Dólar. Cinco subas consecutivas y el mercado mira el impacto de la última licitación

Con el dólar en alza por quinta rueda seguida y una licitación que reacomodó momentáneamente las tensiones, el gobierno celebra haber renovado casi toda la deuda en pesos. Sin embargo, la supuesta calma cambiaria convive con dudas sobre la sostenibilidad del modelo y el creciente peso del ajuste sobre la economía real.

Verde que va, verde que viene

El dólar volvió a entrar en escena luego de encadenar cinco jornadas seguidas de aumento, en un contexto donde el Gobierno enfrentó una licitación de deuda por una suma clave y el mercado evalúa sus consecuencias sobre la estabilidad cambiaria.

En la licitación, el Ministerio de Economía buscaba renovar vencimientos por alrededor de $15 billones, y finalmente logró adjudicar $13,99 billones, alcanzando un rollover del 96,48%. El resultado fue bien recibido por los operadores, ya que despeja presiones inmediatas sobre los compromisos en pesos y evita un desarme abrupto de posiciones. Las tasas convalidadas rondaron el 35%, alineadas con lo que esperaba la plaza financiera.

La atención se centra ahora en cómo estos movimientos incidirán en el dólar y en los dólares bursátiles. Si bien la divisa viene mostrando incrementos diarios, distintos analistas señalan que la dinámica cambiaria de corto plazo podría moderarse por factores externos a la política monetaria, como los fuertes ingresos de divisas provenientes de emisiones de deuda corporativa y provincial, estimados en unos u$s 4.000 millones solo en noviembre.

A ese flujo se suma una mayor oferta en el mercado oficial y una demanda de pesos estacionalmente más baja en esta etapa del mes, lo que contribuye a evitar tensiones más fuertes. No obstante, la mirada del mercado seguirá puesta en la reacción de los dólares financieros (MEP y CCL), que ya venían registrando leves subas.

Con la licitación despejada, el foco pasa a la evolución del tipo de cambio en los próximos días. La combinación entre renovación de deuda, liquidez externa y comportamiento de los inversores marcará si las cinco subas consecutivas anticipan una nueva ronda de presión cambiaria o si se trata de un movimiento acotado dentro de una etapa de calma relativa.

Pero detrás de la aparente estabilidad técnica, persisten las críticas sobre el rumbo económico: la dependencia creciente de endeudamiento externo, la concentración de decisiones en un puñado de actores financieros y la falta de medidas para recomponer ingresos colocan a la economía real en segundo plano. Mientras el gobierno celebra rollovers y señales “pro-mercado”, el poder adquisitivo, el empleo y la producción siguen ajustándose, mostrando que la calma cambiaria se sostiene sobre una base social cada vez más frágil.

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