una bandera enorme que arropa una tribuna y en algún que otro cántico en la hinchada del canalla.