Hoy el gobierno canceló un pago por intereses del préstamo stand by contraído por Macri, por U$S 45.000 millones. En este vencimiento U$S 345 millones salieron de las reservas del Banco Central y se suman a los U$S 231 millones que el 28 de julio pasado, le abonara el tesoro al Club de Paris. En una semana salieron del país U$S 576 millones, solo en el pago de deuda externa a estos organismos multilaterales.
Entre los principales vencimientos que restan en el año en curso, faltan dos pagos de capital del préstamo del FMI, en setiembre y diciembre, por U$S 1.800 millones cada uno, y otra cancelación de intereses en noviembre próximo por otros U$S 300 millones. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) los pagos en moneda extranjera del segundo semestre de 2021 -sin contar los vencimientos intra sector público- totalizarán U$S 6.300 millones, de los cuales los pagos al FMI son la mayor parte.
Como lo adelantó Cristina en la presentación de candidaturas del 24 de julio pasado, se pagarán estos vencimientos con los Derechos Especiales de Giro (DEG), que por U$S 4.353 millones nos girará el FMI, con el objetivo primario de afrontar los gastos de la pandemia, y que contra todas las manifestaciones anteriores del kirchnerismo y la resolución que hicieron votar en el Senado, debían usarse solo para este fin.
Varios analistas especulan que si el gobierno cerrara rápidamente con el Fondo, en las semanas posteriores a las elecciones generales de noviembre, un convenio de Facilidades Extendidas, podría incorporar a las reservas los montos de los últimos vencimientos.
El gobierno tiene margen hasta el 1° de marzo para cerrar este acuerdo, ya que así lo habría acordado con el Club de París, al cual a fin de febrero deberá pagarle otros U$S 200 millones, para –acuerdo con el FMI mediante- refinanciar otro U$S 2.000 millones restantes de deuda “odiosa” con este organismo, llamada así por haberse contraído en gran parte en forma totalmente fraudulenta en épocas de la dictadura militar.
La premura para acordar con el FMI el Acuerdo de Facilidades Extendidas, se explica también porque en marzo de 2022, hay un nuevo vencimiento de capital con este organismo por U$S 4.800 millones, una parte de los U$S 18.000 millones que debería cancelar el país durante ese año.
Es una estafa imposible de pagar
El ministro Guzmán en una reciente entrevista, señaló: “la Argentina no tiene la capacidad de pago para hacer frente a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, para luego justificar la necesidad de cerrar un nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas a 10 años, cuyas condiciones implican un monitoreo permanente de la economía del país por el Fondo y la aplicación de las políticas que exige este organismo en materia de reforma laboral (flexibilización), reforma previsional (más ataques a los haberes de los jubilados) y reforma fiscal (menos gasto en salud, educación y asistencia social).
Contradictoriamente en la misma entrevista el ministro sostiene que “con el FMI enfrentamos una carga de deuda enorme porque los fondos prestados no se utilizaron para aumentar la capacidad productiva del país y se usaron para financiar la salida de capitales, durante el gobierno anterior”.
Cualquier persona coherente se preguntaría ¿sí el propio ministro dice que el acuerdo de Macri con el Fondo fue una estafa, porque lo tenemos que pagar con el sacrificio de la mayoría de los argentinos? En momentos en que el país atraviesa una grave catástrofe social, agravada por la pandemia de Covid, cuando se trata de pagarles a los buitres imperialistas, se les acaba el relato electoral.
Las políticas de los que usan un discurso nacional y popular, se parecen mucho a los que desde la vereda opuesta electoral de Juntos o los liberales de Milei y compañía, le exigen menos gasto fiscal (menos salarios estatales, jubilaciones, planes sociales, gasto en salud o educación) para pagar la deuda externa y “estabilizar” la economía. Políticas que Guzmán, pese al relato de los candidatos del Frente de Todos, viene cumpliendo con notas sobresalientes.
Imagínese lector, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) en julio los pagos de deuda en moneda extranjera al Club de Paris, entidades internacionales y el primer pago a los bonistas del canje de 2020, ascendieron a U$S 777 millones y en agosto el reciente pago de intereses al FMI por U$S 345 es parte de desembolsos totales por U$S 493 en concepto de obligaciones de pago en moneda extranjera. ¡Solo en dos meses suman U$$ 1.273 millones que es el equivalente a 37.000 viviendas populares!
O si destináramos los U$S 6.300 millones en vencimientos de deuda externa de este segundo semestre se podrían construir 180.000 viviendas y con el total de la deuda fraudulenta que nos exigen y el gobierno va a pagar –U$S 45.000 millones-, se podrían construir cerca de 2 millones de viviendas (la mitad del déficit habitacional de nuestro país).
Entre pagar una estafa, que el propio gobierno del Frente de Todos, reconoce como tal y construir 2 millones de viviendas populares, los candidatos del MST en la PASO del FIT Unidad no tenemos ninguna duda: hay que romper con el FMI y el Club de Paris y desconocer la estafa de la deuda externa que nos pretenden hacer pagar con el sacrificio y la pobreza de nuestro pueblo.