lunes, 18 noviembre 2024 - 11:13

El hospital de Marcos paz otra vez. Desidia en el sistema de salud

El 22 de julio de 2021 denunciamos públicamente desde el MST Marcos Paz la desidia estatal del intendente Ricardo Curutchet y la responsabilidad provincial de Kicillof por el abandono y desfinanciamiento del sistema de salud público, evidenciado en las muertes que ocurren por negligencia y la escases de recursos.

Nos acercamos a la última marcha que se hizo por el pedido de justicia de Julieta. Juli era una chica de 16 años que después de dar a luz a un bebé tras una intervención quirúrgica comenzó a tener complicaciones que terminaron en ingresos reiterados a las guardias del Hospital D’Agnillo de Marcos Paz, cuyo desenlace fue la muerte.

En aquella situación los familiares se manifestaron hacía la casa del intendente Ricardo Curutchet, cuya respuesta fue burlarse de la situación con la frase “que querés que haga” y tras ello fueron reprimidos, dos menores quedaron detenidos y les abrieron una causa. El año siguió su curso, el director del hospital no fue revocado de su cargo, el FDT fue nuevamente electo, pero las muertes en el hospital seguían llevándose víctimas.

En 2022 acompañamos el reclamo justo de las enfermeras por un aumento de sueldo y ellas mismas evidenciaban la precarización que existe en el hospital. Nos enteramos además, que el nosocomio pide personal de salud por Facebook en grupos de residentes de primer año de la carrera de medicina, con un salario básico de  $10.000 por guardia, sin asesoría de ningún médico ya recibido.

¿Por qué el hospital paga tan poco? La respuesta es más de lo mismo: el hospital municipal que debería pasar a ser provincial o nacional. Dada la magnitud que alberga ya Marcos Paz, cobra cifras exorbitantes a las obras sociales cuando cualquier vecino decide atenderse en el centro de salud por algún inconveniente de emergencia. Pero estas ganancias no son vistas para los salarios de los trabajadores y los insumos que deberían administrarse. La plata se queda en otras manos, dejando que el hospital siga llevándose inocentes.

El pasado viernes 12 de agosto Romina Loza, una vecina de Marcos Paz tenía programada una intervención de rutina, extracción de piedras de la vesícula. Romi no tenía ninguna complicación ni infección, los análisis le dieron bien y a las 7 de la mañana ya estaba en pre quirúrgico, entrando a cirugía a las 8:45 de la mañana.

Pasadas dos horas comienza a llegar oficial policial al hospital y le avisan a los familiares que la chica de 32 años, con una salud muy buena había muerto porque le había dado alergia el tubo respiratorio y había desencadenado un paro cardíaco en el que no pudieron reanimarla. Esto no es así, ya que se descubrió que intubaron mal a la paciente, le destruyeron el esófago creando una peritonitis y un inminente paro que no obtuvo RCP por parte del personal médico. La familia destrozada decidió hacer una marcha por Romi.

Una mujer joven que tenía toda una vida por delante, que jugaba fútbol y tenía una hija de 8 años que quedó sin madre por mala praxis, una que se podría haber evitado si las autoridades municipales en vez de estar pensando cómo abultar sus bolsillos, dieran un hospital de calidad con las condiciones básicas saldadas y con profesionales de salud recibidos, ya que el hospital no está contemplado como una unidad de estudiantes. La única solución que brindó el municipio para seguir ganando plata a costa de los muertos, es hacer nexo con el hospital cuenca de Cañuelas; pero muchas veces los heridos no pueden ser trasladados por la gravedad de las lesiones y los pacientes que entran por guardia por algún condicionamiento menor temen que puedan ser el próximo muerto.

Seguimos confiando en la salud pública y no nos queda otro lugar que el hospital, que debería estar en condiciones, no desfinanciado. Las familias de los muertos no solo están lidiando con el dolor, sino también con el desamparo de parte del municipio que no los asiste de manera judicial ni psicólogica, solo busca el silencio y la impunidad de las instituciones que abarcan los casos.

El martes 16 se efectuó una marcha por Romina Loza y todas las víctimas del hospital. Julieta Piriz y Octavio Petz entre ellos. Se caminó desde el hospital hasta la comisaría y finalizó en la casa del intendente, quien al igual que el año pasado pasó a burlarse, su comité de policías estaba parado en frente por si debía reprimir cómo la última vez. Una vergüenza.

La próxima semana a la misma hora se convoca otra vez a marchar para que no se olvide, para que el director del hospital y el intendente presenten su renuncia, porque queremos un hospital de calidad y que no enferme y mate. Exigimos justicia por Julieta, por Octavio y por Romina Loza ¡Que no quede inmpune!

Todas las personas de la localidad asisten al hospital público, no es el único caso y tampoco será el último si no nos proponemos dar vuelta todo. Queremos un hospital público que no esté precarizado, con más presupuesto real destina a la salud, que es la más precarizada tras la pandemia.

El intendente Curuchet y Kicillof son responsables de garantizar un sistema de salud municipal y provincial al servicio de quienes vinimos en el municipio! Que respondan por el desfinanciamiento del sistema de salud y nos den respuestas a los vecinos porque no se puede seguir reclamando por un muerto más!

Rocío García

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