sábado, 4 enero 2025 - 04:18

El año del cine. Paralización, transformación y motosierra

El primer año de Milei cierra como uno de los años más catastróficos para la industria del cine en las salas, con la crisis económica golpeando los bolsillos de la gente, que a su vez tuvo poco espacio para el disfrute, y una producción que cada vez más ve contenidos por plataformas que por los cines.

Los números de este año así lo reflejan: la cantidad de espectadores este año cerrará por debajo de la de 2023. En los Estados Unidos la caída estará en el orden del 5%, y en las salas argentinas más de un 18%.

A esa situación crítica del acceso al cine comercial por la cantidad de espectadores se suma que hubo una caída extra, y es que la extranjerización y concentración siguió aumentando, la porción de mercado de las películas nacionales fue del 2,2%, siendo esta la cuota más baja de mercado desde el 1,8% de 1994, año en que se sancionó la Ley de Cine que operó como plataforma de despegue del audiovisual nacional hacia los festivales y las premiaciones internacionales. 

Los datos muestran un contexto crítico

El año 2024 fue un año marcado por la paralización de la producción en Argentina, el INCAA suspendió los subsidios y avanza con declarar como caducas películas que fueron declaradas de interés. A su vez, desde que asumió Javier Milei como presidente más de 400 trabajadores fueron desvinculados mediante despidos, retiros voluntarios y pases a disponibilidad. La falta de desborde y respuesta masiva por parte del propio sector audiovisual y el sindicato oficialista por excelencia, UPCN, desarmaron una respuesta contundente desde afuera y desde adentro del INCAA. Con un instituto reducido a 300 trabajadores se perdieron derechos y adecuadas de políticas cinematograficas.

El decreto publicado en el Boletín Oficial en noviembre asegura que el dinero para subsidios a nuevas producciones estará orientado a promover “las películas de calidad, que sean exitosas en la taquilla y bien recibidas por el público en general”. Allí se establece que se priorizarán los ingresos por taquilla y para aquellos que correspondan “a otras formas de exhibición”, el streaming, se deberá contar con una “acreditación de la audiencia”.

Si algo nos mostró este año es que hasta el tanque industrial de Hollywood tiene poca capacidad para reconocer qué película va a ser exitosa y cuál no. Establecer estos criterios para el fomento solo va a garantizar la discrecionalidad y a fortalecer la presencia de las grandes productoras audiovisuales con trabajo precario y salarios de ajuste.

Colonia cultural

Las 5 películas más vistas en el cine fueron tanques de las grandes productoras, sobre todo de animación: Intensamente 2 (Pixar) con 6.525.000 tickets; Mi villano favorito 4 (Illumination) con 3.300.000; Kung Fu Panda 4 (DreamWorks) con 1.520.000; y Moana 2 (Disney), que se mantiene primera por estos días, suma 1.150.000 y tiene aún mucho espacio para crecer. El Top 5 lo cierra Deadpool & Wolverine (Marvel), que quedó tercera con 3.045.000 localidades vendidas.

Estás películas tienen un gran presupuesto, son secuelas de películas que sumaron muchos espectadores y tiene una campaña de difusión y marketing que garantizan esa ubicación en el mercado. Es sabido que las películas grandes de Estados Unidos gastan el 50% de su costo de producción en publicidad.

Los medios, las redes, las calles y los cines están cubiertos de merchandansing y publicidad cuando una de estas películas sale a la calle, pocas producciones locales tienen esa capacidad de darse a conocer.

Es hora de resistir y de reconstruir

La lucha contra el ataque a la cultura y al cine en particular, que lleva varios años y con el gobierno libertario se extremo, han habido victorias y retrocesos en este periodo que arrancó en la movilización del 20 de diciembre del 2023. Los discursos críticos de los Martin Fierro al cine contra este gobierno liberfacho y sus políticas fueron muy bien recibidos pero no implicaron un llamado a la acción. Hacer un buen balance es necesario y pensar cómo seguirla y qué queremos es esencial para poner en pie un proyecto alternativo al de Milei.

Desde este espacio planteamos gravar a las plataformas para tener más fondos para el fondo de fomento es esencial. El cálculo hecho por algunas consultoras es que el monto del gravamen llegaría a los 90 mil millones. Esto permitirá que el presupuesto del INCAA y de otros institutos creciera, garantizando poder implementar más y mejores políticas.

La creación de espacios de difusión del cine nacional a precio popular, con programaciones pensadas para la comunidad y que los estrenos lleguen a todo el país. También herramientas de control de la pauta publicitaria de los grandes tanques y cumplimiento de la cuota de pantalla para las películas de producción local que no se viene cumpliendo.

Por otro lado, la elección de las autoridades del instituto por la propia comunidad cinematográfica con mandato revocable sería esencial para que lleve adelante las políticas que le interesan al sector. Reincorporación de todos los despedidos. Sumado a un salario igual o superior a la canasta familiar para todos los trabajadores de la industria.

Es decir, para cambiar la situación crítica de nuestro cine es necesario modificar de raíz las políticas que se vienen llevando adelante por los diferentes gobiernos. Necesitamos construir una política que lo dé vuelta todo, porque así no se aguanta más.

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