Finalizado el “dólar-soja”, luego de que las patronales del agro hayan amasado una fortuna, financiado por más deuda en dólares que todos pagaremos, llegó el dólar tecno. En este turno Sergio Massa escogió el sector de la “economía del conocimiento” para inflar sus ganancias.
El peronismo para ricos que antes tuvo como beneficiario a la Mesa de Enlace, ahora se enfoca en comprarle caro los dólares a personajes como Marcos Galperín, dueño de Mercado Libre. También se suman entre las beneficiarias de esta medida empresas como Google y Microsoft, entro otras que se dedican a la venta de software.
Luego de los USD 8.000 millones liquidados de forma diferencial por los dueños de las silobolsas, el ministro de Economía encontró otra forma de juntar dólares para el FMI. Massa dijo que aspira con la nueva medida a que “este sector exporte en 2023 U$S 10 mil millones y se consolide como el tercer complejo exportador de la Argentina”. En el Centro Cultural Kirchner, con la compañía del secretario de Economía del conocimiento, Ariel Sujarchuk, el tigrense realizó un nuevo desdoblamiento que tituló Régimen de Fomento de las Inversiones para Exportaciones de las Actividades de la Economía del Conocimiento. La medida permitirá a las empresas “que realicen inversiones superiores a los U$D 3 millones a estar exceptuadas de liquidar el 20% de las divisas en el mercado de cambios, cuando dicha inversión esté destinada a la generación de nuevos negocios o radicación de nuevas empresas”. También, como lo dijo el secretario del sector, se “prevé beneficios para quienes generen una libre disponibilidad del 30% de las divisas por incrementos de las exportaciones”.
La inscripción para el acceso a este nuevo tipo de cambio, con la expectativa a largo plazo ya mencionada será hasta el 30 de junio de 2023. De esta forma la nueva iniciativa del titular de Hacienda se suma a los beneficios impositivos plasmados en la Ley de Economía del conocimiento. Allí, además de la reducción del impuesto a las ganancias que pagan las patronales, también se da la posibilidad de tener acceso a un bono de crédito fiscal al 70% de la reducción de las contribuciones patronales del personal.
Una vez más la política económica se ordena en base a las rentabilidades de las grandes patronales. En este caso la de una rama representada por alguien que cambió su domicilio fiscal para dejar de tributar al fisco argentino, Marcos Galperín. De nuevo, como no puede ser de otra forma, el agujero fiscal que dejan estas medidas en favor de las patronales, solo tiene como objetivo cumplir con el pago de la fraudulenta deuda externa. Y a la vez se paga con más ajuste en áreas sensibles como Salud, Educación y Vivienda, así lo refleja el proyecto de presupuesto 2023. Como es de conocimiento para las grandes franjas que viven de su trabajo, los beneficios no llegan para quienes viven de su trabajo. Los salarios siguen corriendo de atrás a una inflación que galopa al ritmo de entrega que Massa, con el apoyo de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, le imprime al gobierno del Frente de Todos.