Según versiones periodísticas confirmadas por un reciente comunicado del ministerio de Economía, se dará a conocer un cambio en la dirección de la política cambiaria. Las mismas versiones señalan que se flexibilizará el mercado legal alternativo del mercado bursátil, el dólar bolsa y el llamado contado con liquidación. Guzmán cumpliría así con la promesa que realizó en el coloquio de IDEA[1].
La presión devaluatoria del último mes está siendo llevada a cabo por dos sectores fundamentales. Por un lado, los exportadores, entre quienes se encuentra fundamentalmente el agronegocio, que presiona por alguna forma de devaluación para liquidar sus ventas; y por otro los sectores que se dedican a la especulación financiera, que no necesariamente son distintos. Entre estos hay fondos de inversión extranjeros que una vez sancionado el cepo a fines de 2019 quedaron con cerca de 7.000 millones de dólares atrapados sin poder salir. Y por otra parte el conjunto de las corporaciones que vieron limitada la posibilidad de fuga.
Una de las medidas que les comentó Guzmán a los principales jefes del círculo rojo en IDEA, fue que se podría flexibilizar el contado con liquidación, en ambas puntas del mercado, la compradora y la vendedora. El ministro aspiraría a lograr de esta manera que haya más oferta para que entonces pueda satisfacer la demanda, tanto de los especuladores como de los fugadores seriales que al final son los mismos.
El dólar contado con liquidación es un instrumento financiero que consiste en comprar dólares con pesos, pero nominados en dólares y luego venderlos en el mercado internacional en dólares. El estado no interviene en ese mercado, pero tampoco podrá obtener más dólares con esta flexibilización. Los beneficiados serán los mismos de siempre, mientras tanto el pequeño ahorrista seguirá sin poder acceder a la divisa para que sus ahorros no se le diluyan por la dinámica inflacionaria. Pero esto no garantiza para nada que terminen las presiones a la devaluación, porque estos sectores exigen un cambio completo de orientación, que incluye que se concrete una súper devaluación además de otras medidas para flexibilizar todavía más el trabajo y para garantizar a largo plazo niveles salariales de miseria.
Guzmán, el ministro que toda la prensa coincide, es respaldado sin diferencias por Alberto y Cristina; define estas medidas que lejos de ser favorables a los sectores populares, como señala otro medio especializado en economía, resultan del agrado del FMI.[2]
[1] https://www.infobae.com/economia/2020/10/19/dolar-sin-freno-que-nuevas-medidas-anunciara-el-gobierno-para-tratar-de-reducir-la-brecha-cambiaria/
[2] https://www.cronista.com/columnistas/La-nueva-estrategia-tiene-ideas-clasicas-que-le-caen-bien-al-FMI-20201018-0023.html