Compartimos a continuación el siguiente artículo de Alberto Giovanelli, publicado originalmente el 17 de junio en el sitio web de la Liga Internacional Socialista, acerca del paro nacional en Ecuador.
A cinco días de iniciado el paro decretado por la CONAIE y otras organizaciones sociales la movilización no cesa de extenderse. El Gobierno de Guillermo Lasso, mientras tanto, insiste en que está abierto al diálogo para encontrar soluciones a las demandas de los manifestantes. Pero simultáneamente ha desarrollado una política represiva en la que además de detener por algunas horas a Leonidas Iza , principal dirigente indígena y campesino, ha reaccionado con violencia a los bloqueos que se producen fundamentalmente al sur de Quito. “Como gobierno seguimos apostando al diálogo” se escucha en los despachos oficiales y en declaraciones en la búsqueda «de consensos». Pero nada dicen desde esos mismos despachos, de enviar una respuesta sobre las diez demandas del movimiento cuyo reclamo central gira alrededor del aumento del precio de los combustibles.
Hasta estas horas todas las organizaciones sociales que se han plegado al paro se han retirado de las negociaciones con el Gobierno por falta de acuerdos y respuestas. Algunos dirigentes de las patronales del transporte aparecen junto a Lasso prometiendo una normalidad que en realidad no han podido garantizar.
Mientras tanto la dirección de la CONAIE permanece en la provincia de Cotopaxi que sigue siendo el epicentro de las manifestaciones. Ahí también es donde más golpes han sufrido las fuerzas de represión, por la retención de varios de sus integrantes ( se calcula que aproximadamente 50 policías están bajo custodia de los manifestantes ). Además de ser una de las provincias con mayor población indígena, está radicado el Movimiento Indígena y Campesino (MICC) que llevó a Iza a ser uno de los rostros del paro de octubre de 2019 y a la presidencia de la Conaie. Ese es su territorio y son sus bases. Apenas se supo de la detención de Iza, la provincia y especialmente su capital fueron testigos de la fuerza de las comunidades indígenas que se hicieron presentes para exigir su liberación. Y fue desde Salcedo donde el dirigente hizo dos anuncios que podrían ser clave para el futuro del paro nacional: si el Gobierno no responde a sus demandas entregadas el 13 de junio, avanzarán hacia Quito a partir del próximo fin de semana y además convocó a los otros grupos sociales que se manifiestan en las distintas ciudades a que se conformen en una sola asamblea popular, en Cotopaxi, para unificar sus demandas y enfrentar al gobierno. También las manifestaciones se extienden cada vez con mas fuerza en varios puntos del país, y en ciudades como Quito y Cuenca empieza a sentirse la escasez de productos básicos.
Las provincias con mayor actividad siguen siendo Cotopaxi, Pichincha e Imbabura con diferentes focos de protesta, especialmente en carreteras y centros de algunas urbes. En Quito hubo movilizaciones de transporte escolar, taxis, estudiantes, comerciantes minoristas y algunos sindicatos. Mientras que en Cuenca se manifestó el sector universitario, no solo estudiantes, sino también docentes y personal administrativo.
Como ya detallamos en artículos anteriores , además de la reducción del precio de los combustibles y fijación de nuevas tarifas: el galón de Diésel a USD 1,50 y el galón de Extra y Ecopaís a USD 2,10. los reclamos agregan:
- – Moratoria y renegociación de deudas con reducción de tasas de interés en el sistema financiero.
– Fijación de precios justos para los productos del campo: leche, arroz, banano, cebollas, abono, papas, choclo, tomate y más.
– Políticas de inversión pública para frenar la precarización laboral y asegurar la economía popular.
– Moratoria a la ampliación de la frontera extractiva minera y petrolera
– Auditoría para la reparación integral por impactos socioambientales.
– Alto a la privatización de los sectores estratégicos: Banco del Pacífico, hidroeléctricas, CNT, IESS, carreteras, etc.
– Políticas de control de precios y especulación en el mercado de los productos de primera necesidad.
– Asignación de un presupuesto urgente para frenar el desabastecimiento de los hospitales.
– Garantizar la mejora de la infraestructura educativa.
– Seguridad, protección y generación de políticas públicas para frenar la ola de violencia y delincuencia.
Continua el proceso de revolución que se inicio en el 2019
Las demandas de hoy son casi una réplica de las que motorizaron los grandes procesos de lucha de Octubre del 2019 y que acorralaron al anterior gobierno de Lenin Moreno. Recordamos que los mismos formaron parte de un proceso regional de luchas en América Latina, fundamentalmente en Chile, Colombia y Perú. En Ecuador, Moreno y todos sus ministros tuvieron que huir de Corondelet ( Palacio de Gobierno ) y solo se pudieron sostener por la política acuerdista y «de consenso» de la propia dirección de la CONAIE.
Hacemos referencia a estos hechos , porque esa continuidad del proceso de crisis, que se incentivó con la pandemia, repite algunos actores y no podemos descartar que también se repitan las mismas respuestas. El justo reclamo que hacen las comunidades indígenas y los movimientos sociales debería estar acompañado por el llamado a la más amplia unidad de acción pero a su vez se debe garantizar el más absoluto respeto a las decisiones democráticas que deberían debatir esas mismas organizaciones en Asambleas con mandatos de las bases. Lamentablemente no es esa la tradición de la dirección de la CONAIE en general, ni de IZA en particular.
Por un polo anticapitalista socialista y revolucionario
Entendemos que la disposición de lucha del pueblo ecuatoriano nos da a los revolucionarios , una vez más , una oportunidad extraordinaria para agruparnos detrás de un programa de cambio real. Es condición indispensable para que todas estas luchas no concluyan en nuevas frustraciones que una nueva dirección revolucionaria se aglutine para pelear sin tregua contra los males que condenan a la miseria a millones de ecuatorianos, que no son otra cosa que la consecuencia previsible de la expresión de la crisis crónica del capitalismo , también en el Ecuador.
No hay salida posible dentro de los marcos del capitalismo. Si no se lo derrota todas las luchas serán el prolegómeno de nuevas frustraciones. Por eso entendemos que es urgente el agrupamiento de todos los que nos declaramos anticapitalistas, internacionalistas, socialistas y revolucionarios en una organización que pelee consecuentemente por los objetivos de liberación de nuestro pueblo, y que impida que tanta voluntad de lucha sea canalizada una vez más por los cantos de sirena de los reformistas y los encendidos discursos de la falsa izquierda. Desde la Liga Internacional Socialista (LIS) no descansaremos hasta lograr también en Ecuador esos objetivos.