La innovación pedagógica a partir de la incorporación de la educación digital como eje transversal a nuestras prácticas es uno de los principales objetivos que declara el Plan Integral de Educación Digital (PIED). Para implementar el PIED, el Ministerio de Educación porteño desarrolló una serie de “pilares” que garantizarían las condiciones para llevar adelante tamaña tarea, entre los que está el recientemente recortado Plan Sarmiento. Las denuncias públicas al gobierno macrista de Horacio Rodríguez Larreta, que ordenó publicar el recorte en el Boletín Oficial porteño los primeros días de enero, como “regalo” de Reyes, empujan a profundizar el debate no sólo en torno al presupuesto educativo, sino además sobre el financiamiento público a la educación privada, los “aportes” de sectores externos y el modelo pedagógico hacia el que se pretende avanzar.
Presupuesto educativo en recorte, no importa cuándo leas esto
Nada menos que 371 millones de pesos es lo recortado al Plan Sarmiento, pero en infraestructura escolar son más de 1.928 millones: alrededor de un 70% menos que en 2020. ¡Que no nos sorprenda! Desde que Mauricio Macri asumió como jefe de gobierno porteño, el presupuesto educativo de la CABA viene en declive: del 27% del presupuesto total que representaba en 2010 bajó al 17% en 2021.
Pero ojo que el gobierno nacional no se queda atrás. En otra de nuestras publicaciones[1], explicamos cómo lejos de cumplir con sus promesas de campaña, la decisión de congelar el presupuesto implicó sostener salarios a la baja y no avanzar en los dispositivos tecnológicos que habiliten mejores condiciones para ejercer el derecho a la educación en medio de la pandemia. Para colmo promueven créditos para comprar las herramientas de trabajo en un contexto de sobrecarga laboral y sin siquiera reconocer el derecho a la desconexión, entre tantos otros.
Un párrafo aparte merece el retrógrado fallo del Tribunal Superior de Justicia porteño, que estableció que sólo podrán reclamar vacantes para la escuela pública quienes no puedan pagar la educación privada.
Plata para educación privada: allí no hay grieta
“Lo dije y lo vuelvo a repetir: no hay conflicto entre escuela de gestión pública y de gestión privada. Muchas veces hay complementariedad”. Eso expresaba el ministro nacional de Educación, Nicolás Trotta, en el XXX Congreso Nacional de SADOP en defensa del privatismo educativo. Y lo mismo materializa la ministra macrista Soledad Acuña en la Ciudad, garantizando que los fondos recortados al Plan Sarmiento se destinen a seguir subsidiando a las escuelas privadas.
Los debates en torno a la subsidiariedad o principalidad del Estado fueron saldados hace ya mucho tiempo. Es clave avanzar en eliminar los millonarios subsidios públicos a las instituciones educativas privadas y confesionales para cortar de una vez por todas con el lucro y la no aplicación de la ESI[2].
Otro modelo educativo, para otra sociedad
Durante 2020 fueron casi nulos los problemas resueltos para asegurar un derecho tan básico como la educación. Actualmente, con el rebrote de la pandemia, Larreta y Acuña nos amenazan con volver a las aulas en febrero sin esclarecer la situación de las condiciones sanitarias, edilicias (si todas las escuelas tienen agua potable, al menos) ni de trabajo. Encima, para mejor imponer sus maniobras, dividen a los sindicatos en reuniones separadas previstas para hoy.
Tenemos que ser nosotres, les docentes, quienes podamos debatir y definir si volvemos o no y en qué condiciones. Decidir de manera colectiva cómo transitar esta nueva forma de hacer escuela, con qué objetivos, propósitos, contenidos y tipo de acompañamiento pedagógico. Analizar cómo, a partir de las experiencias construidas en 2020, es posible avanzar en este nuevo año escolar. Antes de pensar siquiera en lo presencial, por ejemplo, exigiendo que se garantice lo virtual con conectividad gratuita y dispositivos.
Según el Ministerio de Educación del GCBA, el Plan Sarmiento “es el camino hacia la innovación en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en el marco de los desafíos que plantea el nuevo modelo de la sociedad digital”, que en el contexto del PIED “supone una invitación a repensar y reformular tanto, el rol del docente como el del alumno, las prácticas institucionales escolares y las teorías que las sustentan”.
Puro verso. Sin presupuesto acorde para garantizar salarios dignos, acceso a dispositivos y conectividad de calidad, sin espacios de participación docente para tomar decisiones, definir de los contenidos, herramientas de evaluación, etc., es imposible avanzar en tales planes. Haría falta un inmediato aumenbto presupuestario para la escuela pública y la convocatoria a un Congreso Pedagógico Nacional para debatir democráticamente los contenidos educativos y en qué condiciones volver o no a las escuelas.
En un contexto que significó reinventar nuestra práctica pedagógica, abandonados por el gobierno pero con solidaridad entre colegas, apostamos al compromiso de hacer y garantizar escuela que todes les docentes nos pusimos al hombro. Desde ese compromiso, te invitamos a repensar y a activar con nosotres en un rumbo radicalmente transformador.
María Grassi y Tamara Yapura
Alternativa Docente / Alternativa Estudiantil / Rebelión Secundaria
[1] https://mst.org.ar/2020/12/09/un-ano-de-fernandez-y-trotta-2020-educacion-virtual-con-ajuste-real/
[2] https://mst.org.ar/2020/04/30/mas-plata-a-las-privadas-o-eliminar-subsidios-y-nacionalizar-la-educacion/