Conscientes de que el rumbo de la economía es la principal preocupación del pueblo y atendiendo al resultado de las PASO, los tres primeros candidatos lanzaron sus propuestas, adaptándolas según su ubicación en el ranking que dejó el 13/8, pero con el ajuste sobre las masas como eje rector e indiscutido. En este marco electoral tan corrido a la derecha con sus planes, sólo desde la izquierda del FIT Unidad tenemos una propuesta económica realmente alternativa para sacar a los trabajadores y al pueblo de esta crisis sin fin.
A un mes de las PASO, en medio de un agravamiento profundo de la crisis económica y las penurias del pueblo, que incluyen devaluación del peso, aceleración de la inflación, aumento de la pobreza, caída a niveles críticos del consumo popular, escalada del dólar blue y por supuesto súper ganancias de las grandes corporaciones que aprovechan la situación para su beneficio, la economía se transformó hace mucho en la principal preocupación de la gente. Conscientes de esto, los tres principales candidatos de la burguesía salieron a ajustar lo que serían sus planes económicos si llegan a la presidencia.
Por supuesto que sus propuestas están condicionadas por varios factores, por lo que hay que analizarlas con pinzas. Un factor importante es la ubicación en la que quedaron en el ranking que ordenó las PASO, así Milei siendo el primero, ahora intenta matizar un poco sus originalmente bestiales propuestas, Bullrich relegada al segundo con JxC, tuvo que salir a buscar ayuda desesperada en un siniestro economista (Melconián) funcionario y agente de la dictadura, de Cavallo y de cuanto plan neoliberal haya existido en la Argentina, para que explique lo que a ella le resulta imposible dado que como se nota, la economía no es su fuerte. Por último, Massa aunque tercero en el podio, a pesar de ser el ministro-presidente de este desastre y el que aplica el ajuste directamente mandatado por el FMI, piensa que puede tener chance de ubicarse segundo y entrar en el ballotage haciendo algunas mínimas concesiones a sectores del movimiento de masas y algunos anuncios de supuestos aprietes a los sectores empresarios, para posar como algo más progresivo frente a tanta derecha y ultraderecha que llenó el espacio electoral este 2023, y así recapturar votos entre los que no quieren que vuelvan los tiempos de Macri ahora recargados con las figuras de Milei o Bullrich.
Veamos resumidamente las principales propuestas de ellos, sobre las cuales haremos nuestras acotaciones a fin de explicitarlas, descubrir las trampas detrás del palabrerío técnico o economicista y a fin de desenmascarar el verdadero común denominador de los tres que, no es otra cosa que una vuelta de tuerca feroz al ajuste sin fin que vivimos los trabajadores y el pueblo desde hace años y que pareciera no tener fin. Para por último delinear las urgentes medidas que proponemos desde el MST y el Frente de Izquierda Unidad para efectivamente sacarnos a la inmensa mayoría de esta crisis económica.
Milei: un anticasta que se adapta
No sólo por haber salido primero sino porque sus propuestas de campaña pre-PASO fueron tan de extrema derecha que debiera ser un tema de preocupación para todos, Javier Milei ha salido en cuanto medio de comunicación y redes sociales pudo a tratar de explicar su programa. De las bestiales propuestas ultraliberales como que la gente tuviera que vender un hijo o un riñón para poder subsistir a hoy se nota un cambio no exento de doble discurso (típico de la «casta» que dice combatir) como veremos. Hoy si bien sostiene que no existe el cambio climático y que las empresas tienen todo el derecho del mundo de contaminar toda el agua que quieran porque es gratis, ha bajado los decibeles de sus antiguas propuestas para adaptarse al establishment para el que no resulta confiable. Tanto así que, desde Wall Street, hasta Inglaterra lo critican y dudan de la factibilidad y aplicabilidad de su plan. Hasta se unieron cerca de 200 economistas argentinos para decir que su dolarización es un espejismo.
Milei entonces está en una disyuntiva para ganar votos ultras, que lo votaron porque querían dinamitar todo, sigue insistiendo en reventar los ministerios, contaminar el agua, dinamitar el Banco Central y hasta eliminar el CONICET. Pero para congraciarse con el régimen y los capitalistas dice que la dolarización llevará años implementarla, igual que las privatizaciones de la salud y la educación. En fin, como ve que es posible que sea electo modera su radical discurso para no caerle tan mal, a la casta. Pero, sin embargo, su plan es el más extremo en cuanto ajuste se refiere, veamos reformas económicas y políticas que propone:
Dolarización. Es su caballito de batalla, ahora lo mediatizó más aún, luego de que todo el mundo burgués opinara que es impracticable. Busca generar en la gente la doble ilusión de una economía más estable, sin inflación y la gente ganando sus salarios en moneda fuerte.
