jueves, 14 noviembre 2024 - 08:15

El FMI pide más devaluación. Negociaciones trabadas en el sprint final hacia las PASO

Mientras el martes la comitiva del Ministerio de Economía arribó en Estados Unidos para cerrar un nuevo acuerdo con el FMI, el mismo organismo en el día de ayer publicó en Washington el Informe del Sector Externo o External Sector Report donde exigió una nueva devaluación del peso.

En el informe que lleva de título Rebalance externo en tiempos turbulentos, sentencia que la Argentina se encuentra entre “elevadas vulnerabilidades de la deuda externa, las reservas internacionales precariamente bajas y la falta de acceso a los mercados internacionales de capital”. Además, reitera la exigencia de eliminar el cepo de forma gradual e implementar una devaluación para ir hacia una unificación de los tipos de cambio. La devaluación explícita que exige es de entre un 15% y 20% en esta primera etapa.

Mientras Massa espera para ver si se cierra el nuevo acuerdo que ya no duraría hasta diciembre, sino sólo hasta después de las PASO, el FMI le exige más a su mejor alumno. No contento con el ajuste en curso, que ya tiene como saldo el 40% de la población hundida en la pobreza, reclama que “medidas fiscales y monetarias más estrictas son necesarias para garantizar los superávits comerciales previstos y mejorar la cobertura de las reservas”.

Entre tensiones cambiarias, los dólares paralelos que siguen aumentando y expectativas electorales inciertas de cara al 13 de agosto, el organismo de crédito que nunca cambió su carácter como quiso hacer creer el Frente de Todos incluso llamando “compañera” a Georgieva, busca aprovechar el ocaso de este gobierno para reforzar el ajuste. Las medidas propuestas, como una nueva devaluación y más ajuste en materia fiscal reforzarían la dinámica de estancamiento económico al que está entrando nuestro país. Esto probablemente podría abrir un panorama donde además de perder aún más el poder adquisitivo de los salarios e ingresos de las mayorías, también se podría abrir un proceso de aumento del desempleo. La devaluación también conduciría a reforzar aún más el espiral inflacionario.

El gobierno es el responsable número uno por cederle al organismo de crédito y continuar pagando la estafa de la deuda que tomó Mauricio Macri. Es esta base política la que le permite al FMI reclamar que “el tipo de cambio real medio, tras depreciarse más de un 35% entre 2017 y 2019, se apreció alrededor de un 6% durante 2020-21 y se estima que se habrá apreciado un 20% adicional durante 2022. Esta apreciación refleja en gran medida el hecho de que el tipo de cambio ha ido por detrás de la inflación general”.

Desde el Frente de Todos, principalmente Massa, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner son quienes por estas horas seguramente culparán que los arbolitos de la City son los desestabilizadores. Lo cierto es que la causa madre de esta situación es mantener todos los cimientos y lógica neoliberal de la economía heredada desde la última dictadura. La Ley de Entidades Bancarias, como también la privatización de todos los puertos del menemismo y los sucesivos gobiernos, además de la privatización total del comercio exterior es lo que ha permitido que en estos años se fugue una balanza comercial de más de U$S 43.000 millones. Obviamente que a esto hay que sumarle el pago al contado y cotidiano al FMI y los acreedores externos privados.

Durante los últimos días el ministro candidato ha tratado de mostrarse “duro” con el FMI, pero siempre con el resguardo de decir que para echarlos hay que pagarles todo, sin peros. O sea, hay que cumplir. Y cumplir con el FMI es aceptar lo que piden en los documentos mencionados, donde también se haya un apartado que indica: “se requieren reformas estructurales para impulsar la capacidad exportadora de Argentina y fomentar la inversión extranjera directa”. Nada nuevo, es un pedido encubierto de su santísima trinidad: reforma laboral, previsional e impositiva de carácter regresivo. No hay que olvidar que las reformas jurídicas para habilitar zonas de sacrificio, como lo están haciendo los gobernadores del norte para explotar las reservas de litio, como en el caso de Jujuy por parte de Gerardo Morales, son otro de los pedidos.

Con las coaliciones patronales no hay salida al laberinto del Fondo. Massa, Larreta, Bullrich y Milei, más allá de sus diferencias discursivas, en el plano económico todo aceptan y literalmente dicen ceñirse al programa y pedidos del organismo. Es hora de tomar medidas nuevas y castigar a este modelo con la izquierda del FIT-Unidad. Aquella que, como señalamos en otro artículo, propone una salida diferente en favor de las necesidades sociales.

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Dejar de pagar la deuda y romper con el FMI se vuelve una necesidad urgente para terminar con el empobrecimiento masivo y la decadencia económica y social a la que nos están llevando los políticos capitalistas.

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