En un encuentro cargado de expectativas políticas y económicas, el mandatario estadounidense, Donald Trump, ofreció este martes, un respaldo explícito y total a Javier Milei, incluyendo el apoyo a una futura reelección del líder libertario.
La reunión celebrada en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, sirvió para profundizar una alianza estratégica, que el gobierno argentino espera que se traduzca en un salvataje financiero concreto para aliviar la crítica situación de las reservas del Banco Central y la presión sobre el tipo de cambio. Un deseo que podría costar muy caro en materia de soberanía e independencia, ya que un acuerdo de este carácter con el gobierno norteamericano, solo huele a la conversión de la Argentina en una colonia del imperialismo Yanqui.
Trump utilizó su red social, Truth Social, para elogiar de manera contundente a Milei, calificándolo como “un líder verdaderamente fantástico y poderoso” que ha devuelto la estabilidad a la Argentina. “Heredó un desastre total con una inflación horrible cauda por el anterior presidente de izquierda radical (muy parecido a Joe Biden), pero ha devuelto la estabilidad a la economía”, afirmó el líder republicano que, a pesar de su particular caracterización sobre el gobierno de Alberto Fernández, el mensaje muestra un claro espaldarazo de cara a los mercados internacionales, además de su apoyo directo en relación a las elecciones de medio término. Por último, la frutilla del postre fue la frase: “Tiene mi completo y total respaldo para la reeleción como presidente”.
Junto al presidente, como en todas sus giras, se encontraban los pilares de su gestión, hoy, la mayoría muy cuestionados; su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el ministro de Economía, Luis Caputo y el canciller; Gerardo Werthein; el embajador en Estados Unidos, Alec Oxenford y el jefe de la misión ante la ONU, Francisco Tropepi. Del lado estadounidense, además de Trump, estuvo presente la figura clave en esta negociación financiera: el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien el lunes había anunciado que su departamento estaba dispuesto a “hacer lo que sea necesario” para apoyar a la Argenitna, mencionando específicamente la posibilidad de utilizar el Fondo de Estabilización cambiaria (ESF)
El contenido concreto de la ayuda financiera sigue sin detallarse públicamente. Las opciones que maneja el Tesoro norteamericano podrían incluir un swap de divisas, compra directa de dólares, o adquisición de deuda argentina denominada en dólares. Para el gobierno de Milei, este respaldo es un bálsamo, en medio de la sangría de reservas que venía sufriendo el BCRA para defender el techo de la banda cambiaria. La desesperada medida de eliminar temporalmente las retenciones a las exportaciones agroindustriales, decretada, este mismo martes, demostraba la urgencia por capturar dólares. El anuncio de Bessent y el encuentro con Trump buscan, precisamente, dar un respiro financiero a un esquema totalmente agotado.
Sin embargo, las promesas de apoyo económico conllevan una carga política ineludible. Las declaraciones de Trump emanan un claro deseo de profundizar la injerencia directa de Washington en los asuntos internos argentinos. Si bien la potencia norteamericana nunca se ha despegado de la toma de decisiones del país, en este tipo de gobiernos esta influencia se profundiza. Con Macri, Trump decidió dar su apoyo por medio de un mega crédito del FMI. Aunque faltan por saberse los detalles, en esta oportunidad la ayuda sería de gobierno a gobierno, sin la intermediación formal del organismo multilateral, pero con condicionalidades que aún se desconocen. Esto consolida la imagen de un alineamiento sin grietas con la agenda de la administración trumpista, profundizando un rumbo colonialista bajo los designios del poder norteamericano.
El respaldo total a Milei no representa solamente un gesto entre aliados de un mismo espectro ideológico, sino que, en caso de concretarse esta ayuda financiera estadounidense, también se abre la puerta a un episodio de entrega íntegra de soberanía, recursos y territorios, donde los principales afectados son los trabajadores y los sectores populares. Los programas del FMI, con sus reformas estructurales, muchas veces digitadas por estas potencias imperialistas, ya muestran cuáles son sus terribles consecuencias al aplicarse. Teniendo en cuenta ese tipo de experiencias, un acuerdo directo con un país dirigido por un personaje como Trump no anticipa, a la distancia, nada bueno. Viendo esto, el oxígeno que pretende absorber Milei de cara a las elecciones de octubre es a costa de hipotecar el destino de todos los argentinos al de una administración imperialista.
La agenda de Milei en nueva York continúa hasta el jueves. Este miércoles, el mandatario intervendrá en la Asamblea General de la ONU, donde se espera que desarrolle su clásico discurso contra el colectivismo inventado por el imaginario libertario. Por la noche, recibirá de manos del propio Bessent el “Global Citizen Award” del Atlantic Council, un think tank con fuerte influencia en la política exterior estadounidense. El jueves, Milei mantendrá un encuentro con el Primer Miniestro genocida de Israel, Benjamin Netanyahu. Una acción totalmente repudiable frente a la masacre sionista que se viene perpetrando contra el pueblo gazatí. Además, se reunirá con líderes de organizaciones judías como al Congreso Mundial Judío. Se anticipa que también visitará la tumba del Ravino de Lubavitch, una aprada habitual en sus viajes a la ciudad.
Frente a lo que promete el contenido de este tipo de acuerdos, es fundamental salir a denunciar y rechazar cualquier tipo de injerencia política, económica o militar de esta potencia imperialista en nuestro país. Al igual que hay que romper negociaciones con organismos como el FMI, también hay que hacerlo con este tipo de acuerdos espurios, que solo prometen destrucción y pobreza. Tenemos que aprovechar el momento de debilidad del gobierno para ponerle fin a todas estas políticas entreguistas de Milei, quien, además de negociar a espaldas del pueblo con Trump, vuelve a agrandar la deuda con el Banco Mundial. Javier Milei y todo su gobierno de coimeros y ajustadores se tienen que ir ya. La movilización, con la más amplia unidad, como la que nos mostró el 17 de septiembre pasado, es el camino para ponerle punto final al programa de los libertarios.