La verdad es que no tiene de dónde sacar los dólares, nadie le prestaría a la Argentina la suma necesaria para que pueda comprar todo el circulante en pesos y convertirlo en dólares, a menos que por cada dólar haya que cambiarlo a $ 10.000 o más lo que sería sepultar el poder adquisitivo de millones y la generación de un conflicto social inmanejable. Sin contar con que, con los desajustes macroeconómicos, la dependencia de nuestra economía en general, la inercia inflacionaria, etc. a poco de instalarse la dolarización, la Argentina empezaría a tener su propia inflación en dólares (cosa que ya pasó en el menemismo y terminó en la crisis del 2001 por ejemplo).
Otros problemas agregados serían el hundimiento de la industria nacional incapaz de competir con el mundo si tiene todos sus costes en dólares. Sobre todo, si se le agrega su propuesta de abrir completamente la economía sin aranceles a las importaciones (a la chilena dice él) otra vez nos llenaríamos de manufacturas chinas y del resto de mundo que tienen un costo mucho menor que el nuestro y mayor producción, llevando al cierre de fábricas y miles de despidos como pasó en los 90. La eliminación del BCRA es otro de sus caballitos de batalla, culpándolo de la inflación, la emisión monetaria, etc. sin decir que sólo 10 países y absolutamente marginales no tienen su Banco Central, mientras que todas las principales potencias mundiales sí lo tienen, Sobre esto no dice nada el despeinado que siempre cita como ejemplos a EEUU, Inglaterra y demás.
Reducción drástica del gasto público. Sería del 15%, lo que llevaría a millones de despidos en el Estado, desde la educación hasta la salud, pasando por el Conicet y demás sectores. Esto significaría una baja aproximada de 5 puntos del PBI. Es una falacia decir que esto se lograría bajando el costo «de la política» o de los «planes sociales» ya que ni de lejos su costo se acerca al 5% de PBI. Sólo se consigue con las siguientes reformas que piensa llevar adelante.
Reforma Laboral. Piensa implementar el modelo de la UOCRA, es decir de precariedad y estabilidad cero, con un seguro de desempleo, sin derecho a indemnizaciones ni a hacer juicio si sos injustamente despedido. A esto lo acompaña también de una reforma previsional donde nadie tenga tampoco asegurada su jubilación.
Privatizaciones. Se ha pronunciado públicamente por la privatización de la salud pública, un bien que ubica a la Argentina entre los más avanzados de Latinoamérica y que quiere borrarlo para que pase a manos de la ganancia de las privadas (prepagas, obras sociales) con el consiguiente despido de trabajadores de la salud. La privatización de la educación, con un sistema de vouchers que ya fracasó en todos los lugares del mundo donde se aplicó como en Chile. La privatiza-ción de todas las empresas públicas que quedan para que de ellas hagan su negocio los grandes capitales, completan su lista.
Eliminación de subsidios. Milei sostiene que cada bien o servicio debe pagarse al valor de mercado, es decir que las empresas podrán y deberán aumentar exponencialmente las tarifas que deberemos pagar los trabajadores y el pueblo al precio que ellas impongan.
Revalorizar las FFAA. Es claro que sabe Milei que este plan no puede entrar ni de lejos sin represión, por eso desde su vicepresidenta hasta todo su mensaje es el de fortalecer el polo represivo, aumentando el rol de las FFAA y hasta del sistema de inteligencia Nacional.
La encrucijada de JxC
A sabiendas que había quedado desdibujada y que ella misma poco y nada sabe de economía, Bullrich tuvo que salir a buscar los servicios de Melconián, oscuro personaje con pasado en la dictadura y en el cavallismo. Para que con la Fundación Mediterránea puedan ofrecer alguna oferta económica de derecha, pero no tan radical como la de Milei. Difícil trabajo que los deja en una situación ambigua de querer ajustar, pero sin que parezca tanto. ¿Qué nos proponen estos personajes, aparte de generalidades como decir que la economía argentina tiene solución y que hay luz al final del túnel?
Tipo de cambio equivalente para importaciones y exportaciones. Como ya no se atreven a decir que saldrían del cepo como hizo Macri y que llevó a una devaluación brutal a poco de asumir, dicen que con esta medida se acabarían las distorsiones y acabarían con la brecha cambiaria, sin dar muchas explicaciones de por qué pasaría esto, si el problema central que alimenta la brecha es la falta de dólares ingresados vía exportaciones o inversiones extranjeras en el país, cosa que no explican.
Economía bi-monetaria. Con una teórica igual circulación del peso y el dólar (intentando contrarrestar al efecto Milei) no sólo es impracticable, sino que generaría todo tipo de distorsiones y diferencias entre los trabajadores, por ejemplo, los estatales cobrarían en deprimidos y no queridos pesos, mientras que algunos privados podrían cobrar en dólares. Los comerciantes querrían dólares y no pesos, etcétera. Esto es algo viejo que se intentó aplicar en algunos países y siempre el resultado fue malo porque la moneda débil (el peso) siempre sucumbe ante la fuerte (dólar).
