sábado, 2 noviembre 2024 - 09:23

El mar argentino no se mancha. ¡Fuera las petroleras!

Finalizó la audiencia pública después de que la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación abriera concurso para exploración de nuevas áreas marinas en busca de petróleo y sus derivados.

La empresa noruega Equinor, asociada con YPF, presentó un proyecto para operar frente a las costas de Mar del Plata y otras localidades. Este bloque mide 75 veces la Ciudad de Buenos Aires y, de aprobarse, el mar argentino enfrenta un grave peligro de derrames de petróleo y consecuencias irremediables para el ecosistema marino.

Extractivismo al palo, Oro negro

En materia ambiental y de soberanía no hay grieta. La exploración está ocurriendo como continuidad de la política del gobierno de Macri que entre 2017 y 2019 entregó permisos para efectuar estudios de relevamiento desde Bs. As. hasta Tierra del Fuego. Sin consulta pública ni evaluación de impacto ambiental. Con esa información se hizo la licitación pública internacional para las cuencas Austral, Argentina Norte y Malvinas Oeste. A partir de la cual, en el 2019, se otorgó a las petroleras 200.000 km2.

El método de exploración sísmica es conocido mundialmente no por sus virtudes sino por los desastres socio-ambientales. Funciona efectuando disparos submarinos con cañones de aire comprimido que se disparan cada 10 seg, las 24 horas, durante meses, creando ruidos muy fuertes  y que provocan un impacto en más de 300.000 km2, una superficie equivalente a toda la provincia de Buenos Aires. Las ondas sonoras que van al fondo del mar rebotan y son captadas por sensores que decodifican el fondo del mar.

Es la segunda mayor actividad productora de ruido marino causado por el ser humano después de las explosiones nucleares, militares y las turbinas de los buques inter-oceánicos.

Es el capitalismo, deshumano

Daña la actividad comercial pesquera que emplea a miles de familias trabajadoras en Mar del Plata y afecta la economía regional de todos los pueblos costeros. Los ecosistemas hábitat de una diversa fauna como la ballena franca austral, delfines, una variedad inmensa de pingüinos quienes sufren consecuencias fatales como desorientación, estrés, discapacidad auditiva, lesiones masivas y hasta la muerte por ahogamiento o varamientos. En el último año más de 20 ballenas muertas se han encontrado en nuestra costa.

Evidencias sobran de lo devastadora que es esta actividad, más de 400 exposiciones de activistas, científicos y pescadores manifestaron que las petroleras no tienen licencia social y solo 12 la defendieron. En paralelo, en el Golfo de México, Mar Caspio y el Mar Negro se sucedían explosiones en las plataformas marítimas petroleras anunciando lo que le depara al mar argentino si el gobierno da luz verde a esta práctica.

Ahora la Secretaría de Evaluación Ambiental tiene 10 días para presentar un informe a la Secretaría de Energía, que finalmente tomará la decisión. Mientras tanto el gobierno avala un estudio de impacto ambiental, funcional a quienes promueven la actividad petrolera. La elección de variables para el EIA está impregnada de un posicionamiento político, por ende es una decisión política. Y no puede quedar en manos de las mismas empresas que se van a ver beneficiadas con dicha actividad, se tiene que abrir a la participación de las comunidades que son las que sufren los efectos directamente de esta actividad. Un estudio de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires determinó que, de realizarse la explotación, los derrames en grande cantidades son del 100%

El mar es vital, la exploración sísmica no

Somos el único país que regala el petróleo sin guerra mediante y a cambio de nada. No existe ninguna soberanía energética sin un plan real de recambio energético por limpias y renovables, si lo extraído se fuga a los países centrales.

Lo que es de todos no vale nada para una economía adicta a los dólares y subordinada a los organismos internacionales. ¿Qué progreso trajo Vaca Muerta? ¿Dónde está la YPF nacional y popular? La actividad petro-dependiente son un negocio para pocos y enfermedades para muchos. YPF es una S.A. controlada por la actividad privada incapaz de llevar adelante ningún plan de desarrollo nacional ni soberano.

¿Cómo vamos a creer que este gobierno puede controlar esta actividad? Cuando, ni siquiera hace valer las leyes y acuerdos internacionales votados por ellos mismos en el marco de la peor crisis climática de la historia.

Los mares son vitales, generan el 85% del oxígeno que respiramos, nos quitan calor y CO2 de la atmósfera, nos proporcionan comida, agua y son el hogar de cientos de miles de especies. Para protegerlos hay que anular todas las concesiones a las petroleras y prohibir esta práctica, no regularla. Donde la planificación democrática de las comunidades y los trabajadores sean el sustento de otro sistema que pondere la vida por encima de las ganancias. Para eso hace falta otra economía y otro Estado, ecosocialista, del 99% soberano que diga basta de falsas soluciones, y combata toda la actividad extractiva del 1%.

Jessi Gentile

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