Reforma Laboral y previsional. Como estos dos puntos son cruciales y a la vez una exigencia del FMI y el imperialismo en su totalidad, aquí no se andan con vueltas. Dicen que hay que flexibilizar el trabajo, atacar las indemnizaciones y lo que llaman «la industria del juicio» (que no es más que el derecho que tenemos los trabajadores de reclamar lo que nos corresponde cada vez que nos echan sin motivo alguno). También elevar la edad jubilatoria a lo «Macron o Lacalle Pou»
Massa: de ministro ajustador a candidato
El ministro tiene la más difícil de las tareas, porque asumió ajustando un 20% el gasto de caja, bajando planes sociales, achicando partidas para educación y salud, etc. Y el acuerdo firmado con el FMI le exige cada vez más y él fiel lacayo lo cumple, por eso devaluó el 22% al día siguiente de las PASO y la economía se incendió, el dólar trepó, igual que la inflación. Quiso curar el cáncer con una aspirina y dio un bono miserable a unos pocos trabajadores, le bajó $500 el monotributo a los cuentapropistas y fue incapaz de generar un nuevo IFE aunque sea mínimo porque el FMI se lo prohíbe. Eso sí a los empresarios les dio dólar diferenciado, a los exportadores a $350 y la perspectiva de seguir aumentándolo según lo pida el Fondo. Hasta ahí el Massa real, el que todos conocemos y odiamos. Pero también tiene que ser candidato y entonces propone bajar el impuesto a las ganancias de los trabajadores llevando el piso a $1.770.000 para octubre (si lo votan a él claro), ajustar a los empresarios y jueces que no pagan ganancias y que evaden el 4,5% del PBI en lo que llaman el gasto tributario que no es más que reconocer que los empresarios no pagan ganancias. O las eluden beneficiándose con regímenes de promoción económica que superan los 463 mil millones de pesos anuales. Por eso no nos extendemos mucho más con Massa, porque más allá que quiera juntar votos posando de progresista y que va a atacar la ganancia de los empresarios y tirar un peso a los trabajadores, es el que hace tiempo viene cumpliendo con las ordenes y los ajustes del FMI.
El plan de la izquierda: la única alternativa
Como vimos los candidatos del régimen y de la derecha, en todas sus variantes solo nos proponen ajuste y que la crisis la paguemos los de abajo. La izquierda es la única que propone un plan distinto, opuesto al de los grandes capitales y ordenado por el Fondo. Un plan para que la crisis económica la paguen los que nos llevaron a ella y que durante años se llenaron los bolsillos incrementando sus ganancias a niveles obscenos. Para ello proponemos:
Romper con el FMI y no pago de la deuda externa. Porque desde hace más de 40 años que venimos pagando y cada vez debemos más, Macri nos endeudó, Alberto y Massa siguen pagando y cada vez debemos más. La deuda es fraudulenta, ilegítima e ilegal. Por eso proponemos suspensión de todo pago. Con esa plata sobrarían los dólares para recuperar reservas, aumentar los salarios y poder invertir en salud y educación.
Nacionalizar el comercio exterior y la banca. Para evitar la fuga de capitales y las maniobras con las facturaciones, que superan los U$S 20.000 millones al año como mínimo.
Reforma tributaria e impositiva al contrario de los candidatos del ajuste, nosotros proponemos que al Estado lo sostengan las grandes corporaciones y fortunas a través de impuestos progresivos a las grandes ganancias, que hoy se apropian del 80% del PBI. Plan de obras públicas y viviendas populares. Con el dinero resultante del no pago, de evitar la fuga de capitales y la reforma tributaria que proponemos, sobraría la plata para poner en marcha un verdadero plan de obras públicas estructurales, inversión en cambiar la matriz energética por variantes no contaminantes y un plan de miles de viviendas populares, lo que generaría trabajo para millones de argentinos hoy sumidos en la desocupación o la precariedad laboral. En el mismo sentido bajar la jornada laboral a 6 hs, manteniendo el salario permitiría la creación de un millón de nuevos puestos de trabajo, contando sólo las grandes empresas con capacidad de ejecutarlo.
Aumento inmediato de salarios y jubilación. Como es urgente recomponer el poder de compra proponemos actualizar salarios, jubilaciones y planes sociales al nivel de la canasta familiar.
Atacar la inflación desde sus orígenes. Sobran las pruebas que muestran que en la inflación de nuestro país un factor determinante es la especulación de los formadores de precios, para ello proponemos la aplicación de un fuerte control de precios por parte de trabajadores y consumidores, aplicación de la Ley de Abastecimiento para evitar los sobreprecios y el acaparamiento. Proponemos eliminar el IVA a los productos de consumo popular y masivo.
Estas son algunas de las medidas de urgencia que proponemos desde el MST y el FIT Unidad para dar salida a la crisis que sufrimos todos los trabajadores para que de una vez por todas la paguen los que la generaron: los capitalistas.